Cuando Facebook compró la aplicación de fotos Instagram en 2012 por US$1.000 millones, muchos se asombraron de lo mucho que había valorado el gigante tecnológico una startup que apenas tenía 18 meses de vida.
Pero si avanzamos rápidamente hasta 2017 observamos que, aunque Instagram continúa siendo la hermana pequeña de Facebook, ha crecido enormemente.
Ya tiene una comunidad de 700 millones de usuarios que ha logrado eclipsar tanto a Twitter como a Snapchat.
Con sus filtros fotográficos mejorados y la incorporación de «Historias», una función que permite a los usuarios publicar videos cortos que desaparecen a las 24 horas, la plataforma se ha convertido en un gran éxito que autónomos y pequeñas organizaciones usan para atraer audiencias.
¿Cómo puedes usarla para ganar dinero?
«Instagram es tu escaparate», le cuenta a la BBC Donna McCulloch, una estilista de moda que trabaja con el pseudónimo de Sulky Doll.
«La gente ya no pide tarjetas de negocios; preguntan por el alias de Instagram. Es instantáneo. Ambos sacan el teléfono y ya están conectados».
La instructora de yoga Cat Meffan publica sus glamurosas imágenes haciendo impresionantes poses en escenas pintorescas de lugares de todo el mundo para inspirar a sus más de 77.000 seguidores.
Pero también le sirven para sacar adelante su propio negocio.
«Vendí todas las entradas para mi primer retiro de yoga en tan sólo cinco días y todo lo que hice fue publicar un post en Instagram», explica.
«Me sorprendí y emocioné al mismo tiempo. Es el poder de Instagram».
El poder del «hashtag»
Cat dice que tarda más de una hora en pensar y escribir los textos que acompañan a sus fotos. A veces, esa tarea la lleva incluso más tiempo que lo que se demora en tomar la foto.
«A veces hago sesiones de fotos con mi pareja, pero normalmente las tomo yo misma con un autodisparador o con el celular».
Al igual que Donna, Cat piensa que agregar hashtags (etiquetas seguidas del signo numeral) a las fotos es una manera útil de obtener nuevas audiencias.
Al buscar #yoga, por ejemplo, vemos sus imágenes entre los resultados, mientras que en el caso de Donna, aparecerán al escribir #OOTD (siglas en inglés de «outfitdel día») entre las más populares.
«Es una buena forma de encontrar a gente con ideas afines», dice Cat.
«Historias» cercanas
Ambas usan también la herramienta «Historias» para publicar videos que, según explican, las muestran tal y como son en la vida real y hacen de contrapeso a la naturaleza artificial de las imágenes que publican muchos instagramers.
«Las Historias permiten a la gente comprender mejor cómo eres tú como persona y como marca», dice Donna.
«El mayor cumplido es cuando te dicen que eres igual en la vida real que en tu página de Instagram», Donna McCulloch, estilista de moda (@sulkydollstyling)
«Es como mirar lo que hay tras las cortinas. El mayor cumplido es cuando la gente te dice que eres igual en la vida real que en tu página de Instagram».
Temas concretos
Tanto Cat como Donna han construido sus páginas de Instagram en torno a temas muy específicos: el yoga y el bienestar, y la moda, respectivamente.
Eso es importante si quieres incrementar tu número de seguidores, dice Danny Coy, un fotógrafo con 173.000 seguidores que ahora trabaja también como asesor de Instagram.
Por unos US$400 al mes, su empresa Vibrance asegura que puede hacer que una cuenta gane hasta 2.000 seguidores en cuatro semanas.
Las técnicas para atraer seguidores incluyen publicar regularmente y tener a mano un banco de imágenes para usar cuando sea necesario.
«No hace falta que publiques cada día, pero sí hacerlo en los momentos de mayor audiencia», dice el fotógrafo.
Coherencia narrativa
«Es importante mantenerte en tu nicho de mercado». explica Coy.
Eso es también lo que aconseja Instagram.
«Si cuentas una historia diferente cada vez que usas Instagram, la gente tendrá dificultades para comprender lo que estás tratando de comunicar», dice Jen Ronan, directora de desarrollo de marca en Instagam para Europa, Oriente Medio y África.
«Asegúrate de que has pensado bien en lo que quieren saber tus clientes y de que eres consistente a la hora de reforzarlo con el tiempo».
«Si cuentas cada vez una historia diferente, la gente tendrá dificultades para comprender lo que tratas de comunicar», Jen Ronan, directora de desarrollo de marca en Instagram
Danny Coy dice que muchos de sus clientes son empresas que buscan incrementar su número de seguidores para parecer más «auténticas» en la plataforma.
«De vez en cuando aparece un prometedor fotógrafo que se siente incapaz de obtener la cifra que se merece. Todo el mundo tiene que empezar en algún punto».
«Influencers» y embajadores
Los instagramers con muchos seguidores pueden ser contactados por marcas que buscan «influencers» o «embajadores» para representarles a cambio de una cuota.
Incluir productos de marcas en fotos y videos puede ser una opción lucrativa, aunque primero debes tener claro qué contenido se puede patrocinar bajo las normas de Instagram.
Donna McCulloch no lo hace: «Creo que perdería mi integridad», sostiene, aunque admite que sí lleva ropa que le regalan (las marcas), «pero lo hago porque quiero», añade.
Y Cat Meffan dice que pasa mucho tiempo «diciendo no» a marcas que no cree que sean adecuadas para ella, aunque otras veces sí las acepta.
«No hay una cuota fija en el mundo de Instagram», explica. «Tú mismo negocias con la marca lo que crees que te mereces».
Danny Coy dice que hace 18 meses podía «ganar fácilmente de US$2700 a US$4000 al mes contenido de influencer».
Pero agrega que el mercado está reduciéndose porque las marcas han aprendido mucho.
Si un instagramer usa la etiqueta de una marca en una publicación de manera independiente, la marca puede usar esa imagen sin pagarle.
«La mayoría preguntan primero, pero una vez que les has etiquetado y lo has puesto en Instagram, no tienen por qué pedirte permiso», dice Coy.
Pero, ¿no es un poco desconcertante que las personas a quien uno admire usen trucos comerciales? ¿Y no se dan cuenta los seguidores de que es contenido pagado?
Mariann Hardey, profesora de marketing en la Universidad de Durham, Reino Unido, cree que la comunidad de Instagram no es tan ingenua.
«La mayoría de los usuarios de Instagram son expertos a la hora de reconocer si el contenido fue pagado por una marca o hay un patrocinio», dice Hardey.
Lo más importante es «que el postsea divertido» y que las imágenes sean «bonitas», añade.
Por lo tanto, si un instagramer es admirado y querido, y su contenido es entretenido, a la «generación Instagram» no le importará mucho que haya sido patrocinado.