Lula da Silva, expresidente de Brasil, quedó plenamente habilitado para ser candidato en las elecciones presidenciales de 2022.
Así lo determinó la Corte Suprema de ese país, que ratificó este jueves la decisión adoptada por uno de sus jueces que anulaba las condenas dictadas contra el exmandatario.
De esta manera, Luiz Inácio Lula da Silva recupera todos sus derechos políticos.
La resolución fue aprobada por ocho votos a tres y respaldó la posición del magistrado Edson Fachin.
Fachin falló el pasado 8 de marzo a través de una medida cautelar la anulación de las condenas contra Lula.
En 2017, el expresidente recibió penas que sumaban más de 25 años de cárcel.
Antecedentes
Fachin consideró que los dos juicios por los que Lula fue condenado a prisión, y otros dos en los que todavía no se llegó a una sentencia, fueron irregulares.
Uno de sus argumentos fue que los procesos se realizaron en tribunales de la ciudad de Curitiba, a cargo del exjuez Sergio Moro. Según el magistrado, su colega no tenía competencia sobre esos asuntos.
Posteriormente, Moro ejerció durante un año y medio como ministro de Justicia del actual presidente brasileño Jair Bolsonaro.
El argumento de Fachin, encargado por la Corte Suprema para seguir los juicios relacionados con la operación de sobornos bautizada como Lava Jato (que luego se hizo conocida en otros países como el caso Odebrecht), fue que los procesos por los que Lula fue juzgado no tenían vínculos con las posibles acciones irregulares en la empresa estatal Petrobras y por tanto estaban fuera de la jurisdicción de Curitiba.
Este mismo jueves, antes de la sesión que lo exoneró, Lula declaró a una radio local que estaba «muy tranquilo» y «confiado» en que la justicia de su país respaldaría a la decisión de Fachin.
Como los procesos se tramitaron en Curitiba pasarán a tribunales federales de Brasilia, donde deberán ser juzgados nuevamente.
Las acusaciones
Las causas contra el expresidente tienen que ver con un apartamento y una casa de campo que Lula recibió, según las acusaciones, a modo de soborno de empresas.
Se señaló que las entidades privadas vinculadas obtuvieron contratos posiblemente fraudulentos con Petrobras y realizaron supuestas donaciones a una organización del exmandatario llamada Instituto Lula.
En el primero de los casos (el apartamento), Lula fue condenado a 12 años de prisión. En el proceso de la casa de campo la sentencia fue de 17 años, y en el juicio referido al instituto aún no hay sentencia.
Lula, quien llegó a pasar 580 días en prisión por esos casos ahora anulados, proclamó su inocencia desde el primer momento y recurrió a otras instancias judiciales.
«Desde hace cuatro años defendemos que los tribunales de Curitiba no podían juzgarme», declaró este jueves Lula, quien también reiteró que no le preocupa que los procesos sean reiniciados en Brasilia.
«Yo ya probé mi inocencia. Quiero ver ahora que aparezca alguien a probar mi culpa», aseguró el líder del Partido de los Trabajadores.
Luiz Inácio Lula da Silva presidió Brasil entre 2003 y 2010, y con 75 años no descarta su posibilidad de buscar un nuevo mandato.
De hecho, en las últimas semanas recuperó protagonismo por sus severas críticas a la gestión de Jair Bolsonaro.