El escalador suizo Ueli Steck murió este domingo en las inmediaciones del monte Everest, informó la oficina de turismo de Nepal.
Steck, de 40 años y conocido como la «Máquina suiza», sufrió un accidente mortal mientras se aclimataba en su intento por llegar a la cima de la mayor altura del planeta, sin la ayuda de oxígeno y por una nueva ruta.
El escalador suizo era famoso por sus veloces ascensos, que lo habían hecho merecedor de varios premios a nivel internacional.
Su cuerpo fue recuperado pocas horas después de la desgracia. Los reportes locales sugieren que Steck estaba escalando solo cerca del sector conocido como Campo II cuando ocurrió el accidente.
Según publicó el diario The Himalayan Times, Steck había sido visto en las inmediaciones del Nuptse (sector montañoso cercano al Everest y a la frontera con China) y que habría resbalado y caído en una ladera de hielo.
Steck había escrito en su página de Facebook este miércoles que había tenido «un rápido ejercicio desde el campamento base hasta los 7.000 metros de altura y regresado».
«Creo que la aclimatación activa es la forma más efectiva de acostumbrarse a este tipo de alturas», agregó.
La máquina
Su mayor hazaña había sido registrada en 2015, cuando logró escalar 82 picos por encima de los 4.000 metros en 62 días. Además, logró llegar a la cima del Everest sin asistencia de oxígeno en 2012.
Pero su velocidad se hizo evidente en 2015, cuando logró escalar la cara norte del monte Eiger, en los Alpes, en 2 horas y 47 minutos. Un tiempo impensado hasta entonces entre los pioneros de la escalada deportiva, a quienes les tomaba todo un día hacer ese mismo recorrido.
Steck había regresado al Everest después de cuatro años. A raíz de un altercado con los sherpas (grupo étnico que vive en la zona del Everest y trabaja en muchos casos asistiendo a los escaladores), había suspendido su intento de volver a la famosa cima y la del monte Lhotse.
En un video lanzado por redes sociales, el escalador suizo había enviado un mensaje diciendo que se sentía «súper listo para el reto. Mi cuerpo está más fuerte que nunca».
Cuando le preguntaron cómo mediría el éxito de su plan de llegar a la cima del Everest y del Lhotse por una ruta alternativa (Hornbein Couloir), respondió: «No sería exitoso si tengo un accidente o muero. Eso definitivamente sería no tener éxito. Todo lo demás que ocurra ya es un logro en sí».
El escalador británico Kenton Cool escribió que Steck «era una inspiración verdadera» para sus pares.
«Nos mostró qué era posible en las montañas y mucho más».