«Una puñalada por la espalda por ambición personal». Así definió el presidente ruso Vladimir Putin el desafío lanzado por su antiguo aliado Yevgeny Prigozhin, el poderoso fundador del Grupo Wagner.
Un ejército privado de mercenarios que han estado luchando del lado de Rusia desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022.
Los estrechos lazos de Prigozhin con el Kremlin y mismo Putin se remontan a años.
De hecho, se cree que el Grupo Wagner ha defendido los intereses rusos en Siria y Libia, así como Sudán o la República Centroafricana.
Pero todo parece haber terminado con lo que los altos mandos rusos consideran «una traición».
- Putin confirma el traslado de armas nucleares rusas a Bielorrusia
- Los extranjeros forzados a combatir en la guerra de Rusia en Ucrania
- «El nivel de crueldad es propio de la era de Stalin»: el desafiante mensaje de un activista ruso juzgado por criticar la guerra en Ucrania
- Jefe del grupo Wagner llama a la población a sublevarse contra el mando militar ruso
- Guerra Rusia-Ucrania: qué pasó con el convoy militar de 56 km que Moscú envió al inicio de la guerra para tomar Kyiv (y que quedó atascado en el barro)
En los últimos meses, Prigozhin acusó repetidamente al ministro de defensa de Rusia, Sergei Shoigu, y al jefe del ejército en Ucrania, Valery Gerasimov, de incompetencia y de desabastecer deliberadamente a las unidades Wagner que luchan en Ucrania.
El jefe de Wagner proclamó que el «mal» en el liderazgo militar de Rusia debe parar y prometió derrocar a los líderes militares rusos.
La gota que parece haber colmado el vaso es la acusación al ejército ruso de lanzar un mortal ataque con misiles contra sus tropas.
El Gobierno ruso negó las acusaciones y abrió un expediente penal contra Prigozhin por «llamamiento a la rebelión», un delito que conlleva penas de cárcel de entre 12 y 20 años.
Marchando contra Rusia
Las primeras acciones de los mercenarios, en su rebelión contra el Kremlin desde las zonas ocupadas de Ucrania hacia el interior de Rusia, han sido las de enviar una enorme columna militar que ha tomado la capital de la región rusa de Rostov del Don.
El líder de los mercenarios manifestó que sus soldados cruzaron hacia Rusia en múltiples lugares y señaló que fueron recibidos con los brazos abiertos por los agentes fronterizos.
En un discurso dirigido a la nación Putin admitió que se enfrenta a un motín armado y que sus fuerzas no controlan ya Rostov del Don.
Además acusó al jefe del grupo mercenario Wagner de traición y amenazó con una dura respuesta.
Imágenes difundidas por internet muestran a supuestos soldados de Wagner rodeando la sede local del Ministerio de Defensa en Rostov, así como helicópteros del grupo.
La BBC no ha podido verificar la autenticidad de las fotos ni de las afirmaciones de Prigozhin.
Los informes de la ciudad rusa de San Petersburgo dicen que la policía antidisturbios y la guardia nacional han llevado a cabo redadas en la oficina del grupo mercenario.
Un medio de comunicación local dijo que hombres enmascarados armados con rifles automáticos habían tomado posiciones en un puente cerca de un hotel y un restaurante vinculado a Wagner.
La seguridad en la capital rusa, Moscú, se ha reforzado.
El alcalde, Sergei Sobyanin, dijo que estaban tomando lo que llamó medidas antiterroristas.
Se han visto vehículos blindados en las calles y se han introducido controles adicionales en las carreteras.
Más al sur, el gobernador de la región de Voronezh instó a la gente a evitar una autopista porque un convoy militar estaba en movimiento.
El Ministerio de Defensa de Ucrania reaccionó con un tuit en el que se limitó a afirmar que está «observando» la situación.
En la Casa Blanca, un portavoz indicó que el presidente de EE.UU., Joe Biden, está al tanto de las noticias que llegan desde Rusia.
La lucha interna, al rojo vivo
El nuevo choque entre el gobierno y los mercenarios supone una importante escalada de las luchas internas dentro de Rusia con consecuencias imprevisibles.
El Grupo Wagner es una organización paramilitar que pelea junto a las fuerzas rusas en Ucrania.
Sin embargo, en los últimos meses Prigozhin ha aumentado sus críticas al liderazgo militar de Moscú.
En un mensaje de audio publicado en la plataforma de redes sociales Telegram, afirmó este viernes que «el mal que porta el liderazgo militar ruso debe ser detenido».
Aseguró que «un gran número» de sus combatientes murieron por un ataque del ejército ruso a un campamento de Wagner, aunque no proporcionó evidencia que respaldara esta afirmación.
La cadena estatal de Rusia Channel 1 interrumpió la programación regular para emitir un «boletín urgente de noticias».
El anuncio recapituló las declaraciones anteriores sobre Prigozhin y el Grupo Wagner y dijo que el video del líder de los mercenarios sobre el supuesto ataque ruso contra sus tropas es falso y que el Ministerio de Defensa ruso niega haber atacado al grupo.
Sin embargo, Prigozhin se mostró firme en su decisión de contraatacar.
«Aquellos que mataron a nuestros muchachos y acabaron con decenas de miles de vidas de soldados rusos [en la guerra en Ucrania] serán castigados«, sentenció.
«Les pido que no se resistan. Cualquiera que lo haga será considerado una amenaza y destruido. Esto aplica a cualquier punto de control y aviación en nuestro camino», amenazó.
Y agregó: «esto no es un golpe militar, sino una marcha por la justicia. Nuestras acciones no interfieren con las tropas de ninguna manera».
Críticas a la invasión de Ucrania
Medios estatales de Moscú informaron que el FSB abrió un proceso penal contra Prigozhin, a quien acusa de «llamar a una rebelión armada«.
El Kremlin también anunció que «se están tomando las medidas necesarias», según la agencia de noticias rusa Interfax.
El Ministerio de Defensa ruso indicó en un comunicado que «todos los informes de Prigozhin difundidos en las redes sociales» sobre los ataques rusos a los campamentos de Wagner «no son ciertos y son una provocación informativa«.
Esto ocurre después de que en mayo se publicara un vídeo en el que el líder de Wagner, rodeado por los cuerpos de sus tropas, reprendía al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, así como al Jefe del Estado Mayor General, Valerii Gerasimov, por no suministrarles suficientes municiones.
Y este viernes Prigozhin aseveró que la guerra en Ucrania se inició «para que Shoigú pudiera convertirse en mariscal».
«El Ministerio de Defensa está tratando de engañar al público, engañar al presidente, y contar una historia de que hubo una agresión loca por parte de Ucrania; que, junto con todo el bloque de la OTAN, Ucrania planeaba atacarnos«, alegó.
El general Sergei Surovikin, jefe adjunto de las fuerzas rusas en Ucrania cuyo liderazgo elogió Prigozhin tiempo atrás, pidió al líder de Wagner «detener los convoyes y devolverlos a sus bases».
«Somos de una sola sangre, somos guerreros», afirmó en un video.
Y agregó: «No debes hacerle el juego al enemigo en un momento difícil para nuestro país».