De pie en un aula vacía en la que enseñó inglés en la década de 1990, Jill Biden dio un emotivo discurso en la convención del Partido Demócrata en agosto, después de que su esposo, Joe Biden, fuera nombrado oficialmente como candidato presidencial para las elecciones de EE.UU.
Al terminar su mensaje, el ahora presidente electo Biden apareció en la escena, la abrazó y elogió sus cualidades como futura primera dama de EE.UU.
«Para todos ustedes en todo el país, piensen en su profesor favorito, en el que les dio la confianza para creer en ustedes mismos. Ese es el tipo de primera dama que será Jill Biden», dijo el entonces candidato.
Meses después, con la victoria de su marido en las elecciones, Jill Biden se proyecta como la nueva primera dama, pero no será tan ajena al cargo.
Joe Biden fue vicepresidente durante el gobierno de Barack Obama, entre 2009 y 2017, por lo que ella fue la «segunda dama» de EE.UU.
Desde esta posición, promovió causas educativas y tuvo un acceso privilegiado a Michelle Obama, la entonces primera dama. Trabajó con ella en iniciativas como «Joining Forces», para ayudar a los veteranos de EE.UU.
¿Qué más sabemos de Jill Biden y qué podemos esperar de su trabajo mientras acompaña a su esposo en la Casa Blanca?
Vida personal
Jill Jacobs nació en junio de 1951 en el estado de Nueva Jersey. La mayor de cinco hermanas, creció en Willow Grove, un suburbio de Filadelfia.
Casada en segundas nupcias con su actual marido, antes estuvo cinco años casada con el exjugador de fútbol americano universitario Bill Stevenson.
Conoció a Joe Biden después de que éste perdiera a su primera esposa y a su hija de 1 año en un accidente automovilístico en 1972. Sus hijos Beau y Hunter sobrevivieron al accidente.
Jill cuenta que un hermano de Joe los presentó en 1975. En ese momento, él ya era senador por el estado de Delaware y ella todavía estaba en la universidad.
«Yo era estudiante de último año, y había estado saliendo con chicos que usaban jeans, zuecos y camiseta. Pero él vino a tocar la puerta vestido con un abrigo deportivo y mocasines, y pensé: ‘Dios, esto nunca va a funcionar, ni en un millón de años’. ¡Era nueve años mayor que yo!», contó Jill en una entrevista con la revista Vogue en 2016.
«Pero fuimos a ver a ‘Un hombre y una mujer’ al cine en Filadelfia, y realmente nos llevamos bien», agregó sobre la primera cita de la pareja.
Jill dijo también que Joe le propuso matrimonio cinco veces antes de que ella aceptara.
«No podía permitir que ellos [los hijos de Joe] perdieran a otra madre. Así que tenía que estar 100% segura», explicó.
La pareja se casó en Nueva York en 1977. Su hija, Ashley, nació en 1981.
«Creo que me conoce mejor de lo que yo me conozco a mí mismo», dijo Joe Biden sobre su esposa en una entrevista en agosto con la periodista Rita Braver, de la cadena CBS, socia de la BBC en EE.UU.
«‘¿Cómo conseguiste este numero?’ Esas fueron las primeras palabras que le dije a Joe cuando me llamó de la nada un sábado de 1975. Esta noche estaré hablando en la Convención Demócrata. ¡Espero que sintonicen!», escribió Jill Biden antes de su participación en la Convención.
Cuando dio su mensaje para respaldar la candidatura de su esposo, Jill Biden habló sobre su familia y las luchas que han enfrentado.
«Sé que si le confiamos esta nación a Joe, él hará por tu familia lo que hizo por la nuestra: unirnos y sacarnos adelante en momentos de necesidad, cumplir la promesa de Estados Unidos para todos nosotros», dijo durante su discurso.
Pero su mensaje no solo buscaba promover a su esposo. El pronunciarlo desde un aula de clases fue un guiño a su larga carrera en la educación y un gesto simbólico de las preocupaciones que tendría como primera dama de EE.UU.
La maestra
Jill Biden, de 69 años, tiene una licenciatura y dos maestrías, y obtuvo un doctorado en educación en la Universidad de Delaware en 2007.
La próxima primera dama ha pasado décadas trabajando como profesora. En los años 80, enseñó inglés en un hospital psiquiátrico para adolescentes.
Entre 1991 y 1993, enseñó inglés en la escuela secundaria pública Brandywine, de Delaware. El discurso en la Convención Demócrata lo dio precisamente en el que había sido su antiguo salón de clases en esta escuela.
Los siguientes 15 años, Jill Biden fue profesora en el colegio comunitario Delaware Technical & Community College.
Tras el triunfo de Obama y Biden en 2009, se mudó a Washington D.C., pero siguió enseñando inglés en el Northern Virginia Community College
«Enseñar no es lo que hago. Es lo que soy«, tuiteó antes del discurso de la Convención.
Pero sus actividades durante el gobierno de Obama se extendieron mucho más allá de las aulas, pues al mismo tiempo que enseñaba, cumplió sus tareas como segunda dama.
Política
En este cargo, se dedicó a promover los colegios comunitarios (centros de educación superior de EE.UU.), a los que siempre se refirió como «uno de los secretos mejor guardados de EE.UU.», según la página de la Casa Blanca de Obama.
En 2010, fue anfitriona de la Cumbre de la Casa Blanca sobre Colegios Comunitarios, que buscaba «resaltar el papel de los colegios comunitarios en el desarrollo de la fuerza laboral de EE.UU.».
