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Futbolista inglés dijo que quiere abandonar el deporte por ataques racistas

por BBC News Mundo BBC News Mundo

«No veo la hora de retirarme del fútbol».

La frase es del defensor del Tottenham Hotspur y de la selección inglesa Danny Rose, quien con apenas 28 años sostiene que ya «tiene suficiente» de tanto racismo en el fútbol.

Pero, sobre todo, de lo poco que se hace para combatirlo.

Las declaraciones del jugador llegan una semana después del partido que su selección disputó contra la de Montenegro por las eliminatorias a la Eurocopa de 2020, donde Rose y otros jugadores fueron víctimas de cánticos racistas por parte del público rival.

Por este motivo, la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA) señaló a Montenegro por comportamiento racista, pero Rose cree que no habrá un castigo ejemplar por parte de la entidad rectora del fútbol europeo.

«Cuando la multa a un país por este motivo equivale a lo que yo me gasto en salir una noche en Londres, ¿qué se puede esperar?», le dijo a la BBC.

Rose, que también fue el destinatario de ataques racistas cuando hacía parte de la selección sub-21 de Inglaterra durante un amistoso internacional contra Serbia en 2012, señaló que, aunque continuará jugando fútbol, ya está «harto» del racismo en el deporte.

El delantero de la Juventus, Moise Kean, también fue víctima de cantos racistas durante el partido frente al Calgliari

«Lo que yo veo es que tengo cinco o seis años más en el fútbol y no veo la hora de retirarme, de ver qué pasa afuera, del otro lado del fútbol», dijo.

«Al ver cómo se hacen las cosas en este deporte ahora mismo, la única opción que queda es seguir adelante. Hay mucha política en esto», aclaró.

Castigo

De acuerdo con la UEFA, el caso de los cánticos racistas en Montenegro se comenzará a resolver el próximo 16 de mayo.

El castigo mínimo es el cierre parcial del estadio donde ocurrieron los incidentes. Si la ofensa se vuelve a producir, entonces el castigo sube a un partido de local sin público y una multa de 56.000 dólares.

El técnico de Montenegro, Ljubiša Tumbaković, afirmó que no «notó o escuchó» los ofensivos cánticos, pero su colega inglés, Gareth Southgate, dijo que «no había la menor duda que habían ocurrido. Es inaceptable».

«A mi técnico en el Tottenham lo expulsan por dos juegos por confrontar al árbitro, pero a un país solo lo multan con dinero por ser racista. Es un poco una farsa», dijo Danny Rose.

Las declaraciones de Rose llegan en medio de otro huracán de reclamos por el mismo tema. El joven delantero de la Juventus de Italia Moise Kean fue víctima de ataques de tono racista durante un partido contra el Cagliari, esta semana, y su compañero de equipo, el defensor Leonardo Bonucci, señaló que Kean tal vez tendría «algo de culpa» por provocar los cantos del público rival.

El presidente de la UEFA dijo que les pedirá a los árbitros que sean «valientes» y detengan los partidos cuando se escuchen expresiones racistas por parte del público.

Pero, a la vez, Rose declaró que él no hubiera deseado que el partido acabara, sino que hubiera preferido seguir hasta lograr la victoria (como ocurrió, por 5-1) y regresar a casa.

«El técnico estaba bastante decepcionado por todo lo que había ocurrido. Era la primera vez… No sabía qué era lo que tenía que hacer», explicó Rose.

El delantero del Manchester City, Raheem Sterling, también sufrió de cantos racistas en el mismo juego

Y admitió que sabía que algo así podía ocurrir en el encuentro en Montenegro.

«Obviamente, es triste que alguien tenga que estar listo para que eso pase, pero cuando los países apenas reciben una multa por lo que probablemente cuesta salir en una noche en Londres, ¿qué se puede esperar?».

«Por ejemplo, a mi técnico en el Tottenham (Mauricio Pochettino) lo expulsan por dos juegos por solo confrontar al árbitro Mike Dean frente al Burnley, pero a un país lo penalizan con una multa ínfima por ser racista. Es un poco una farsa».

Decepcionado, el futbolista reconoció que no espera que las cosas cambien demasiado.

«Ese es el estado ahora en el fútbol. Hasta que haya un duro castigo, no hay mucho más que podamos esperar».