Crece la indignación en Turquía por el hecho de que la deficiente aplicación de la normativa haya contribuido al derrumbe de muchos edificios durante los terremotos de este lunes.
La BBC ha comprobado casos de edificaciones recién construidas que se derrumbaron.
Un edificio de Malatya (que se ve abajo) se terminó de construir el año pasado y por las redes circularon capturas de pantalla de un anuncio que decía que estaba «terminado de acuerdo con las últimas normativas antisísmicas».
El texto afirmaba que los materiales y la mano de obra utilizados eran de «primera calidad».
Ya no hay rastro de este anuncio, pero varias personas habían tomado fotos y vídeos y los habían colgado en internet. El anuncio coincide con el estilo de otros similares en el sitio web de la empresa.
Otro bloque de apartamentos de reciente construcción en la ciudad portuaria de Iskenderun también fue fotografiado y se observa en gran parte destruido.
La empresa constructora de este edificio publicó una imagen en la que mostraba que se había terminado en 2019.
La BBC verificó que la imagen del edificio destruido (derecha) coincide con la ubicación de la foto publicitaria de la empresa del bloque (izquierda).
Otro edificio que se inauguró en Antakya en 2019 también puede verse destruido en una imagen verificada por la BBC.
Hemos encontrado un vídeo de la ceremonia de inauguración del complejo de viviendas, de noviembre de 2019, en el que el propietario de una empresa constructora implicada dice: «El proyecto de la ciudad de Guclu Bahce es especial en comparación con los demás por su ubicación y sus cualidades constructivas.»
Aunque los seísmos fueron potentes, los expertos afirman que los edificios construidos de forma correcta deberían haber podido mantenerse en pie.
«La intensidad máxima de este terremoto fue violenta, pero no necesariamente suficiente para derribar edificios bien construidos», afirmó David Alexander, catedrático de Planificación y Gestión de Emergencias del University College de Londres.
«En la mayoría de los lugares, el nivel de sacudida fue inferior al máximo, por lo que podemos concluir que, de los miles de edificios que se derrumbaron, casi todos no cumplen ningún código de construcción antisísmica razonablemente esperado«.
Incumplimiento de la normativa de construcción
Las normas de construcción se han endurecidoen Turquía tras catástrofes anteriores, como la más reciente ocurrida en 2018.
También se introdujeron normas de seguridad más estrictas tras el terremoto de 1999 en torno en la ciudad de Izmit, en el noroeste del país, en el que murieron 17.000 personas.
Las últimas normas exigen que las estructuras de las regiones sísmicas utilicen hormigón de alta calidad reforzado con barras de acero. Las columnas y vigas además deben estar distribuidas de forma que absorban de manera eficaz el impacto de los seísmos.
Sin embargo, estas leyes se han aplicado mal.
«En parte, el problema es que hay muy poca adaptación de los edificios existentes, pero también hay muy poca aplicación de las normas de construcción en las nuevas construcciones», aseguró el profesor Alexander.
El gobierno ha concedido «amnistías de construcción» periódicas -en la práctica, exenciones legales con el pago de una tasa- a aquellas estructuras construidas sin los certificados de seguridad exigidos. Se vienen aprobando desde la década de 1960 (la última en 2018).
Los críticos llevan tiempo advirtiendo de que tales amnistías suponen un riesgo de catástrofe en caso de un terremoto de gran magnitud.
Hasta 75.000 edificios en la zona afectada por el terremoto en el sur de Turquía han recibido amnistías de construcción, según Pelin Pınar Giritlioğlu, responsable en Estambul de la Cámara de Urbanistas de la Unión de Cámaras de Ingenieros y Arquitectos de Turquía.
Pocos días antes de la última catástrofe, los medios de comunicación turcos informaron de que estaba pendiente la aprobación parlamentaria de un proyecto de ley que concedería una nueva amnistía para las obras de construcción recientes.
El geólogo Celal Sengor declaró a principios de año que aprobar este tipo de amnistías para la construcción en un país desgarrado por fallas geológicas equivale a un «crimen».
Después de que un terremoto mortal sacudiera la provincia occidental de Esmirna en 2020, un informe del servicio turco de la BBC reveló que 672.000 edificios de Esmirna se habían beneficiado de la última amnistía.
Este mismo informe citaba que el Ministerio de Medio Ambiente y Urbanismo había declarado en 2018 que más de 50% de los edificios de Turquía -lo que equivale a casi 13 millones de edificios- se habían construido infringiendo la normativa.
Nos hemos puesto en contacto con el Ministerio de Medio Ambiente y Urbanismo para obtener comentarios sobre las normas de construcción en Turquía tras los terremotos más recientes y dijeron lo siguiente: «Ningún edificio construido por nuestra administración se ha derrumbado. Los estudios de evaluación de daños continúan rápidamente sobre el terreno».