31 toneladas de oro están en el centro de una disputa legal entre el Banco Central de Venezuela (BCV) y el Banco de Inglaterra.
Los lingotes de oro, valorados en US $1.000 millones, están en las bóvedas de la institución inglesa y pertenecen a Venezuela, que ahora quiere venderlos y usar los fondos para combatir la propagación del coronavirus en el país, según el gobierno de Nicolás Maduro.
Sin embargo, el Banco de Inglaterra ha rechazado la solicitud venezolana.
¿La razón? La actual directiva del BCV responde al gobierno de Maduro y la institución británica ha expresado sus dudas sobre la autoridad de esa directiva, argumentando que Reino Unido reconoce como gobierno legítimo el del líder opositor Juan Guaidó.
La disputa empezó a principios de 2019, cuando más de 50 países reconocieron a Guaidó como presidente legítimo.
Sarosh Zaiwalla, el abogado que representa en Londres al BCV, le confirmó a BBC Mundo que cuando el presidente de la institución venezolana, Calixto Ortega, viajó a Londres personalmente en ese momento a solicitar la devolución del oro, el Banco de Inglaterra le dijo: «No, nuestro gobierno (Reino Unido) reconoce a Guaidó (como presidente legítimo de Venezuela) y por eso no podemos darte el oro».
Ahora, una corte en Londres tendrá que decidir, a partir de este 22 de junio, quién es la autoridad legítima para mover el oro del Banco de Inglaterra, después de que el gobierno de Maduro solicitara infructuosamente vender parte de ese oro y transferir los recursos al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para adquirir alimentos y medicinas y combatir el coronavirus en el país.
«Ese oro es de todo el pueblo venezolano, es del país, y el BCV ha demandado que esos recursos serán utilizados a través del PNUD de la ONU para atender la pandemia en Venezuela», dijo la vicepresidenta del gobierno de Maduro, Delcy Rodríguez.
«Cada minuto y hora que pasa significa personas que pueden perder la vida por el virus, y Venezuela requiere de sus recursos, no que una camarilla de ladrones delincuentes de cuello blanco se lo robe», agregó.
Pero, ¿por qué Venezuela tiene reservas de oro en Inglaterra?
Estrategia convencional
Durante décadas, Venezuela ha almacenado oro que forma parte de sus reservas del Banco Central en bancos extranjeros, tanto en Europa como en Estados Unidos, una estrategia que siguen otras muchas naciones.
«No hay nada de extraño en que un país mantenga reservas de oro o de otros títulos en otros bancos», le explica a BBC Mundo Luis Vicente León, economista venezolano y presidente de la consultora Datanálisis.
«Hay oro en los que se llaman prestadores de servicios de resguardo, que son diferentes bancos, incluidos algunos centrales, que prestan el servicio y cobran una comisión por resguardar reservas internacionales».
Para el economista esta es simplemente una estrategia de protección y resguardo de las reservas de oro.
«Diría que es una estrategia muy convencional de países pequeños. Los países grandes tienen capacidad para poder proteger sus propias reservas, mantenerlas en sus bóvedas».
«Es un dolor de cabeza para los bancos centrales, sobre todo cuando no se tiene la capacidad de protección, de medidas de seguridad, de tecnología para impedir que se haga una operación de robo. Cuando en cambio colocas en un banco extranjero tu oro en resguardo lo tienes en una contabilidad, y si le pasa algo, tú estás protegido porque pagas el servicio de custodia», explica el economista.
En 2011, el presidente Hugo Chávez repatrió cerca de 160 toneladas de oro de los bancos de Estados Unidos y de la Unión Europea al Banco Central en Caracas, citando la necesidad de su país de tener el control físico de los activos.
«Venezuela regresó oro al Banco Central desde diferentes países porque era un momento en el que el gobierno temió que se aplicaran sanciones internacionales que pudieran congelar sus reservas afuera», explica León.
«Sintió que mantener reservas en el extranjero era una estrategia peligrosa y que podían quedar congelados parte de sus recursos», agregó.
Según le dijo a BBC Mundo el economista y diputado opositor José Guerra, «se trajo como un 90% del oro que tenía Venezuela en el exterior y se colocó en las bóvedas del BCV».
