“El racismo no está empeorando, solo es que ahora se está grabando».
Con estas palabras el actor afroestadounidense Will Smith explicaba hace unos años cómo las cámaras de los móviles estaban permitiendo grabar la violencia policial contra los afroamericanos en Estados Unidos.
No es que el problema se produzca más a menudo, venía a decir el actor, es que antes no era visible.
El pasado lunes volvió a pasar y por segunda noche consecutiva la ciudad de Minneapolis, en el noroeste de Estados Unidos, se ha vuelto a llenar de protestas y violentos enfrentamientos con la policía por la muerte de George Floyd, un afroestadounidense de 46 años.
¿Qué sucedió?
Darnella Frazier que pasaba por la calle, sacó su móvil mientras asistía horrorizada a una escena en la que Floyd, esposado y desarmado, quedaba inconsciente bajo la presión de la rodilla del oficial de policía que lo había detenido.
Al parecer Floyd, un ex guardia de seguridad, trataba de pagar en una tienda con un billete falso de 20 dólares.
Después de rogar por su vida varias veces y gritar que no podía respirar, Floyd quedó inerte en el suelo y murió muy poco después.
Buen compañero
«Era un hombre temeroso de Dios, independientemente de lo que había hecho», dijo su hermana Bridgett Floyd a medios locales.
«Todos tenemos nuestros defectos. Todos cometemos errores. Nadie es perfecto», agregó.
«Es cruel como murió», declaró al Houston Chronicle, la madre de su hija de 6 años, Roxie Washington.
«Se lo han robado a mi hija», dijo.
George Floyd, originario de la ciudad de Houston, se dedicaba en su ciudad natal al baloncesto y fútbol.
También se hizo un nombre en la escena local de hip-hop, donde era más o menos conocido.
Pero al mudarse a Minneapolis empezó una nueva vida con un empleo de guardia de seguridad del restaurante latinoamericano Conga Latin Bistro, en el centro de la ciudad.
Fuerte, pero «superdulce»
Sus compañeros le apodaron enseguida «Big Floyd».
«Era alto y musculoso», dijo su compañero en el local, Vernon Sawyerr.
“Era simplemente superamable. Cuando ves a alguien de ese tamaño, puede parecer imponente, pero era superdulce”.
De hecho, en 2017 y principios de 2018, Floyd también había hecho de guardia de seguridad en el refugio para personas sin hogar Harbour Light del Ejército de Salvación, en Minneapolis.
«Qué trágico y triste es todo esto», dijo Brian Molohon, director ejecutivo en la organización benéfica.
Ayudaba en su comunidad
«Se necesita ser un tipo especial de persona para trabajar en un refugio de emergencia. Es realmente difícil ver la angustia todos los días», aseguró Molohon.
«No tengo dudas de que George, como muchos otros trabajadores de albergues en nuestra comunidad, tenía un corazón que se preocupaba por las personas y nuestra comunidad».
La ex estrella de la NBA Stephen Jackson se mostró en Instagram desconsolado por la pérdida de lo que para él era un hermano.
Ambos eran amigos muy cercanos y usaban como apodo la palabra «Twin» (gemelo).
«Me enfurece tanto que después de todas las cosas por las que pasaste y de que te comportaste lo mejor posible, te sacaron así», se lee en su cuenta.
El lema «No puedo respirar»
En el vídeo de 10 minutos, Derek Chauvin, el oficial blanco de 44 años que inmoviliza a Floyd, hace oídos sordos al propio detenido, pero también a los transeúntes que lo increpan por su violencia extrema.
Su compañero de patrulla, el corpulento Tou Thao, observa impasible y tratando de bloquear la visión a quienes pasan por la calle.
Los dos agentes han sido apartados de su trabajo.
Darnella Frazier decidió subir el video a las redes sociales y las calles se incendiaron de una indignación que ya recorre todo Estados Unidos.
Las imágenes acumulan 1,2 millones de visualizaciones.
«I can´t breathe» (No puedo respirar), las palabras que repetía Floyd durante el incidente, se multiplican en distintas pancartas y camisetas en las protestas de Minneapolis como un lema de la violencia policial que sufren los afroamericanos en Estados Unidos.
El agente Chauvin
Pero no es la primera vez que Derek Chauvin se ve envuelto en incidentes violentos en su carrera como policía.
Los registros del departamento, citados por el diario Star Tribune, muestran que ha estado involucrado en varios tiroteos.
En 2006 fue uno de los seis oficiales que dispararon sus armas en la muerte de Wayne Reyes, quien, según la policía, apuntó con una escopeta recortada a los oficiales después de apuñalar a dos personas.
Chauvin también hirió a un hombre dos años después, en 2008, en una pelea después de que Chauvin y su compañero respondieran a la denuncia de un asalto doméstico.
Eric Garner
El incidente recuerda al caso de Eric Garner, un hombre negro que murió mientras era arrestado en 2014 en Nueva York.
La frase «no puedo respirar», repetida hasta 11 veces por Garner antes de morir, se convirtió en un grito de guerra para los activistas que protestan por la brutalidad policial contra afroestadounidenses.
Garner, un hombre negro desarmado de 43 años, fue detenido por la policía bajo sospecha de vender ilegalmente cigarrillos.
Murió después de que un agente de policía le aplicara una llave de estrangulamiento.
Un médico forense de la ciudad dictaminó que el estrangulamiento contribuyó a la muerte de Garner.