«Mi padre nunca me abandonó. Me salvó muchas veces«, así habla Hunter Biden en entrevista con la BBC de cómo siempre contó con el apoyo de su padre, el presidente Joe Bide, durante algunos de los peores momentos de sus adicciones al alcohol y las drogas.
Hunter Biden también habló de otras controversias que han rodeado su vida, de la que dice «no es un periódico sensacionalista».
Pero reconoció su responsabilidad de «haber creado una historia… una que cualquier persona consciente sabría que sería una historia sensacionalista».
Biden, de 51 años, también abordó el escrutinio que tanto él como su padre enfrentaron por su trabajo con la empresa de energía ucraniana Burisma.
Hunter Biden fue director del consejo de administración de Burisma cuando Joe Biden era vicepresidente de Estados Unidos y el hombre clave de la administración de Barack Obama en las relaciones de su país con Ucrania.
«Blanco de críticas»
Esos tratos empresariales lo convirtieron en un blanco frecuente de las críticas republicanas durante la campaña electoral de 2020 y estuvieron en el centro del primer juicio político del expresidente Donald Trump.
La investigación de juicio político se centró en una conversación que Trump tuvo con el presidente de Ucrania en la que pareció presionarlo para que abriera una investigación sobre los Biden.
La llamada se produjo poco después de que Trump bloqueara el envío de ayuda militar a Ucrania.
Aunque defendió sus cualificación para el cargo en Burisma, Hunter Biden reconoce que, en retrospectiva, «no se había dado cuenta… de la percepción que esta situación crearía».
«Sé que es difícil de creer, en retrospectiva, cómo pude haber pasado por alto eso», le dijo Biden a la BBC.
Y agregó que para Burisma el nombre Biden «era oro» y esto jugó un papel importante para su nombramiento en la junta.
Si bien no se ha demostrado ninguna actividad delictiva por parte de los Biden, un alto funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos expresó incluso desde 2015 su preocupación por un posible conflicto de intereses.
Una investigación realizada el año pasado por legisladores republicanos encontró que el trabajo de Hunter Biden para la firma ucraniana era «problemático».
Pero concluyó que no había evidencia de que la política exterior del país estuviera influenciada por él.
El informe también argumentó que los familiares de Biden «sacaron provecho de la vicepresidencia de Joe Biden».
El documento fue criticado por el senador republicano de Utah Mitt Romney, uno de los críticos más vocales de Trump en el Congreso, quien lo describió como un «ejercicio político».
Biden reconoció que el nombre de su padre había «abierto puertas que no se abrirían a otras personas».
Pero dijo que esto había sido «tanto un privilegio como una carga».
En sus declaraciones a la BBC, que se producen antes del lanzamiento de su nuevo libro de memorias, «Beautiful Things» («Cosas Bonitas»), Biden dijo que quería escribir sobre «el amor de una familia» cómo eso lo salvó.
«Y, ya sabes, estamos atravesando dos pandemias en este momento… está la pandemia del coronavirus y también hay una pandemia de adicción», declaró.
«Un lugar realmente oscuro»
La madre y la hermana de Biden murieron en un accidente automovilístico en 1972, en el que sobrevivieron Hunter y su hermano Beau.
En la entrevista, habló sobre los vínculos entre el trauma que sufrió y su adicción a las drogas y al alcohol.
«En el centro de cada adicto hay algo que está faltando, que sienten que necesitan llenar… No es posible llenarlo con nada. Y entonces uno se adormece», dijo.
Contó que después de que su hermano Beau murió de cáncer en 2015, «descendió a un lugar realmente oscuro».
«Mi hermano acababa de morir, me había separado de mi esposa, estaba en un apartamento solo y básicamente estaba bebiendo para morir. Fue horrible. Quiero decir, el dolor hace cosas extrañas. Y si combinas eso con la adicción, es algo realmente difícil de superar», señaló.
Agregó que aunque su lucha contra la adicción lo convirtió en un objetivo para los periódicos sensacionalistas y los ataques políticos, también fue algo con lo que la gente de todo el país podía identificarse.
«Creo que lo que la gente ve en la familia Biden es su familia. Creo que ven toda la tragedia en la pérdida, pero ven todo el amor y la sinceridad», dijo.
«Y creo que ven que no somos muy diferentes a las demás familias «, agregó.
«Una historia de esperanza»
Después de anticipar que Trump plantearía el tema de su adicción en el primer debate electoral, Biden dijo que tanto él como su padre «supieron de manera intuitiva qué decir».
«Le dije: ‘Papá, ya sabes, esta es nuestra historia. Y es una historia de amor. Es una historia de esperanza. Es una historia por la que están pasando tantas personas en este momento. Solo habla con ellos. Sé que tu honestidad y mi honestidad acerca de nuestra situación es lo que creo que resonará en el pueblo estadounidense».
«No fue un cálculo político, fue algo que salió del corazón».
Mirando hacia el futuro, Biden señala que la adicción «nunca se va», pero que muchos adictos «han hecho cosas increíblemente brillantes, grandiosas y asombrosas».
«Ya es hora de que empecemos a considerar la adicción como un problema de salud mental, en lugar de un problema ético o moral», dijo.
Al preguntarle sobre la posibilidad de que su padre se presente a una reelección a los 82 años, declaró: «Mi papá es más joven que yo en su capacidad física y mental… No conozco a nadie que tenga más energía».