Según Guerra, la mayor parte de las reservas de oro venezolano están en Caracas.
Sin embargo, el oro que Venezuela tenía en el Banco de Inglaterra, y que hoy es objeto de la disputa, se quedó en las bóvedas de la institución británica.
«Nuestro cliente, el BCV, abrió la cuenta de depósito de oro en el Banco de Inglaterra en 2008 y esta fue operada por el BCV sin ningún problema hasta 2018», le dijo eñ abogado Zaiwalla a BBC Mundo.
Fue a finales de ese año cuando las autoridades venezolanas reclamaron por primera vez la devolución de ese oro.
Londres, centro neurálgico del oro
Un quinto del oro de los gobiernos del mundo se encuentra en Londres y la razón es simple: la capital británica es el centro mundial del comercio del metal precioso.
«En términos económicos, (tener el oro en Londres) puede permitir una transacción rápida a una moneda importante, en lugar de almacenarlo en el país, y luego tener que transportar grandes reservas de oro en un intento de cambiarlo por otro activo deseable», le explica a BBC Mundo Drew Woodhouse, profesor de Economía en la Universidad Sheffield Hallam, en Reino Unido, y quien ha escrito varios artículos sobre el mercado del oro.
«El oro carece de riesgo de contraparte, por lo que mantenerlo en el extranjero se considera relativamente seguro».
Woodhouse explica que Londres se estableció como figura central en el mercado del oro en 1732, cuando el Banco de Inglaterra construyó la primera bóveda en la ciudad.
Además, explica el experto, «geográficamente se puede percibir que conecta a Estados Unidos con Europa, las dos principales esferas geográficas de influencia geopolítica, para las cuales se puede utilizar el oro».
«El Banco de Inglaterra siempre ha intentado apoyar la estabilidad financiera mundial, por lo que creo que aquí hay un papel implícito», agrega.
Solo en las bóvedas del Banco de Inglaterra hay más de 5.000 toneladas de oro, incluyendo las reservas del Tesoro de Reino Unido, y gran parte del volumen enorme que se negocia en la ciudad.
Los bancos centrales de 30 países almacenan ahí sus reservas nacionales de oro.
De hecho, el Banco de Inglaterra es el segundo mayor poseedor de oro en el mundo, con aproximadamente 400.000 lingotes. Solo la Reserva Federal de Nueva York tiene más.
Es también una cuestión de seguridad. El Banco de Inglaterra presume de que en sus 320 años de historia ni un lingote fue robado de sus bóvedas.
En la actualidad, las herméticas recámaras se abren con llaves que pueden medir casi un metro y hay que pronunciar una contraseña en un micrófono incorporado a un sistema de seguridad para que la puerta se abra.
¿Por qué el oro está retenido?
Venezuela reclamó por primera vez al Banco de Inglaterra a finales de 2018. El ministro de Finanzas de entonces, Simón Zerpa, y el presidente del Banco Central, Calixto Ortega, viajaron a Londres para exigir la devolución del oro a Venezuela.
En enero de 2019, el Banco de Inglaterra rechazó la solicitud. Todo lo que dijo (y dice) públicamente fue que no hace comentarios sobre las relaciones con sus clientes.
BBC Mundo se puso en contacto con el banco británico, que declinó hacer comentarios.
Pero, ¿puede un banco quedarse con reservas de oro de un país? La respuesta simple es no.
«No se puede hacer eso a no ser que se estén incumpliendo algunas de las condiciones establecidas en el contrato», explica el economista Luis Vicente León.
«Un banco central no puede de ninguna manera, una vez que tiene una reserva de oro, quedársela o no devolvérsela a su legítimo dueño. Tiene que devolverlo a su legítimo dueño tan pronto como su legítimo dueño se lo pida»
El problema con el oro venezolano en Londres es que el Banco de Inglaterra no sabe quién es el legítimo dueño.
La decisión del Banco de Inglaterra de rechazar la solicitud del gobierno venezolano se produjo pocos días después de que el líder opositor Juan Guaidó se proclamara el 23 de enero de 2019 «presidente interino» del país, argumentando que las elecciones de 2018 ganadas por Maduro fueron fraudulentas.
