Es una rara especie de rana con piel translúcida nativa de centro y Sudamérica y acaba de ser vista en Bolivia por primera vez en 18 años.
Es la llamada «rana de cristal de Cochran» y tres ejemplares de éstas fueron descubiertas por varios ecologistas a principios de este mes en un parque nacional boliviano.
Los minúsculos anfibios pesan sólo entre 70 y 80 gramos y miden entre 19 y 24 mm.
Y se les llama «ranas de cristal» por la piel que es tan translúcida que se pueden ver los órganos internos a través del vientre.
Algunos ejemplares la tienen tan transparente que incluso permite apreciar al corazón latiendo.
Se informó que las que fueron descubiertas en Bolivia tienen el pecho blanco, y los huesos y el saco vocal —la membrana flexible bajo la boca cuya función principal es amplificar su llamado para aparearse— de los machos se describen de color verde oscuro.
Las ranas de Cochran habitan en los bosques lluviosos de montaña, principalmente en los Andes.
El hallazgo de Bolivia se produjo a principios de mes en el Parque Nacional Carrasco, al este de Cochabamba, cuando un equipo de investigadores del Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny realizaba una misión de rescate de reptiles y anfibios cuyo hábitat está amenazado por un proyecto hidroeléctrico.
«El redescubrimiento de esta especie nos brinda un rayo de esperanza para el futuro de las ranas de cristal, uno de los grupos de anfibios más carismático del mundo, pero también para otras especies», le dijeron Rodrigo Aguayo y Oliver Quinteros a la agencia de noticias AFP.
Las tres ranas fueron trasladadas al Centro de Conservación de Anfibios K’ayra, del Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny, donde los científicos esperan lograr su reproducción.
«Es acá donde además de conocer más sobre sus características e historia natural, se pretende lograr su reproducción ex situ (fuera de su hábitat natural) y su posterior repoblamiento, como parte de una estrategia de conservación», señalaron los investigadores.
Biodiversidad
Bolivia, y el resto de América Latina, tiene algunos de los ecosistemas más ricos del planeta.
Según la Convención sobre Diversidad Biológica, está en la lista de los 15 países más biodiversos del mundo y al menos 24 nuevas especies han sido descubiertas en el país desde 2014.
Pero muchas especies, incluidas las ranas de Cochran, están amenazadas por a la destrucción y degradación de su hábitat.
En el Centro K’ayra también se encuentran otras famosas ranas.
Allí está Romeo, que llegó a ser conocida como «la rana más solitaria del mundo».
Antes de conocer a Julieta y a otras cuatro ranas sehuencas que fueron descubiertas el año pasado, Romeo era el último ejemplar conocido de su especie.
Los especialistas del museo están intentando reproducir a la pareja, pero hasta ahora no han tenido éxito.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional