«Eres demasiado feo para ser gay», le dijo un hombre en un bar gay a Jakeb Arturio Bradea, en Huddersfield, Inglaterra.
Ese fue el último de una serie de comentarios que Bradea dice que lo hicieron sentir poca cosa. Después de ello trató de suicidarse en 2019.
La Fundación LGBT, una organización benéfica con sede en Manchester, Reino Unido, advirtió que los problemas de imagen corporal se están generalizando en las comunidades homosexuales.
La entidad señala que los hombres homosexuales y bisexuales son «mucho más propensos» que los hombres heterosexuales a tener problemas de imagen corporal.
Varios hombres le dijeron a la BBC que harían todo lo posible para cambiar sus cuerpos, incluso tomar esteroides y practicarse cirugías plásticas, solo para ser «aceptados» por otros en la comunidad LGBT.
La presión de las redes sociales, dijeron, así como las aplicaciones de citas, estaban exacerbando sus problemas de imagen corporal.
Adicción
«Los hombres con cuerpos deslumbrantes reciben los comentarios y la atención», dice Jakeb. «No he tenido citas porque tengo miedo de que la gente me vea en la vida real. Honestamente, me haría una cirugía plástica si pudiera pagarla».
En lugar de la cirugía, hace unos años, Bradea recurrió a los esteroides anabólicos, medicamentos que se usan para aumentar la masa muscular.
«Llegué a un cierto nivel simplemente haciendo ejercicio e yendo al gimnasio, pero no pude aumentar más, y pensé que necesitaba ser más fornido», dice.
«Mi amigo dijo que conocía a un traficante de esteroides, así que pensé que tal vez tomaría una dosis baja para ver qué pasaba».
Pero los esteroides anabólicos pueden ser adictivos. Bradea pronto fue incapaz de parar.
«Logré llegar al tamaño que quería tener, pero sentí que no era suficiente», relata. «Quería cada vez más. Era como si hubiera habido una voz diciéndome que estaba flaco».
Jakeb tuvo su segundo roce con la muerte en noviembre de 2019. Después de varios años usando esteroides, tuvo un infarto.
«No podía respirar. No podía dormir. Estaba a pocos días de morir», cuenta. «El cardiólogo dijo que si me hubiese inyectado una vez más o ido al gimnasio unas veces más hubiera muerto».
Meses después, Jakeb ha dejado de tomar esteroides y ha perdido la musculatura adicional que había ganado, pero continúa teniendo problemas de salud, para los cuales recibe asistencia hospitalaria. «No ha valido para nada la pena», dice.
Pero Jakeb no es el único que toma medidas drásticas para ser más atractivo para los hombres.
Abdominoplastias
James Brumpton -un ingeniero de software de Lincoln, Reino Unido- se encontró «arrojado hacia este mundo de sentirse cohibido», después de ligar con un hombre en un bar gay local.
Cuando James acompañó al hombre a su casa y se quitó la camiseta, este lo miró y emitió un sonido de repulsión. «Buenos brazos, sin embargo», añadió.
Otros hombres han humillado a James por su cuerpo muchas veces, confiesa.
Finalmente, la experiencia llevó a James a someterse a una abdominoplastia, una cirugía para eliminar el exceso de grasa y piel alrededor de la cintura.
«Permití que otro hombre me influyera hasta el punto en que literalmente me quité una parte de mi cuerpo», dice.
Según las cifras más recientes publicadas por la Asociación Británica de Cirujanos Plásticos Estéticos (BAAPS, por sus siglas en inglés), en 2018 se realizaron abdominoplastias a 179 hombres en Reino Unido, un incremento de 18% comparado con el año anterior.
El profesor Afshin Mosahebi, de la BAAPS, afirma que en la actualidad los hombres gays están sometiéndose a más procedimientos cosméticos que los hombres heterosexuales, aunque resalta que las mujeres se someten a más procedimientos que el total de los hombres.
El cirujano cree que la presión de las redes sociales está llevando a más gente al quirófano.
«Algunos pacientes no necesitan cirugía, necesitan ayuda psicológica, y hasta los pacientes que sí necesitan cirugía deben ser informados apropiadamente de todos los riegos potenciales», indica.
Después de que la cirugía abdominal de James salera mal, quedó con cicatrices permanentes que lo inhibieron aún más con respecto a su cuerpo.
«Me han humillado varias veces desde entonces», expresa James. «Un tipo con el que salía me dijo una vez que tenía que buscar jeans en la sección de maternidad porque tengo caderas anchas».
Las apps de citas han exacerbado la fijación en la imagen corporal, dice. «La gente pone en sus perfiles ‘no gordos’, o que sólo están atraídos a tipos masculinos y musculosos, así que no quieren a nadie súper delgado».
Las imágenes en las redes sociales y las principales revistas gays también han hecho sentir a James como si fuera un «extraterrestre».
«Se te mete en la cabeza que para ser un hombre gay debes parecerte a un modelo de Calvin Klein», explica.
Baja autoestima
Fotos de «cuerpos sexy» impulsan las ventas de revistas gays, según Matthew Todd, un exeditor de la publicación para la comunidad homosexual Attitude.
«Estaba lleno de tensión todo el tiempo y continuamente trataba de poner en la portada a gente que no era así: el primer hombre trans, la primera mujer trans, la primera lesbiana», cuenta Todd. «Seguí haciendo ese tipo de cosas, pero no vendían bien».
Cuando Todd puso una foto de Stephen Fry (un cómico, actor y autor británico gay) en 2010, «fue una de las ediciones con las peores ventas de la historia», dice.
«Eso no refleja a Stephen Fry, porque él es increíblemente popular», asegura. «Creo que dice más sobre qué es lo que buscan los lectores en las publicaciones gays».
Todd, autor de Straight Jacket: How to be gay and happy («Camisa de Fuerza: cómo ser gay y feliz») dice que la homofobia ha alimentado los problemas de los hombres gays con sus cuerpos.
«Es muy importante recordar que existe una presión sin precedentes sobre todo el mundo para presentarse en una manera visual», indica.
«Pero creo que en esta discusión no se puede obviar el hecho que la gente LGBT crece siendo humillada, sin poder ser ellos mismos», agrega.
«Creo que para muchas personas, eso es un gran trauma que se manifiesta como baja autoestima. Si no te gustas a ti mismo, eso se manifiesta con no sentirte a gusto con la manera en que te ves», sostiene.
El resultado es que los hombres gays están bajo más presión que los heterosexuales para tener el cuerpo perfecto, piensa Todd.
«Si entras en algunas apps de citas gay, piensas que la mayoría de los hombres gays son supermodelos», continúa.
«Si eres un hombre gay, el hecho de encontrar que otro hombre es atractivo también implica que te estés juzgando. Muchos hombres gays confunden, ‘Quiero estar con él’ con ‘Quiero ser como él'», opina.
Estereotipos
Jeff Ingold, de la organización caritativa LGBT Stonewall, opina que es «crucial» que veamos representaciones más diversas de hombres gays y bisexuales con diferentes tipos de cuerpos en los medios.
«Esto no sólo ayudaría a los hombres gays y bisexuales a verse reflejados en lo que miran, también ayudaría a destruir estereotipos dañinos que afectan la imagen que hombres gays y bisexuales tienen de sí mismos y su autoestima», comenta.
Pero, tal como son las cosas, Jakeb dice que todavía hay gente que le dice online que «no saldrían de casa» si tuvieran su aspecto.
«No asistí a las marchas de orgullo gay en el pasado para tener la comunidad que tenemos ahora», recalca.
«Tenemos igualdad, pero somos horribles con nosotros mismos», lamenta.