Evo Morales celebra el triunfo de su partido en las elecciones del 18 de octubre, al tiempo reconoce que su papel en el futuro gobierno será limitado.
El expresidente conversó con BBC Mundo este jueves y afirma que en la gestión del mandatario electo Luis Arce, que empezará el 8 de noviembre, él no será un protagonista.
Por eso indica que en adelante se dedicará a la formación de líderes políticos y a lacrianza de un pez llamado tambaquí (pacú en otras regiones) como negocio.
Y afirma que hará ese emprendimiento desde su bastión principal, el Chapare, la selva en el centro de Bolivia donde surgió el movimiento de productores de hoja de coca que lo apuntaló en el poder.
De hecho, ya tiene fecha de retorno a Bolivia: el 11 de noviembre.
Exactamente un año después de su partida tras su renuncia al poder luego de casi 14 años de mandato que lo llevó a México primero y a su actual refugio en Argentina.
A continuación la conversación con Morales.
¿Qué le provocaron los resultados del 18 de octubre cuando ganó su partido?
Yo sabía que íbamos a ganar con más del 50%. Desde el primer momento sentí que había mucha espontaneidad y mucho compromiso. Además, después de la crisis económica que causó el gobierno de facto… ‘Con Evo y con el proceso de cambio estuvimos mejor’. ¿Ahora cómo está la situación económica? Este resultado es la mejor prueba de que no hubo fraude el año pasado, sí hubo golpe de Estado.
¿Usted atribuye la victoria de Luis Arce a la gestión del gobierno transitorio de Jeanine Áñez o al apoyo popular que tiene su partido?
Son dos cosas. El apoyo del pueblo es gracias a los más de 13 años de gestión (de Morales) con crecimiento económico, reducción de la pobreza y movimiento económico. El pueblo reconoce que el año pasado con Evo Morales estaba mejor que ahora.
En segundo lugar es evidente, la gestión del gobierno es mala. Los mismos compañeros pedían ‘fuera Áñez y fuera Arturo Murillo’ (ministro de Gobierno). Yo les dije que Murillo es nuestro jefe de campaña. No hay que pedir que se vaya. Áñez que se mantenga con tal de que garantice elecciones. Entendieron perfectamente los compañeros y ganamos en primera vuelta.
El señor Luis Arce ganó este año con 55% de los votos, usted se anotó 47% el año pasado. ¿Eso no significa que usted generaba rechazo en Bolivia?
Cualquiera puede tener su propia lectura. Pero mi lectura es que hay un movimiento, hay un voto duro. Ese voto es justamente por los resultados de las gestiones pasadas.
En segundo lugar, el año pasado también habría sacado más del 50%. Era mi estimación. Nos ha sorprendido el Chi (Chi Hyun Chung, candidato conservador que en 2019 obtuvo casi el 9% de la votación). Yo dije en el gabinete que el Chi nos iba a quitar nuestro voto. Lo quiero contar de manera muy sincera, estábamos divididos. Algunos decían que le iba a quitar votos a la derecha, yo dije que nos iba a quitar a nosotros el voto.
No me acuerdo qué posición tenía Lucho Arce sobre eso, pero algunos ministros decían que Chi iba a quitar el voto a la derecha. Esa era la discusión en el gabinete.
Evidentemente hay que reconocer que tantos años de gestión, tanta guerra sucia y mentirosa nos desgastó. Pero el pueblo no se equivocó, hay que continuar con el proceso de cambio.
¿Estos resultados no son una prueba de que era momento de retirarse el año pasado en lugar de ir a una cuarta elección?
Estaba convencido. Puedes revisar mis conferencias de prensa, yo decía que acababa mi gestión volvía a mi chaco (parcela de tierra) a trabajar. Todos los movimientos sociales y militantes dijeron que era importante la continuidad por los resultados que tuvimos. Yo acepté, no es que yo he decidido. Me han pedido. Y ahora se ve que tenía razón el pueblo.
Usted llegó a admitir que tal vez fue un error forzar una reelección más…
Yo después del golpe dije que evidentemente tal vez. Pero ahora al ver la situación económica del país, vemos que el pueblo tenía razón.
El pueblo sabe. ¿La pandemia? Me habría mandado la parte combatiendo la pandemia con Cuba y con China. Equipamiento de primera. El pueblo tenía razón.
¿Usted que opina de todas las voces que pidan renovación? Algo que es señalado como un factor de la victoria electoral como la que tuvieron. Les dijeron que cambien las figuras, cambien los líderes e incluso que queden desplazados algunos de sus asesores más cercanos.
Algunos compañeros creo que se equivocan. Dicen que no al entorno del Evo, pero el entorno del Evo que más ha durado es Lucho Arce con David Choquehuanca (excanciller y vicepresidente electo). Tercero ha sido Juan Ramón (Quintana, ex ministro de Presidencia) y Roberto Aguilar (exministro de Educación).
Ese es el entorno. El primero es Lucho, el segundo es David. Hay algunos problemas internos. Una confusión. Espero volver para aclarar, para alinear. En mi experiencia hay que combinar entre fundadores, exautoridades y mayor oportunidad de las nuevas generaciones.