Guaidó, quien fue reconocido como el líder legítimo por más de 50 países, incluido Reino Unido, solicitó en enero de 2019 a través de una carta enviada a la entonces primera ministra Theresa May y al entonces gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, que no se le entregara el oro al gobierno de Maduro, argumentando que se usaría con fines corruptos.
El 4 de febrero de 2019, el entonces secretario de Asuntos Exteriores británico, Jeremy Hunt, emitió una declaración en la que reconocía a Juan Guaidó como «presidente interino constitucional de Venezuela hasta que se puedan realizar elecciones creíbles» en el país sudamericano.
Y, refiriéndose al caso concreto del oro, el ministro de Estado británico para las Américas en ese momento, Alan Duncan, dijo que la decisión era un asunto del Banco de Inglaterra y su gobernador.
Pero agregó: «Sin duda cuando lo decidan, tendrán en cuenta que ahora hay un gran número de países en todo el mundo que cuestionan la legitimidad de Nicolás Maduro y reconocen la de Juan Guaidó».
«La cuestión es la del reconocimiento del gobierno de Venezuela. Se podrá dudar de que el reconocimiento del gobierno Guaidó sea justo, ya que las Naciones Unidas confirmaron el reconocimiento de la presidencia de Maduro», explica Jan Kleinheisterkamp, profesor de Derecho Económico en la London School of Economics, preguntado por BBC Mundo sobre si la decisión de la institución británica está respaldada por el Derecho.
«Pero si la posición británica es la de reconocer a Guaidó, resulta consecuente estimar que el gobierno de Maduro no pueda disponer del oro confiado al Banco de Inglaterra», agrega el experto.
Si bien el Banco de Inglaterra nunca fue más allá de decir que no hace comentarios sobre las relaciones con los clientes, se cree que las sanciones internacionales sobre Venezuela y las regulaciones para prevenir el lavado de dinero influyeron en su decisión.
«Aquí, lo que está diciendo el Banco de Inglaterra es que no se lo está pidiendo su legítimo dueño», resume León.
«No está diciendo que él decide cuándo se lo va a dar, lo que está diciendo es que solo se lo va a dar cuando se lo pida el legítimo dueño y como ellos no reconocen al gobierno de Maduro, no reconocen la institucionalidad que se lo está pidiendo».
La demanda
El BCV acudió a mediados de mayo a una corte en Londres a reclamar que el Banco de Inglaterra no cumplía con su instrucción de vender parte del oro y entregar los fondos al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para administrar la compra de suministros como equipos médicos para luchar contra el covid-19.
Los documentos legales dicen que el BCV quiere que la transferencia se realice «con carácter de urgencia» y presentó un reclamo legal a tal efecto en un tribunal de Londres el 14 de mayo.
Las autoridades venezolanas acordaron que el dinero se envíe directamente a esa agencia de la ONU para que no se les acuse de que lo quieren para otros fines.
«El Banco de Inglaterra se ha negado previamente a reconocer la autoridad del BCV, pero en un intento por disipar cualquier preocupación por parte del Banco de Inglaterra, el BCV ha acordado con el PNUD que los fondos para el plan humanitario sean transferidos directamente a la ONU», dijo el presidente del BCV, Calixto Ortega, en una entrevista con la agencia Reuters.
La ONU le dijo a la BBC en un comunicado enviado por correo electrónico que el banco venezolano se había acercado a la organización para explorar el mecanismo.
La disputa legal se produce en medio de temores sobre la capacidad del desmoronado sistema de salud de Venezuela para manejar la pandemia de coronavirus.
«Mi cliente, el BCV, está muy preocupado porque Venezuela necesita el dinero para comprar comida y equipo médico», le dijo a BBC Mundo el abogado del BCV, Sarosh Zaiwalla.
«No quiere el dinero o el oro de vuelta, sino que se envíen los fondos al PNUD».
Sin embargo, José Ignacio Hernández, procurador del gobierno interino de Guaidó, dijo en un comunicado citado por la agencia Reuters que el «propósito del régimen de Maduro es disponer de los recursos del BCV al margen de los controles parlamentarios».
La Asamblea Nacional, el Parlamento, es de mayoría opositora y está liderado por Guaidó. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), afín al gobierno de Maduro, le atribuye la presidencia de la Cámara, sin embargo, a otro diputado.
