Usualmente es utilizado para describir el miedo a las alturas, pero el vértigo también es un síntoma de otras afecciones. Provoca la sensación de que tú, o el entorno que te rodea, se está moviendo o girando.
Es algo que Leanne Buck entiende bien. La joven de 22 años no sabe la razón exacta detrás de su experiencia de vértigo, pero lo ha tenido desde que tenía 14 años.
Leanne ha aprendido que uno de sus factores desencadenantes es ponerse de pie, algo que la afecta todos los días.
«Gran parte de mi papel en el trabajo incluye filmar y estar en sesiones de fotos y eso implica que me dejen de pie, así que me doy cuenta de que a menudo necesito (descansar) después», le dice a BBC Newsbeat.
Ella explica que sus colegas la apoyan, pero eso la deja sintiéndose mal.
«Puedo tomar muchos descansos, pero tengo veintipocos años y me gustaría pensar que estoy en el mejor momento de mi vida».
En un mal día, Leanne dice que tiene que acostarse en una habitación oscura y «esperar que pase».
«Mi visión se vuelve muy blanca y todo lo que puedo escuchar es un zumbido en mis oídos. Puede ser bastante aterrador», cuenta.
Kelly Boyson puede sentirse identificada, ya que ha vivido con vértigo por más de ocho años.
Para ella, esta afección es el resultado de la enfermedad de Ménière, un trastorno del oído interno y, según cuenta, los síntomas van más allá del mareo.
«El vértigo puede hacerte sentir muy mal y puede durar horas. (…) Es como un carrusel. Estás dando vueltas y cuando sales, no puedes caminar y todo se vuelve borroso».
«No hay nada que puedas hacer para detenerlo. Solo tienes que esperar», relata.
Confinada en casa
En los primeros días del diagnóstico, Kelly no podía salir sola de la casa porque sus ataques eran muy frecuentes.
«Los tenía dos o tres veces por semana, y da miedo», asegura.
Kelly recuerda un ataque que le dio en el metro de Londres, donde tuvo que «agarrarse de las paredes».
«Un policía me llevó a una oficina porque pensó que estaba borracha».
Qué hacer si experimentas vértigo
Según el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, un ataque de vértigo puede durar segundos o meses.
Aunque el síntoma más común es el mareo, quienes lo padecen presentan fuertes dolores de cabeza y fiebre alta.
Según el profesor Simon Lloyd, especialista en esta área, se debe buscar ayuda médica según la gravedad del problema.
«Con vértigo severo, lo mejor que puedes hacer es ir a una sala de emergencias», dice Lloyd, presidente de la Sociedad Británica de Otología.
«Si es leve y no es algo que requiera atención urgente, entonces tu médico de cabecera generalmente puede brindarte orientación sobre el mejor curso de tratamiento», añade.
Nanette Mellor, de la organización benéfica The Brain Charity, dedicada a personas con afecciones neurológicas, dice que el vértigo «no es nada de qué asustarse» y que hay quienes pueden ayudar.
Al consultar con un médico, explica Mellor, los pacientes pueden averiguar qué está causando el problema.
«Podría ser algo bastante común como una infección del oído interno o algo así como migrañas», señala.
El músico británico George Ezra, debió cancelar esta semana las presentaciones que tenía en Londres y Leeds por un ataque agudo de vértigo. Aunque recibió muchos mensajes de apoyo, hubo algunos que le sugirieron que «se recomponga».
Leanne quiere que la gente sea más comprensiva.
«Entiendo las frustraciones de las personas que están emocionadas por el concierto, pero (el vértigo) puede ser muy debilitante», explica.
«Es desorientador cuando la habitación se siente como si estuviera girando (…) así que, ¿esperar que alguien que experimente esa sensación suba al escenario y actúe? No se lo deseo a nadie».