Cuatro décadas después de que se eliminó la figura de primer ministro en Cuba, este sábado la Asamblea Nacional de la isla designó a Manuel Marrero Cruz para ocupar la posición.
El hasta ahora ministro de Turismo fue propuesto por el presidente Miguel Díaz-Canel y ratificado por unanimidad por los diputados.
La última vez que Cuba tuvo primer ministro era el año 1976, posición ocupada por Fidel Castro Ruz quien desde entonces se convirtió en presidente del Consejo de Ministros hasta su retiro.
Pero la reforma constitucional aprobada en abril de este año recuperó esa posición de gobierno.
Marrero, de 56 años y arquitecto de profesión, estaba al frente del Turismo desde que fue designado en 2004 por Fidel Castro, lo que lo hacía el ministro con más tiempo en una cartera gubernamental.
El presidente Díaz-Canel destacó la «honestidad, capacidad de trabajo y fidelidad al Partido Comunista y a la Revolución», además de que cuenta con «rica experiencia en negociación con contrapartes extranjeras», según el mandatario.
El elegido por el presidente fue sorpresivo para muchos, pues no figuraba entre los favoritos a ocupar el puesto, entre ellos Roberto Morales (ministro de Salud), Inés María Chapman (diputada e integrante del Consejo de Ministros).
¿Cuál es su rol?
La nueva Constitución cubana indica que el cargo de primer ministro tiene un periodo de 5 años en los que se convierte en Jefe de Gobierno del país.
El artículo 142 dice que el primer ministro «es responsable ante la Asamblea Nacional del Poder Popular y ante el presidente de la República, a los cuales rinde cuenta e informa de su gestión».
El corresponsal de la BBC en Cuba, Will Grant, dice que «se espera que el nuevo primer ministro sea responsable de las operaciones diarias del gobierno, en teoría liberando algunas responsabilidades que actualmente recaen en el presidente».
«Sin embargo, los críticos dicen que cualquier cambio de este tipo en el gobierno es puramente cosmético, ya que el Partido Comunista de Cuba y los militares siguen siendo realmente las únicas dos instituciones que toman decisiones en la isla», apunta.
A diferencia de otros países, en las que los primeros ministros frecuentemente desempeñan roles políticos centrales, el nuevo cargo implica la supervisión diaria del Consejo deMinistros (gabinete) y la implementación política del país.
William LeoGrande, profesor y experto en el tema Cuba de la American University en Washington, señala que ese cargo en Cuba es diferente al de un sistema multipartidista.
«Es una división de responsabilidades (en Cuba) en lugar de una división de autoridad», señaló a la agencia Reuters.
Surgido «desde la base»
Bajo la administración de 16 años del turismo, Marrero fue artífice del gran aumento en el número de visitantes a la isla, señala Grant, de ahí que fuera elogiado por Díaz-Canel por su manejo de las relaciones con los inversores extranjeros.
El año pasado la isla recibió más de 4 millones de turistas extranjeros, según las cifras oficiales.
El diario estatal Granma señala que Marrero es un político surgido «desde la base» del turismo del país, una de las principales fuentes de divisas.
Marrero inició en el sector de la provincia de Holguín (sureste), y luego pasó a «diferentes cargos en la dirección de hoteles en las provincias orientales y en Varadero», indica una semblanza en el diario.
En 2000 se convirtió en presidente del Grupo de Turismo Gaviota, una de las principales empresas turísticas del Grupo de Administración Empresarial, SA (Gaesa) dirigido por la cúpula militar cubana.
Los hoteles de Gaviota están en una lista de entidades sancionadas por Estados Unidos tras el recrudecimiento del embargo comercial impulsado por el gobierno de Donald Trump.
En 2004 fue designado al frente del Ministerio de Turismo por Fidel Castro.
Sus diferentes puestos lo han llevado a acumular «rica experiencia en negociaciones con contrapartes extranjeras y la participación en eventos internacionales», destacó Díaz-Canel.