La corte londinense definirá si la autoridad que puede pedir la liberación de parte del oro es el directorio del BCV que acudió a los jueces ingleses o una junta ad hoc para esta institución nombrada hace un año por Guaidó, explicó Zaiwalla.
BBC Mundo pidió comentarios tanto a José Ignacio Hernández como a Ricardo Villasmil, quien es el presidente de la junta ad hoc para el BCV nombrada por Guaidó, pero no obtuvo respuesta de ninguno.
Deustche Bank: otra disputa, misma razón
Las 31 toneladas de oro bajo custodia del Banco de Inglaterra no son los únicos recursos venezolanos a la espera de resolución sobre quién es su legítimo administrador.
Deutsche Bank también quiere que un juez decida si alrededor de 100 millones de libras (US$123 millones) que pertenecen al BCV deben entregarse al gobierno de Maduro o al de Guaidó.
El dinero es el monto adeudado después de que el año pasado finalizara un acuerdo de swaps de oro entre el BCV y el banco alemán.
Tras un acuerdo firmado en 2016, Venezuela recibió un préstamo por US$750 millones del Deutsche Bank y a cambio puso 20 toneladas de oro como garantía.
El acuerdo, que iba a finalizar en 2021, se rescindió el año pasado porque Venezuela no pagó los intereses. Los US$120 millones representan la diferencia del precio al que estaba el oro cuando se firmó el contrato y cuando se finalizó.
Aunque se trata de un caso diferente, la demanda de Deutsche Bank también será tratada en la audiencia que inicia el 22 junio, según le confirmó a BBC Mundo Zaiwalla, ya que «el tema es el mismo: quién tiene la autoridad en nombre del BCV para dar instrucciones».
BBC Mundo se puso en contacto con el Deutsche Bank, que declinó hacer comentarios.
Por qué el oro es clave ahora para Venezuela
En medio de la enorme crisis económica y humanitaria en Venezuela, el oro ha resultado una de las pocas alternativas de financiamiento y de liquidez para el gobierno de Maduro, sobre todo después de que en febrero de 2019 Estados Unidos impusiera sanciones a la petrolera estatal PDVSA, que proporcionaba ingresos vitales a Venezuela.
«El oro ahora mismo para Venezuela es una fuente vital para obtener liquidez», dice León.
De ahí el interés gubernamental en las minas del sureste del país, una vasta zona que se extiende hasta la frontera con Guyana al este y con la de Brasil al sur.
Es una zona estratégica para el gobierno. En febrero de 2016, Maduro decretó el llamado Arco Minero del Orinoco (AMO) como zona de desarrollo estratégico nacional, un plan que ya había adelantado el fallecido Hugo Chávez en 2011.
Países como Rusia y China han ampliado su presencia en empresas mixtas de extracción con participación del gobierno.
El AMO comprende 111.846 kilómetros cuadrados, un 12% de la superficie del país, y se calcula que cuenta con unas 7.000 toneladas de reservas de oro.
Pero aunque el BCV ha recibido cada vez más toneladas de oro del AMO, sus reservas están cayendo.
Un informe del Consejo Mundial del Oro señala que el BCV fue la institución bancaria que más oro monetario vendió en el mundo durante 2017 y 2018.
Según el balance del banco citado por Reuters, el BCV tenía a mediados de 2019 reservas en barras de oro equivalentes a unos US$4.620 millones, un monto 18,5% menor al que mantenía la institución en sus bóvedas al término de 2018. Se trata de la más baja tenencia de oro de Venezuela en 75 años, según los datos del banco citados por Reuters.
Turquía es el principal comprador de oro venezolano. En 2018, Venezuela exportó oro por valor de unos US$900 millones a este país, aparentemente para ser refinado allí y devuelto a Venezuela, aunque no hay registro de reexportación.
Y el pasado mes de mayo llegaron a Venezuela varios tanqueros iraníes con gasolina. El Departamento de Estado cree que la petrolera estatal venezolana, PDVSA, está pagando «con toneladas de oro» los servicios iraníes.
El oro es, por tanto, un salvavidas para Venezuela y las 31 toneladas que están en Londres parecen más vitales que nunca en el contexto de la actual pandemia de coronavirus.