Un rayo de 767,6 km de longitud que iluminó el cielo en tres estados de EE UU ha marcado un nuevo récord mundial, confirmaron científicos.
El relámpago se extendió sobre Mississippi, Louisiana y Texas.
El anterior récord, de 709 km se había registrado en Brasil en 2018.
Los rayos no suelen superar los 15 kilómetros de longitud y por lo general duran menos de un segundo.
En 2020 otra descarga en Uruguay y Argentina marcó el récord de duración con 17,1 segundos, al superar el anterior registro de 16,7.
«No fueron eventos aislados»
«Son registros extraordinarios en relámpagos», afirmó el profesor Randall Cerveny, relator de condiciones meteorológicas y climáticas extremas de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Según la OMM, ambos registros tuvieron lugar en áreas propensas a intensas tormentas que producen «megarrayos», como la región de las Grandes Llanuras de Estados Unidos y la cuenca de La Plata en el Cono Sur sudamericano.
El profesor Cerveny aseguró que es probable que se registren nuevos récords en el futuro gracias a los avances en la tecnología de detección de rayos desde el espacio.
La OMM advirtió que los rayos son peligrosos e instó a los ciudadanos de las citadas regiones y de todo el mundo a actuar con precaución durante las tormentas.
«Estos relámpagos extremadamente grandes y de larga duración no fueron eventos aislados. Ocurrieron en tormentas eléctricas activas», indicó el especialista en rayos Ron Holle, en un comunicado de la OMM.
«Cada vez que se escucha un trueno hay que resguardarse en un lugar seguro».
Los rayos más mortales
Los «relámpagos extremos» hasta ahora registrados por la OMM incluyen un suceso de 1975 en el que un solo rayo mató a 21 personas que estaban dentro de una tienda de campaña en Zimbabue.
En 1994 murieron 469 personas tras caer un rayo en un depósito de combustible de la ciudad egipcia de Dronka, provocando explosiones y un incendio masivo.
La OMM señala que las únicas construcciones seguras contra los rayos son los edificios, a diferencia de estructuras como las paradas de autobús o apeaderos.
Los vehículos completamente cerrados con techo de metal también se consideran seguros.