Fue un viaje audaz que sorprendió al mundo.
Joe Biden llegó este lunes a una zona de guerra que regularmente está bajo ataque.
Los funcionarios de la Casa Blanca describieron la visita inesperada a la capital de Ucrania, Kyiv, como una «sin precedentes en los tiempos modernos».
Los viajes presidenciales anteriores a Irak y Afganistán durante la guerra tuvieron el respaldo de una fuerte presencia militar estadounidense.
Y a pesar de la especulación generalizada entre el cuerpo de prensa de que Biden podría estar planeando un viaje a Ucrania mientras estaba en Polonia, de todas formas la visita tomó a todos por sorpresa.
Verlo aparecer junto al presidente Volodymyr Zelensky en el corazón de Kyiv y bajo el sonido de las sirenas antiaéreas habla mucho más fuerte que cualquier discurso que pueda pronunciar en territorio polaco.
«Fue arriesgado y no debería quedar duda alguna de que Joe Biden es un líder que se toma el compromiso en serio», dijo la directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Kate Bedingfield.
Sin teléfonos
Biden tenía programado volar desde Estados Unidos a Varsovia el lunes por la noche, para un viaje de dos días.
El programa anticipado del mandatario tenía dos brechas «sospechosamente» largas en su itinerario, y muchos se preguntaron si sería ese el momento cuando volaría a Ucrania.
Los reporteros en las conferencias de prensa diarias de la Casa Blanca han estado preguntando repetidamente sobre una posible visita.
La decisión final de hacer el viaje a Kyiv se tomó recién el viernes, a pesar de que había sido planeado durante meses con un puñado de los principales asesores de los presidentes.
El domingo, el horario oficial de la Casa Blanca todavía mostraba que el presidente despegaba hacia Varsovia a las 19:00 (hora del este) del lunes por la noche.
A bordo iba un equipo deliberadamente pequeño de sus ayudantes más cercanos, personal médico y oficiales de seguridad.
Solo dos periodistas pudieron viajar con el líder estadounidense. Hicieron un compromiso de mantener el secreto y les quitaron sus teléfonos móviles. No se les permitió informar sobre la visita hasta que Biden llegó a Kyiv.
Rusia fue notificada del viaje unas horas antes de la partida de Biden, según el asesor de seguridad nacional de EE UU, Jake Sullivan.
El funcionario indicó que EE UU «lo hizo con fines no conflictivos… No entraré en detalles sobre cómo respondieron o cuál fue la naturaleza de nuestro mensaje, pero puedo confirmar que proporcionamos ese aviso».
Mensaje vívido a casa
Más adelante, el presidente Biden pasó 10 horas en un tren para llegar a la capital ucraniana. Podría haber visitado otros lugares dentro del país de Europa del este, a los que hubiera sido más fácil llegar, pero quería hacer el viaje simbólico a Kyiv.
Los efectos en EE UU
Si bien el viaje del presidente es una señal para Moscú del compromiso de su administración de ayudar a Ucrania, también es una demostración para los votantes estadounidenses a nivel local.
A su secretaria de prensa, Karine Jean-Pierre, se le preguntó la semana pasada sobre las encuestas que muestran que el apoyo estadounidense a Ucrania se está debilitando.
Ella respondió que cada vez que el presidente habla, se dirige al pueblo estadounidense y a la gente de todo el mundo.
El mensaje del lunes está diseñado para contrarrestar vívidamente la minoría de voces republicanas que cuestionan por cuánto tiempo el país puede seguir apoyando a Ucrania.
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