El fundador de Wikileaks, Julian Assange, no puede ser extraditado de Reino Unido a Estados Unidos debido a problemas de salud mental, dictaminó este lunes una Corte británica.
Al dar a conocer su dictamen, la jueza distrital Vanessa Baraitser consideró «demostrado» que el australiano de 49 años presenta riesgo de suicidio y podría quitarse la vida si es procesado en EE UU, donde enfrenta cargos por la publicación de miles de documentos clasificados en 2010 y 2011.
Estados Unidos afirma que las filtraciones violaron la ley y pusieron en peligro vidas. Assange ha luchado contra la extradición y dice que el caso tiene motivaciones políticas.
Las autoridades estadounidenses dijeron que apelarán el fallo.
«Un hombre deprimido y algunas veces desesperado»
La jueza Baraitser detalló la evidencia de las autolesiones de Assange y sus pensamientos suicidas.
«La impresión general es de un hombre deprimido y algunas veces desesperado, que teme de su futuro».
«Al enfrentar condiciones de aislamiento casi total sin los factores de protección que limitaron sus riesgos en HMP Belmarsh [la cárcel británica donde está recluido], estoy convencida que los procedimientos descritos por EE UU no evitarán que el señor Assange encuentre una manera de suicidarse y por esa razón he decidido que la extradición sería opresiva por causa de daño mental», agregó.
De ser condenado en EE UU, Assange enfrentaría una pena de cárcel de 175 años, sostienen sus abogados. Sin embargo, el gobierno estadounidense ha dicho que la sentencia más probablemente sería de entre cuatro y seis años.
EE UU acusa a Assange de 18 cargos, incluyendo el hackeo de las bases de datos del ejército estadounidense para adquirir información sensible secreta relacionada con las guerras en Afganistán e Irak que luego publicó en el sitio web de Wikileaks.
El australiano sostiene que la información puso al descubierto los abusos perpetrados por las fuerzas militares de EE UU.
Assange fue encarcelado por 50 semanas en mayo de 2019 por violar las condiciones de su libertad condicional cuando se refugió en la embajada de Ecuador en Londres. Allí permaneció siete años, desde 2012 hasta su arresto en abril de 2019.
En el período en el que se asiló en la embajada, estaba enfrentado un pedido de extradición a Suecia por cargos de asalto sexual que él negaba. El caso fue luego abandonado.