Lucio Delgado, un joven mexicano de 23 años, vive en mundo de sonidos y sombras densas: es ciego de nacimiento.
En 2013, emigró a Estados Unidos en busca de una mejor educación y oportunidades de vida, y el año pasado se presentó ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de ese país (USCIS, en inglés) para realizar su añorado examen de ciudadanía.
Según contó al canal de noticias CBS News, era un momento muy importante en su vida: «Iba a ser alguien. Iba a enorgullecer a mi familia aquí y allá», dijo a CBS.
Lucio Delgado asegura que se había preparado para la prueba: había aprendido inglés en la escuela y escuchando radio y televisión, así que podría contestar las preguntas en ese idioma. Memorizó también los contenidos que debía responder sobre historia y actualidad de EE UU.
Sin embargo, el día del examen, luego de las preguntas orales llegó uno de los momentos rutinarios de todo examen de ciudadanía, en el que le piden que lea una oración inglés.
Cuando trató de explicar lo obvio -que era ciego-, los oficiales de migración le ofrecieron una «alternativa»: que leyera la misma oración en otro papel, pero con letras más grandes.
La odisea
Delgado, que es considerado legalmente ciego según la ley estatal de Illinois, explicó otra vez al oficial que era totalmente invidente, por lo que pidió que le facilitaran el texto en braille, el sistema de lectura que utilizan las personas con discapacidad visual.
El agente le respondió que no tenían ese sistema y le ofreció nuevamente que leyera el cartel con las letras más grandes.
Otra vez, el joven insistió en que no podía leer nada por la sencilla razón de que su ceguera era total.
Al final, el entrevistador le dijo que debería regresar para otra entrevista, pero que para excluirlo del examen de lectura, debía llevar una carta de un médico que diera fe de su ceguera.
Pero el joven asegura que no puede permitirse una consulta con este tipo de especialistas dado que el joven no tiene seguro médico y es de bajos ingresos.
Recientemente, recibió una carta USCIS en la que le informaban que su solicitud de ciudadanía estadounidense había sido rechazada.
«Desafortunadamente, usted no pudo leer una oración en inglés«, indicaba la carta.
«Lamentablemente, no pudo lograr una calificación aprobatoria en la parte de lectura del examen de naturalización», agregaba.
El rechazo
Desde que se hizo público el caso, la situación por la que pasó el joven mexicano se ha ganado la simpatía de miles de personas en EE UU y ha llevado la lupa hacia los mecanismos que utiliza USCIS para incluir a personas con discapacidad.
«Realmente no esperaba que no me proporcionaran ese elemento tan básico (la prueba en sistema braille). Fue una gran sorpresa, sinceramente», dijo Delgado al diario The Washington Post.
Un portavoz del USCIS respondió al periódico que comenzaron a ofrecer pruebas en braille en noviembre pasado.
Sin embargo, fue meses después de que Delgado se presentara a su examen.
Un abogado del joven informó que USCIS lo había contactado luego de que su historia se filtrara a los medios para ofrecerle otra cita a fines de este mes.
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