Después de que los humanos abandonaran Chernobyl tras del accidente en su reactor nuclear, los animales comenzaron a ocupar la zona de exclusión.
A pesar de los niveles de radiación peligrosamente altos, la vida silvestre ha prosperado, incluidas las especies que antes no vivían allí.
El investigador Serhiy Hashchak ha documentado sus vidas a través del lente de su cámara, que ha logrado capturar extraordinarias imágenes de los animales salvajes que viven en Chernobyl.
Cuenta que en todos los años que lleva trabajando en la zona, no ha visto evidencia de los efectos de la radiación en los animales. «No he visto mutantes», dice.