La ciudadela inca de Machu Picchu sufrió un penoso daño el pasado fin de semana por el que un turista argentino será juzgado en Cusco y otros cinco viajeros serán expulsados de Perú.
El argentino Nahuel Gómez, de 28 años, recibió una orden de comparecencia restringida mientras dura el juicio en su contra por «afectación al patrimonio cultural de la Nación» y deberá pagar una fianza de unos US$900, según dijo este miércoles la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco.
Según la agencia estatal de noticias de Perú, el abogado de Gómez apeló la medida. El joven podría recibir una pena de tres a ocho años de cárcel.
Los otros cinco turistas quedaron bajo custodia del cuerpo de Seguridad del Estado de la Policía de Perú y serán expulsados del país, le dijo a BBC Mundo José Bastante, jefe del Parque Arqueológico Nacional de Machu Picchu.
Pero ¿qué hicieron estos visitantes para meterse en estos problemas con la ley?
Excremento humano
El grupo de seis extranjeros entró la noche del sábado sin pagar entrada a la ciudadela inca de Machu Picchu, ubicada en la región de Cusco, Perú, y se quedaron hasta la madrugada del domingo.
«Burlaron los controles, ingresaron por la salida y se pasearon por el monumento», le comentó Bastante a BBC Mundo.
Antes del amanecer, los guardaparques del complejo arqueológico notaron la presencia de los turistas, entre los que había cuatro hombres y dos mujeres de Argentina, Brasil, Chile y Francia, y los detuvieron.
Los vigilantes descubrieron que los paseantes habían causado el desprendimiento de una parte de un muro inca y producido un hundimiento en el suelo, en el sector del mirador del Templo del Sol del monumento.
«Inspeccionaron el espacio donde fueron capturados y encontraron que había habido un desprendimiento de un elemento lítico [bloque de unos 20 cm de largo] de la parte superior de un muro», detalló Bastante a BBC Mundo.
«La ciudadela goza de una gran reputación por su conservación, así que el elemento lítico no se desprende así nomás por razones naturales», añadió.
Según la Dirección de Cultura de Cusco, Gómez «aceptó haber causado la caída y fractura del elemento lítico».
Los guardaparques también hallaron excremento humano cerca de la zona donde se produjeron los daños.
Sin embargo, ninguno de los turistas reconoció haber defecado y eso no entra en la acusación contra ninguno de ellos, según dijo Bastante
Penoso
Machu Picchu es Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1983 y es una de las siete maravillas del mundo moderno.
«Se afectó la integridad del monumento arqueológico más importante del Perú e incluso me atrevo a decir de América del Sur», lamentó Bastante.
«Estos comportamientos son penosos y esperamos que esto siente un precedente para que a ningún visitante se le ocurra entrar ilegalmente o mucho menos contravenir las normas», advirtió.