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Fue segundos después de haber capturado la imagen que Ronald Schemidt se percató de que se trataba de un joven prendido en llamas.
Dice que todo pasó muy rápido, quizá en menos de un minuto. Lo vio correr mientras se quemaba y vio cuando otros de los que protestaban con él lo lanzaron al suelo, lo taparon con ropa y le echaron agua.
«Después de que calmaron el fuego, él se paró y se fue caminando. Ahí la situación se empezó a poner más tensa todavía y salí del lugar», le relata a BBC Mundo el fotoperiodista venezolano de la Agencia France Presse (AFP).
La dramática escena que inmortalizó Schemidt hizo parte de la iconografía de las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro en mayo del año pasado en Venezuela.
Foto: AFP
Casi un año después, la imagen le hizo ganador el jueves del premio principal del prestigioso concurso de fotografía de prensa World Press Photo, en su edición de 2018.
El protagonista de la foto es José Víctor Salazar, un joven de 28 años oriundo del sur del país que se encontraba protestando en Caracas y que fue sorprendido por la explosión de una motocicleta de la Guardia Nacional.
Salazar era uno más de los miles de jóvenes que protestaban contra el gobierno de Nicolás Maduro en medio de la crisis de escasez e hiperinflación que todavía sigue viviendo el país.
En marzo de 2017, el detonante de las manifestaciones fueron dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que le quitaban competencias a la Asamblea Nacional, controlada por la oposición.
La oleada de protestas dejó un saldo de al menos 100 muertos, centenares de heridos y miles de detenidos.
Las fuerzas del Estado a menudo se enfrentaron a los manifestantes, especialmente a los jóvenes que iban en la vanguardia de las marchas, con gases lacrimógenos, agua a presión, perdigonazos y a golpes.
Desde que se votó -con la ausencia de la oposición- la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) el 30 de julio, las protestas masivas cesaron.
«Me tocó ver la tragedia en directo»
Schemidt cuenta en entrevista telefónica desde Ámsterdam, donde se entregó el galardón, que esta ha sido una de las fotos más duras que ha tomado en su trayectoria de más de 15 años.
«Cubrí el incendio de la guardería ABC en México en 2009 y eso fue muy difícil. Pero lo impresionante de esto es que no llegué después de la tragedia, me tocó verla en directo».
Schemidt vive en México desde hace casi dos décadas, pero se encontraba en Caracas para reforzar la cobertura de las manifestaciones.
El 4 de mayo del año pasado, cuando el fotógrafo retrató al joven en medio del fuego, se registró una de las jornadas más intensas de protestas.
La imagen de Salazar en llamas recorrió la prensa local e internacional entonces, e incluso algunos lo dieron por fallecido, cuando en realidad sobrevivió.
Schemidt, de 46 años, dijo al recibir el premio que siempre tenía en la mente al joven, aunque en la entrevista con BBC Mundo señaló que no ha tenido contacto con él.
¿Qué pasó con José Víctor Salazar?
Al joven Salazar lo sometieron a 37 cirugías plásticas y estuvo internado en cuidados intensivos durante cuatro meses y medio, le dice a BBC Mundo su médico cirujano, Garbis Kaakedjian.
Kaakedjian estaba en la sala de emergencias cuando una ambulancia llegó con Salazar.
«Tenía el 72% de su cuerpo quemado. En ese momento pensé que, por la magnitud del caso, era difícil que pudiera salvarse».
El cirujano señala que hubo «muchas complicaciones médicas» que incluyeron neumonía e infecciones. Pero Salazar logró recuperarse.
Sus hermanos ahora se encargan de él. Carmen, su hermana mayor, le dice a BBC Mundo que todavía debe asistir a terapias y no está en capacidad de trabajar.
También comenta, en una llamada telefónica desde el estado sureño de Bolívar, que el joven no da entrevistas y que, más bien, »quiere pasar desapercibido».
«Ahora su principal anhelo tras su recuperación total es salir del país», añadió.
De momento, Carmen comenta que el joven ha vuelto a tener buen ánimo, pese a que no ha sido sencillo conseguir medicamentos ni costear su traslado a Caracas para hacerse terapias, dada la crisis económica y de escasez que atraviesa el país.
«Él siempre ha sido muy cómico. Ahora cuando nos reunimos ha vuelto a echar sus chistes», dijo.