«¡Es una doble! Es imposible que sea Kate».
El primer video que apareció en mis redes sociales esta mañana mostraba a una persona haciéndose pasar por un detective aficionado promoviendo una falsa teoría de la conspiración según la cual las imágenes de la princesa de Gales paseando por un mercado agrícola con su marido, publicadas por el tabloide británico The Sun, eran en realidad de una conocida imitadora profesional.
No hay pruebas que sugieran que este sea el caso, pero esa publicación es un ejemplo de las falsas teorías que se propagan por las redes sociales sobre la salud de Catherine, la princesa de Gales.
Tanto las preguntas genuinas como las afirmaciones descabelladas se han disparado por su ausencia de la vida pública, tras la operación abdominal a la que se sometió en enero.
El palacio de Kensington ya había declarado que la princesa se está recuperando y que se espera que vuelva a la vida pública después de Semana Santa.
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Esa explicación no ha podido contener el frenesí de las redes sociales, al que también contribuyen los medios de comunicación y que llena un vacío de información, que se asemeja a otro casos que he investigado y que han causado graves daños a personas en su vida real.
Y es que además que pueden herir a familiares y amigos también, en general, erosiona la confianza pública.
Nueva dimensión
Los rumores y comentarios sobre Kate, que ya se encontraban muy activos en las redes sociales, alcanzaron una nueva dimensión cuando se supo que una foto de la princesa junto a sus hijos, publicada por el palacio real en el Día de la Madre, había sido editada.
La princesa se disculpó al día siguiente y asumió la responsabilidad de haber modificado la imagen.
Y si bien no hay indicios de que las nuevas imágenes sobre ella hayan sido alteradas, eso no ha impedido que se suscitaran más teorías conspirativas y sátiras de todo tipo.
La historia sobre un posible doble, que se originó en redes sociales, no solo me fue recomendada en TikTok sino que también la vi aparecer promocionada en X, conocida antes como Twitter.
Los algoritmos de ambos sitios promueven contenidos basados en lo que creen que los usuarios podrían querer ver.
Eso hizo que a lo largo del día, decenas de videos y publicaciones que promovían esta teoría de la conspiración me fueran recomendados activamente tanto en mi la pestaña «Para ti» de TikTok como en mi feed en X.
Descubrí que en menos de 24 horas las falsas afirmaciones sobre una doble de Kate habían acumulado más de 12 millones de visitas en X y más de 11 millones en TikTok, según los propios datos de las redes sociales.
Me pregunté qué tipo de usuarios compartían esta clase de contenido.
“Preocupación pública”
En X, las cuentas solían estar en Estados Unidos y se dedicaban a publicar mensajes sobre la princesa de Gales casi cada hora.
Varias tenían el símbolo azul que se le solía conceder a cuentas verificadas. Un símbolo que ahora se puede comprar a cambio de que tu contenido tenga más protagonismo en la red social.
Envié mensajes a decenas de TikTokers de todo el mundo que publicaban estos videos, muchos de los cuales ampliaban y analizaban los rasgos faciales de la princesa de Gales y los comparaban con los de las imágenes de la supuesta doble.
Una TikToker estadounidense llamada Esmerelda llegó a más de 2,9 millones de personas con su video.
Me contó que nunca antes había publicado sobre la familia real, pero que se sintió motivada al sentir que había una “verdadera preocupación pública”.
«Normalmente intento responder a la gente que hace afirmaciones y resumir lo que se dice en general, tanto si estoy de acuerdo con la misma teoría como si no», me dijo.
«Si descubro que una teoría en concreto estaba equivocada, no tengo ningún problema en hacer otro video y decir: ‘Oye, esta teoría ha sido desmentida y ésta es la razón'», comentó.
¿Libertad de expresión?
Carry, una usuaria de Alemania que compartía la misma teoría de la conspiración, me dijo que no se «siente culpable» por sus publicaciones en TikTok.
«En mi opinión, el mayor bien es la libertad de expresión, y esto también debería poder representarse en las redes sociales», justificó.
Los medios de comunicación también han sido acusados de repetir y compartir teorías conspirativas sin pruebas publicadas en Internet. Pero es en las redes sociales donde los contenidos parecen ser más extremos, además de llegar a millones de personas, muchas más que a través de los medios tradicionales en muchos casos.
A pesar de que no hay indicios de que las imágenes en las que se ve a Kate y su marido comprando hayan sido alteradas, los “detectives” de las plataformas sociales siguen compartiendo videos como este, acumulando millones de visitas y nuevos seguidores.
Según las directrices de TikTok, la red social no permite «contenidos engañosos o falsos que puedan causar un daño significativo a las personas o a la sociedad, independientemente de la intención».
También dijo anteriormente que el sitio está «reduciendo el alcance de los contenidos que promueven conspiraciones» sobre la familia real y otros grupos poderosos que forman parte de tramas siniestras sin pruebas.
X no respondió a la petición de la BBC para comentar sobre estos mensajes. Sus directrices afirma que defender y respetar la voz del usuario es uno de sus valores fundamentales.