También se dedicó a la defensa de las familias militares y, junto con Michelle Obama, lanzó la iniciativa «Joining Forces», para ayudar a los veteranos y sus familias a acceder a programas educativos y recursos laborales.
Además, en 2012, publicó un libro para niños llamado «Don’t Forget, God Bless Our Troops» basado en la experiencia de su nieta Natalie, hija de Beau Biden, de estar en una familia militar.
Beau, quien murió de cáncer en 2015, había estado desplegado con la Guardia Nacional en Irak en 2008, durante un año.
Otra de las líneas de acción de Jill Biden ha sido la lucha contra el cáncer de mama, incluso desde antes de ser segunda dama.
En 1993, fundó la Iniciativa Biden para la Salud de Mamas, para crear conciencia sobre la detección temprana, después de que cuatro amigas fueran diagnosticadas con este cáncer, según cuenta la Casa Blanca.
¿Qué hará ahora que estará en el centro de los reflectores como Primera Dama?
Qué se espera
Jill Biden será una primera dama «activa», cree Mark Johnson, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Rice, de EE.UU.
Aunque no será «política» en el sentido partisano como lo fue Hillary Clinton, pues eso la convertiría en blanco de ataques, aclara el experto.
«Esperaría que siguiera más el patrón de Michelle Obama, que se involucró en actividades políticas, pero en aquellas que eran más unificadoras que divisivas, como enfocarse en los veteranos, el bienestar infantil, pero no en tratar de que se aprobara un seguro de salud para todos o algo que fuera más político», comenta Johnson.
«Y si queremos sacar algo de su discurso de la Convención, es que la educación es un tema importante para ella, así que esperaríamos que se enfoque en esto durante su gestión», dice también.
Karen Kedrowski, directora del Centro Carrie Chapman Catt de Mujeres y Política de la Universidad del Estado de Iowa, también cree que Jill Biden se dedicará a temas educativos.
«Tiene un doctorado en Educación y ha enseñado mucho tiempo en colegios comunitarios así que es especialmente defensora de estos colegios y de cómo les sirven a los estudiantes que de otra forma no accederían a educación superior», dijo la experta a BBC Mundo.
En la entrevista de agosto con CBS, la periodista Rita Braver le preguntó a Jill Biden si creía que seguiría enseñando en el caso de convertirse en primera dama.
«Eso espero», respondió.
«¿En serio?», replicó Braver.
«Me encantaría. Si llegamos a la Casa Blanca, voy a seguir enseñando. Es importante, y quiero que la gente valore a los profesores y conozcan sus contribuciones y elevar la profesión», dijo Jill Biden.
Pero el profesor Johnson cree que si de verdad siguiera enseñando, sería solo de manera simbólica.
«Si de verdad lo hace, será puramente simbólico porque puede tener un efecto más positivo desde su plataforma como primera dama», dijo el analista.
Pero Kedrowski ve difícil la logística de que Jill Biden continúe enseñando, por las demandas de tiempo de su cargo en la Casa Blanca y porque si enseñara en persona, «los agentes del servicio secreto» tendrían que estar en la escuela en la que trabaje.
Además, ninguna primera dama de EE.UU. ha mantenido otro trabajo mientras ha estado en la Casa Blanca.
Pero como demostró durante sus años como «segunda dama», Jill Biden también tiene otras áreas de interés además de la educación.
«También es muy activa en la prevención del cáncer de mama. Creo que también es probable que continúe con la iniciativa de Michelle Obama para promover la actividad física. Ella es una corredora, así que le interesan esos temas. Imagino que además seguirá trabajando para proveer servicios a los familiares de los veteranos», opinó Kedrowski.
En una entrevista con la cadena CNN en septiembre, Jill Biden dijo que «relanzaría ‘Joining Forces'».
«[Cuando era segunda dama] le pregunté a Beau en qué deberíamos estar trabajando Michelle y yo y me dijo ‘en salud mental’, así que necesitamos expandir los servicios de salud mental para los miembros de los servicios [militares]», dijo a CNN y agregó que las escuelas también necesitan lo mismo.
En opinión del profesor Johnson, Jill Biden haría bien en seguir promoviendo estas causas pues «son temas que unen a la gente».
Experiencia previa
Además de las áreas de preocupación de Jill Biden, Johnson destaca la ventaja que le confiere el haber sido segunda dama durante ocho años.
«Luego de ver durante ocho años a Michelle Obama, tiene una idea clara de las responsabilidades y retos de una primera dama», dijo el experto.
«Obama fue una primera dama muy exitosa y Jill Biden tiene el lujo de haberla visto de cerca, así que uno esperaría que emule muchas de las prácticas exitosas de su antecesora», añadió.
A diferencia de Melania Trump, que eligió un estilo más reservado que otras primeras damas, Jill Biden está más acostumbrada a estar en el ojo público, señala Kedrowski.
«Entiende el poder de una primera dama para promover causas», dice la experta.
Johnson cree que Biden «está mejor preparada que quizá cualquier otra primera dama aparte de Barbara Bush [esposa de George W.H. Bush y segunda dama durante el gobierno de Ronald Reagan]».
«Y creo que Jill Biden tuvo una mejor relación, más cercana con Obama, que Barbara Bush con Nancy Reagan», señala.
Entonces Johnson piensa que Jill Biden «junto a Barbara Bush será la primera dama más experimentada que hemos tenido».