Eternizada en gritos de las hinchadas, como el argentino «Brasil, decime qué se siente» o el brasileño «Mil goles, solo Pelé», la rivalidad entre los dos ídolos mayores del fútbol de los países vecinos ha perdurado por décadas, alimentada por la prensa deportiva.
Marcada por cruces de palabras a través de periódicos y por declaraciones de admiración mutua, la relación entre los dos genios del balompié tuvo idas y venidas.
Cuando el 25 de noviembre de 2020 falleció Maradona, Pelé escribió: «Que noticia triste. Perdí un gran amigo y el mundo perdió una leyenda».
«Aún hay mucho por decir, pero por ahora, que Dios dé fuerza a los familiares».
«Un día espero que podamos jugar al fútbol juntos en el cielo», expresó la estrella brasileña, quien falleció este jueves a los 82 años.
Origen de la rivalidad
Estudiosos de la historia del fútbol no concuerdan en cuanto a los orígenes de la rivalidad entre los jugadores.
«Hasta 1998 esa rivalidad no existía. En la prensa argentina Pelé era tratado indiscutiblemente como el mejor de la historia y Maradona como su heredero», afirmó Ronaldo George Helal, sociólogo y profesor de la Universidad del Estado de Rio de Janeiro, UERJ, quien estudió la cobertura en la prensa de Buenos Aires de las Copas del Mundo desde 1970 a 2006.
De acuerdo al investigador, la rivalidad en 1982, cuando Italia ganó el Mundial de España, era entre Maradona y Zico.
E incluso en 1990, cuando Pelé fue columnista de Clarín durante la Copa de ese año, el astro brasileño era presentado por el diario argentino como «el que fue el mejor de la historia del fútbol».
Para Helal, la rivalidad cobró fuerza cuando la FIFA eligió en diciembre de 2000 al mejor jugador del siglo.
Pelé venció en la votación de los especialistas seleccionados por la FIFA. Pero Maradona ganó el voto popular en internet.
«Cuando recibió el premio, Pelé invitó Maradona a subir al escenario, pero su rival ya se había marchado enfadado», recordó el periodista Alex Sabino, en un reportaje en el diario Folha de Sao Paulo.
Esperando al mesías
Para Celso Unzelte, periodista de ESPN Brasil e investigador de la historia del fútbol, la rivalidad tiene orígenes mucho más remotos.
«Esa rivalidad viene desde antes de que Maradona naciera», bromea Unzelte. «Cuando apareció en Brasil un jovencito negro de 17 años que ganó la Copa del Mundo de 1958, los argentinos comenzaron a esperar a su mesías».
Desde entonces, de acuerdo al periodista, cada vez que aparecía en Argentina un jugador habilidoso era automáticamente comparado con Pelé.
Unzelte recordó que antes de Maradona el propio Pelé era comparado con el argentino Di Stéfano.
«Cuando apareció Maradona, la prensa deportiva brasileña de la época ya decía ‘Apareció otro jugador que Argentina espera se convierta en su propio Pelé'».
Semejanzas y diferencias
Unzelte recuerda que en la Copa Mundial del 78, realizada en Argentina durante la dictadura militar, Maradona tenía 17 años, la misma edad que Pelé en 1958.
Pero en esa ocasión el ídolo argentino no fue convocado por el técnico César Luis Menotti.
«Y desde ahí comenzaron las comparaciones, aunque desde el punto de vista futbolístico hayan sido muy diferentes», afirmó Unzelte.
«Maradona era genial, pero tenía prácticamente solo la pierna izquierda. No cabeceaba como Pelé. Maradona no era realmente un artillero, estuvo lejos de los mil goles».
Pero había características en que se asemejaban, según el periodista.
«Si Pelé ayudó a cambiar la historia del club Santos, Maradona, después de un cierto fracaso en el Barcelona, ayudó a cambiar la historia del Napoli en Italia».
La cuestión de los afectos
Para Helal, la principal diferencia entre el brasileño y el argentino está en lo que llama «la cuestión de los afectos».
«Los brasileños no admiten que Pelé sea comparado con nadie. Para ellos Pelé fue el mayor de la historia y punto. Pero aún así aquí no hay tanto afecto por Pelé como el que sienten los argentinos por Maradona».
«En las calles de Buenos Aires se ve la imagen de Maradona en los kioskos de diarios junto a la de Che Guevara. En las librerías de ciencias sociales la imagen de Maradona está junto a las de Jorge Luis Borges y Julio Cortázar. En el paseo público de Caminito hay una estatua de Maradona junto a las de Perón y Evita».
Para el sociólogo, todo eso indica que Maradona está en una categoría de afecto en Argentina que Pelé nunca tuvo en Brasil.
«Pelé siempre fue visto como muy deferente al poder y siempre fue muy criticado«. Helal cita como ejemplo las críticas que el ídolo brasileño recibió por no posicionarse claramente contra el racismo.
Unzelte concuerda con esa evaluación. «En términos de idolatría, para mí Maradona está más cercano a Ayrton Senna. Maradona acaba de entrar en el altar de la patria argentina, junto a Carlos Gardel y Evita Perón. Pero infelizmente para Pelé, él mismo considera que es más reconocido en el extranjero que aquí en Brasil».
El encuentro «del Rey con Dios»
Ambos investigadores recuerdan un episodio que revela el afecto que existía entre ambos jugadores.
En 2005 Maradona recibió al brasileño en el programa «La Noche del 10», un talk-show presentado por el ídolo argentino, anunciado por la TV de la época como el encuentro «del Rey con Dios». El Rey era Pelé.
«Ahí nos enteramos de que en los años 90, Pelé intentó traer a Maradona al Santos. Algo no salió bien, pero Pelé hizo el intento», relató Helal.
«Yo creo que tuvieron una relación bastante complicada en algún momento, pero luego limaron las asperezas».
Unzelte relató que en aquella ocasión Pelé tocó en la guitarra una música que decía: «¿Quién soy yo, Maradona? ¿Quién eres tú? Tú quieres ser yo, y yo quiero ser tú».
«Yo creo que la rivalidad entre ellos era algo mucho menos personal y mucho más entre los dos países».
Helal recuerda que al final del programa preguntaron al argentino quién era el mejor, si él o Pelé.
Maradona respondió: «Mi madre piensa que soy yo, y su madre piensa que es él».
*Este artículo se publicó con motivo de la muerte de Maradona y fue actualizado a raíz del fallecimiento de Pelé.
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