¿Usted qué prefiere, un gobierno compuesto por las organizaciones sociales o que tenga presencia fuerte de sectores de clase media como era su gabinete?
Hay que hacer una combinación. Clase media, movimientos sociales y regiones. Algunos compañeros me cuestionan a mí por los «invitaditos». Yo integré. Para ser autoridad electa o designada no siempre tienes que ser dirigente o exdirigente.
Túpac Katari dijo en tiempos de colonia que los mestizos y los criollos se organicen para pelear juntos por nuestro territorio. Es lo que yo hago.
El vicepresidente electo David Choquehuanca dijo que las organizaciones sociales piden que no retornen los «invitados», el entorno que usted tenía…
Bueno, me sorprende. Que yo sepa no. Otra vez digo, ¿quién es el David, quién es el Lucho? Ese es el entorno. Son los decanos del entorno.
¿Cómo se siente usted al dejar de ser el protagonista de Bolivia después de prácticamente ser el centro de la política? ¿Qué se siente jugar un papel así?
Estaba convencido que tarde o temprano tenía que llegar, que tenía que irme a mi chaco. Eso es normal. No es que Evo ha querido encontrar la reelección. 5.000 dirigentes pidieron que había que habilitar a Evo para dar continuidad porque ha dado resultados. El pueblo no se equivocó en decir que Evo siga.
Ahora yo vuelvo a mi chaco, en el Chapare. Ahí vuelvo a mi tierra y esa será mi tarea.
¿Vuelve a sembrar coca?
Más me voy a dedicar a tambaquí (pez de río también llamado pacú), a tener una piscina de tambaquí. Están ganando bien mis compañeros con piscina de tambaquí. En ocho meses tienes US$5.000 de utilidad neta.
Usted dijo que iba a volver a Bolivia inmediatamente después de la victoria de Luis Arce, pero el dirigente de su partido Andrónico Rodríguez dijo que será después. ¿Cuándo planea volver a Bolivia?
Primero quiero agradecer al hermano presidente Alberto Fernández que me ofreció llevarme hasta Bolivia. Imagino que él va a llegar a la posesión (8 de noviembre). Ahí tiene que ser el protagonista el compañero Lucho Arce. Yo no puedo quitar el protagonismo, me estoy quedando.
Después está previsto, están organizando. Es mi deseo. Voy a volver el 11 de noviembre. 11 (de noviembre de 2019) salí de Chimoré (zona selvática bastión de Morales) para salvar la vida y 11 volveré con vida a Chimoré.
Entonces vuelve exactamente un año después de su partida…
Así es. Bien planificado. Gracias a la Pachamama y gracias a Dios.
¿Va a entrar por tierra?
Está en debate, pero vamos a llegar el mismo día.
Se dice que usted se va a dedicar a formar líderes sociales y cuadros políticos. ¿Eso no es una especie de jubilación? ¿No tiene aspiraciones de volver a ser presidente?
Yo no tengo esos afanes para nada. Pero sí, ahora con más experiencia quiero compartir mi lucha sindical como dirigente, compartir mi experiencia de gestión del Estado Plurinacional como expresidente. Anoche ya estaba en un taller con jóvenes. Esa va a ser mi tarea.
¿Eso significa que se acabó el Evo Morales como candidato a algún cargo?
Yo no lo tengo en mis planes, yo vuelvo a mi chaco a compartir mi experiencia.
En una entrevista con la BBC, el presidente electo Luis Arce afirmó que usted no iba a ser parte de su gobierno. ¿Qué opina usted de lo que dice?
Jamás yo lo pensé. A Lucho Arce yo le dije que no voy a ser parte, que no me tomen en cuenta. No me corresponde.
Conversé largamente sobre cómo compartir experiencias, aunque él tiene mucha experiencia en la gestión pública. Mi tarea será desde los movimientos sociales, de cómo cuidar los principios ideológicos del partido. Cuidar a Lucho y al proceso de cambio.
Entonces, ¿cuánto peso va a tener Evo Morales en los próximos años y en el próximo gobierno?
Nada. Yo pedí no hacer nada. No voy a sugerir ningún ministro. La elección de ministros es responsabilidad del presidente. No por ser presidente del partido o jefe de campaña puedo estar imponiendo. No lo voy a hacer. Sé que el presidente necesita gente de confianza.
Recomiendo a los movimientos sociales, a los militantes, no intentar imponer ministros. Dejen que el hermano Lucho se organice.
Usted conoció muy de cerca a Rafael Correa, ¿no tiene miedo de que Luis Arce se convierta en un Lenín Moreno?
Tengo mucha confianza y ni pienso eso. Tiene formación ideológica, viene del Partido Socialista y después se vino al Movimiento al Socialismo (partido que dirige Morales). Hemos unido a todos los partidos de izquierda. Si en algo aporté es en unir, unir y unir.
Juan Manuel Santos es otro ejemplo de desmarque con la ruptura con Álvaro Uribe en Colombia…
Lucho viene de un partido de izquierda muy conocido en su tiempo. No tengo preocupación para nada.