Un precio es caro o barato en relación con el poder adquisitivo que tienes. Si el costo de la gasolina en Suiza parece a primera vista «carísimo», en realidad no lo es, al compararlo con el nivel de riqueza del país.
Hong Kong tiene el precio más alto del mundo (2,98 dólares el litro, 11,28 dólares el galón), pero no es el más caro para el nivel de vida de su población, según el «ránking de asequibilidad» (gasoline affordability ranking, en inglés) elaborado por Global Petrol Prices, un proyecto de recolección y análisis de datos energéticos.
«Hay países exportadores de petróleo, como Qatar y Kuwait, que mantienen el precio del combustible muy bajo al subsidiarlo, pero también están las economías avanzadas, como Estados Unidos y Australia, donde el combustible es más caro pero los ingresos son altos», explica Neven Valev, director Global Petrol Prices y del Proyecto Economía Global.
«En el otro extremo de la escala se encuentran principalmente los países pobres. La gasolina allí no es especialmente cara pero el nivel de ingresos es muy bajo», agrega.
Es así como Qatar, Kuwait, Luxemburgo, Estados Unidos y Australia son los países con el precio más asequible para el bolsillo de sus habitantes.
En cambio Mozambique, Madagascar, Malawi, Sierra Leona y Ruanda tienen los precios más caros en relación con el nivel de ingresos de cada nación.
La crisis energética
Cuando el mundo está en medio de una crisis energética, el precio de la gasolina se ha vuelto un una preocupación central en la mayoría de los países que deben comprar combustibles en los mercados internacionales para abastecer su demanda local.
El frenético aumento del precio de combustibles como el petróleo, la gasolina, el diésel y el gas ha remecido a la economía global, en medio de una ola inflacionaria que está golpeando duramente el presupuesto de los hogares y causando trastornos en el costo del crédito (por la subida en las tasas de interés) y el crecimiento económico.
Lo que ha pasado, le dice Valev a BBC Mundo, es que «el efecto de la guerra en Ucrania se sumó a la tendencia general de aumento de los precios de la energía a medida que la economía mundial se recuperaba de la pandemia».
Si bien los vaivenes del precio del petróleo en los mercados internacionales afectan el precio de la gasolina que pagan los consumidores, la situación es muy diferente en cada país, dependiendo de si se trata de una nación exportadora o importadora de crudo, si tiene la capacidad de refinarlo, y de otros factores, como de cuánto es el nivel de los subsidios que aplican los gobiernos.
Sin considerar la asequibilidad, otra forma de clasificar a los países es directamente por el costo del litro de gasolina, independientemente del nivel de ingresos de una nación.
Desde esta perspectiva, los precios más bajos están en Venezuela, Libia, Irán, Argelia y Kuwait.
En el otro lado de la balanza, con los precios más altos del mercado, están Hong Kong, Islandia, Zimbabue, Noruega y República Centroafricana.
La gasolina en América Latina
El ránking de asequibilidad compara los precios de la gasolina en 150 países, aunque no todos los latinoamericanos forman parte de la lista.
En la siguiente lista te mostramos los países de la región ordenados desde la nación donde la gasolina es más asequible para su población, hasta aquella donde el precio resulta más caro para sus habitantes.
Esta lista fue elaborada considerando el costo de llenar un tanque de gasolina de 40 litros.
Según este cálculo, los países con la gasolina menos costosa para su población serían Panamá, Chile y Colombia, mientras que los países con el mayor costo son Nicaragua, Honduras y El Salvador.
Es conveniente aclarar que el índice utiliza el dato de Producto Interno Bruto (PIB) per cápita como una medida para estandarizar el ingreso por persona, lo que significa que el cálculo no está basado en un análisis de la media del ingreso mensual que reciben las personas o los hogares.
¿Qué puede pasar a futuro?
A principios de año, el precio promedio mundial de la gasolina fue de 1,23 dólares por litro.
Con el paso de los meses fue subiendo, hasta que a fines de junio alcanzó el punto más alto, cuando llegó a 1,50 dólares por litro.
Actualmente, está siguiendo una curva descendente que lo sitúa en 1,31 dólares, es decir, los precios se estarían acercando al nivel anterior a la guerra.
Algo parecido está ocurriendo con el petróleo, en el sentido de que «la mayoría de las previsiones apuntan a una disminución lenta y gradual de los precios del crudo hasta los niveles anteriores a la guerra», argumenta.
«El impulsor clave de esa tendencia es la desaceleración de la actividad económica en todo el mundo», dice Valev.
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