La científica Kathy Sullivan lleva una vida de altibajos, literalmente.
En 1984 esta oceanógrafa y astronauta fue la primera mujer estadounidense en realizar una caminata espacial.
Ahora, 36 años después, Sullivan se convirtió en la primera mujer en llegar al Challenger Deep, el punto más profundo del océano que se haya conocido, ubicado en el Pacífico sur.
Ambos logros también la convierten en el primer ser humano que viaja al espacio y llega a lo profundo del océano, un lugar que han visitado solo ocho personas.
La hazaña se logró el 7 de junio y el anuncio lo hizo Victor Vescovo, un empresario y aventurero que viajó junto a Sullivan y que tiene el récord de ser la primera persona en llegar a los 5 puntos más profundos del océano.
“Fue un día extraordinario, un día único en la vida”, dijo Sullivan en un comunicado de la empresa EYOS Expeditions, que estuvo a cargo de la misión submarina.
Misión extrema
Sullivan y Vescovo se sumergieron en el Limiting Factor (LF), un vehículo diseñado para grandes profundidades.
Los expedicionarios se sumergieron a una profundidad de casi 11 kilómetros.
Después de 4 horas de ascenso, el LF volvió a la superficie, desde donde se coordinó una llamada con la Estación Espacial Internacional, que en ese momento estaba a una altura de 408 km.
“Dos grupos de humanos que utilizan tecnología de punta para explorar los confines de nuestro mundo”, dijo Rob McCallum, uno de los líderes de la expedición de EYOS.
El LF puede soportar presiones equivalentes a 2.200 toneladas y es el primer vehículo que ha viajado en varias ocasiones al punto más profundo del océano.
Cómo es el Challenger Deep
El punto Challenger Deep está ubicado en la fosa de las Marianas, en el Pacífico Sur, a unos 300 km de Guam.
Su nombre lo toma del HMS Challenger, el barco que por primera vez sondeó la profundidad de la zona, en 1875.
Las trincheras oceánicas son una de las últimas fronteras del planeta.
Anteriormente se pensaba que eran áreas desoladas, pero en realidad el mar profundo rebosa de vida.
Ahí se han encontrado nuevas especies de crustáceos anfípodos, muy parecidos a los camarones.
También hay una creciente evidencia de que son sumideros de carbono, que desempeñan un papel en la regulación de la química y el clima de la Tierra.
En 2019, sin embargo, en una misión a la fosa de las Marianas, Vescovo no solo observó la riqueza marina, sino también una bolsa de plástico y envoltorios de dulces, un hecho que se vio como una confirmación del impacto causado por los humanos, incluso en los lugares más remotos del planeta.
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