La prohibición de alquilar monopatines eléctricos entró este viernes en vigor en París como respuesta al creciente número de heridos e incluso de muertos.
Solo en 2022, tres personas murieron y 459 resultaron heridas en accidentes que involucraron estos monopatines, que se alquilaban a través de aplicaciones de celular.
La medida llegó luego de una votación que hizo en abril sobre el tema en la que casi el 90% de quienes participaron se manifestaron a favor de la prohibición. Sin embargo, menos del 8% de los ciudadanos con derecho a votar acudieron a las urnas.
París es ahora una de las primeras capitales en prohibir estos vehículos eléctricos, sólo cinco años después de haber sido una de las primeras en adoptarlos.
«Aunque ha habido algunos progresos, al final el saldo es negativo. La anarquía era insoportable», dijo este jueves David Belliard, encargado de movilidad en la alcaldía de París.
Durante un tiempo, hasta 12 empresas de estos monopatines llegaron a operar simultáneamente en la ciudad. Unas 800 personas trabajaban en este negocio.
La votación significó un triunfo político para la alcaldesa, Anne Hidalgo, quien después de haber sido quien introdujo estos vehículos de alquiler en las calles, se convirtió en la voz de todas las personas a las que los monopatines eléctricos les resultaban molestos.
A principios de este año, convocó a las urnas, en respuesta al número creciente de accidentes.
Uno de los accidentes que más conmoción causó ocurrió en junio de 2021, cuando un monopatín eléctrico en el que viajaban dos personas, algo que no estaba permitido, atropelló a una mujer italiana de 31 años, que murió al golpearse la cabeza contra el pavimento y sufrir un paro cardíaco.
También se había convertido en un problema que los usuarios dejaban los monopatines abandonados en cualquier sitio e incluso muchos habían acabado en el fondo del Sena.
El aparcamiento de estos monopatines estaba regulado, pero los usuarios ignoraban en gran medida la norma. GETTY IMAGES
Hidalgo dijo que personalmente se oponía a estos monopatines, pero que respetaría la decisión de los votantes, fuera cual fuera el resultado del referendum.
La votación se realizó con una publicidad mínima.
Lo que ocurrió fue obvio y previsible. Las personas mayores, que votan con regularidad y suelen detestar los monopatines eléctricos, acudieron en masa.
Como resultado, y para disgusto de turistas y algunos transeúntes, 15.000 monopatines eléctricos fueron removidos de las calles de París luego de que el ayuntamiento no renovara la licencia de las empresas que los operaban.
Los monopatines privados seguirán siendo permitidos.
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