Este año a América Latina le tocó vivir el «efecto rebote».
Como el 2020 fue tan duro para las economías del mundo debido a los efectos de la pandemia de covid-19, las tasas de crecimiento de este año a punto de terminar son engañadoras.
La razón es que como el Producto Interno Bruto (PIB) actual se mide en relación al año anterior, pareciera a primera vista, que América Latina dio un salto espectacular.
Pero lo cierto es que se trata de un «efecto rebote» porque la base de comparación es muy baja.
Entonces, mirando hacia el próximo año, las proyecciones de los organismos internacionales nos dan una fotografía un poco más «realista» de cómo están evolucionando los distintos países.
El termómetro más utilizado para evaluar la salud económica de un país es el PIB, sin embargo, hay muchos otros.
Por lo pronto, vamos a darle una mirada a las perspectivas de crecimiento económico, inflación y calificación de riesgo de las economía latinoamericanas.
Crecimiento económico
Si se trata exclusivamente de crecimiento económico, las economías con mejores perspectivas para el próximo año son Panamá, República Dominicana, El Salvador y Perú, según las últimas previsiones de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
La siguiente tabla muestra la lista de países que están incluidos en los estudios del organismo.
Las perspectivas, sin embargo, pueden variar dependiendo de «los avances desiguales en los procesos de vacunación y la capacidad de los países para revertir los problemas estructurales detrás de la baja trayectoria de crecimiento que exhibían antes de la pandemia», señala el organismo en su «Estudio Económico de América Latina y el Caribe» publicado en Octubre.
«Bien posicionados»
Entre las economías más grandes, hay algunas como Chile y Colombia que están «razonablemente bien posicionadas para recuperarse en 2022, incluso en medio de la ansiedad por la variante ómicron» le dice a BBC Mundo Benjamin Gedan, vicedirector del Programa América Latina del centro de estudios Wilson Center, con sede en Washington.
En comparación a otros países de la región, Chile estaría en buena forma, señala el investigador, porque la mayor parte de su población está completamente vacunada y más de la mitad de los chilenos han recibido una de refuerzo.
El Banco Central del país sudamericano proyecta un crecimiento cercano al 2% para el próximo año, aunque la economía podría expandirse más rápido en medio de la creciente demanda de su producción de cobre y litio, precisa Gedan.
Sin embargo, persisten dudas sobre cómo evolucionará el país durante el mandato del presidente electo, Gabriel Boric, y qué ocurrirá con el plebiscito sobre una nueva Constitución en el segundo semestre del próximo año.Colombia, por otro lado, también se encuentra en una posición bastante buena para 2022, agrega el investigador, «a pesar del nerviosismo por sus elecciones presidenciales» y los recuerdos de un 2021 con disturbios sociales.
Entre los países más pequeños, Panamá, está liderando la lista de proyección de crecimiento para el próximo año hecha por la Cepal.
«Parece que se está recuperando muy bien», señala Gedan.
Con la recuperación del comercio mundial, la economía panameña debería ver un fuerte empuje, mientras que el ambicioso programa de infraestructura del presidente Laurentino Cortizo, también puede contribuir a la expansión.
De todos modos, ómicron podría afectar la importante industria turística de Panamá, algo que aún está por verse.
La ola de inflación
Uno de los dolores de cabeza en el mundo y América Latina es la escalada de inflación durante este año.
Aunque el crecimiento se está recuperando paso a paso en la región, el costo de la vida también está subiendo y mucha gente reclama que el salario no le alcanza para comprar suficientes productos.
La mayoría de los gobiernos ha tratado de contrarrestar la ola inflacionaria subiendo las tasas de interés, cuestión que también afecta a los consumidores porque los créditos se encarecen.
El aumento de la inflación ha sido empujado, en parte, por el incremento en el precio de los alimentos, escribió Maximiliano Appendino, economista de la División de Estudios Regionales del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional, FMI.
Hay mucha incertidumbre en el ambiente en relación con los precios de las materias primas, los cuellos de botella en las cadenas de suministro y el aumento de los costos del transporte marítimo, además de la posibilidad de que aparezcan nuevas variantes que agraven la pandemia de covid-19.
Por otro lado, añadió Appendino, la región necesita equilibrar una perspectiva de inflación incierta con el empleo, el cual «todavía está sustancialmente por debajo de los niveles anteriores a la pandemia».
Cómo está la calificación de riesgo
La agencia de calificación de riesgo estadounidense Moody’s Investors Service -como también los hacen Standard & Poor’s y Fitch Ratings- evalúa la solvencia de un país para pagar sus obligaciones financieras.
Es considerado, dentro de muchos otros, un indicador importante para analizar la salud de una economía.
En una escala decreciente la mejor calificación es Aaa y la más baja es C. La siguiente lista ordena los países desde el mejor evaluado al peor evaluado, según Moody’s.
Bajo riesgo crediticio
- Chile (A1)
Riesgo de crédito moderado
- México (Baa1)
- Perú (Baa1)
- Colombia (Baa2)
- Panamá (Baa2)
- Uruguay (Baa2)
Calidad de crédito cuestionable
- Paraguay (Ba1)
- Guatemala (Ba1)
- Brasil (Ba2)
- Rep. Dom. (Ba3)
- Honduras (B1)
- Costa Rica (B2)
- Bolivia (B2)
- Nicaragua (B3)
- El Salvador (Caa1)
- Ecuador (Caa3)
- Argentina (Ca)
- Cuba (Ca)
- Venezuela (C)
Fuente: Moody’s (Diciembre, 2021).
Un difícil 2022
«Las perspectivas de crecimiento de América Latina para 2022 son sombrías», comenta Gedan.
No solo por los efectos económicos que ha dejado la covid-19, sino también porque la región tropezó con la pandemia en mal estado.
El próximo año viene con «una preocupante resaca de deuda y una inflación en aumento», argumenta el investigador.
Desde el plano político, los recortes del presupuesto público podrían desencadenar nuevos episodios de malestar social, como ocurrió, por ejemplo, en Colombia en abril de 2021 en respuesta a las propuestas de reformas económicas, argumenta Gedan.Y en ese sentido, la incertidumbre política en las principales economías de América Latina «ha limitado la inversión que la región necesita para recuperarse».
Esa incertidumbre viene dada por la evolución que puedan seguir, por ejemplo, los nuevos gobiernos de Pedro Castillo en Perú y Gabriel Boric en Chile, y por los resultados de los comicios presidenciales de 2022 en países como Colombia y Brasil.