El príncipe Andrés de York, tercer hijo de la reina Isabel II, anunció este miércoles que se aparta «por un futuro previsible» de sus deberes públicos como parte de la Familia Real británica. Esto, tras un escándalo por su amistad con el multimillonario Jeffrey Epstein, un multimillonario estadounidense involucrado en delitos de tráfico sexual.
El anuncio del príncipe se da pocos días después de una entrevista con la BBC en la que habló por primera vez ante los medios sobre su relación con Epstein, quien se suicidó hace unos meses.
Las declaraciones del miembro de la realeza británica en la conversación con la BBC generaron un amplio rechazo en Reino Unido.
En un comunicado, el duque de York afirmó que sus vínculos con Epstein se habían convertido en una «perturbación importante» para la Casa Real. Razón por la cual consultó con la Reina si podía retirarse de sus deberes públicos, a lo que la monarca le dio su consentimiento.
«Sigo lamentando inequívocamente mi imprudente relación con Jeffrey Epstein. Su suicidio ha dejado muchas preguntas sin respuestas, particularmente para sus víctimas. Simpatizo profundamente con todos los que han resultado afectados y quieren alguna forma de cierre», indicó.
«Solo espero que, con el tiempo, puedan ser capaces de reconstruir sus vidas», agregó.
El príncipe añadió que estaba «dispuesto a ayudar a cualquier organismo encargado de hacer cumplir la ley con sus investigaciones, si se precisa».
El periodista de la BBC especializado en asuntos de la Casa Real británica, Jonny Dymond, consideró que al decisión del príncipe Andrés es un «gran paso, prácticamente sin precedente hoy en día».
El anuncio, señaló Dymond, muestra que la entrevista «molestó a mucha gente».
«Fue algo más que mala publicidad para el príncipe Andrés, fue claramente dañino para toda la institución de la Casa Real».
Jeffrey Epstein
Jeffrey Epstein fue un magnate estadounidense que desde 2008 enfrentó cargos por acoso sexual y tráfico de menores en entornos elitescos.
El pasado 10 de agosto fue encontrado muerto en una celda del Centro Correccional Metropolitano en Manhatta, donde esperaba una condena.
Se presume que se trató de un suicidio, sin embargo, la policía anunció que se necesitaban más datos para poder asegurar que se trataba de un suicidio.
Familiares del empresario, así como observadores de distintos ámbitos cuestionan que, en efecto, se tratara de un suicidio. Alegan que las lesiones que tenía no pudieron ser autoinflingidas.
La entrevista
El duque ha estado bajo creciente presión tras la entrevista del pasado sábado con la BBC, en la que respondió preguntas sobre su amistad con el financiero estadounidense.
Durante la conversación, negó «categóricamente» haber tenido contacto sexual con Virginia Giuffre, quien testificó que se había visto obligada a tener relaciones sexuales con él cuando la joven tenía 17 años.
Dichos hechos supuestamente se produjeron en Londres, Nueva York y una isla privada del Caribe propiedad de Epstein. Según las leyes del estado de Florida, la joven era entonces menor de edad.
El príncipe dijo que no tiene «ningún recuerdo de haber conocido a esa dama».
Cuando se le preguntó nuevamente sobre si conocía a Giuffree, el príncipe volvió a negarlo y no supo explicar cómo o cuándo se tomó la fotografía en la que aparecen juntos.
Durante la entrevista, el príncipe explicó que conoció a Epstein en 1999 a través de la entonces novia del millonario, Ghislaine Maxwell.
Desde ese punto de partida, puntualizó varias veces que su relación con Epstein no era de amigos cercanos sino de personas que se ven por tener amigos en común.
Contó que coincidían unas dos veces al año, quizá tres, y que le sorprendía la capacidad de Epstein de reunir a «gente extraordinaria bajo el mismo techo».
Sin embargo, un comunicado del Palacio de Buckingham al diario Times indicaba que el príncipe había conocido al multimillonario a inicios de la década de 1990.
«Demasiado honorable»
Las sospechas sobre las actividades de Epstein con chicas menores de edad comenzaron a cobrar fuerza a mediados de la década de los 2000.
En 2005, los padres de una niña de 14 años dijeron a la policía de Florida que Epstein había abusado de la menor en su casa en Palm Beach.
La fiscalía alcanzó un acuerdo con Epstein en 2008, lo cual le permitió eludir cargos federales. El magnate se declaró culpable de un cargo menor de solicitar los servicios sexuales de una menor de edad en un controvertido acuerdo de culpabilidad.
Fue condenado a 18 meses de prisión, durante los cuales se le permitió acudir a su trabajo durante 12 horas al día, seis días a la semana. 13 meses después, fue puesto en libertad provisional.
En la entrevista, el príncipe aseguró que se distanció de Epstein en 2006.
Sin embargo, fue fotografiado mientras caminaba con Epstein en el Central Park de Nueva York en 2010, dos años después de la citada condena al financiero.
Y unas imágenes publicadas por el tabloide inglés The Mail on Sunday mostraron al príncipe en la mansión de Epstein en Manhattan durante ese periodo.
Al hablar sobre su decisión de quedarse en la casa de Epstein después de que este cumpliera su primera sentencia -es decir, cuando ya se conocían las acusaciones contra el financiero-, el príncipe Andrés reconoció que esa es la cuestión que lo incomoda «a diario» porque no estuvo «a la altura de lo que se espera de un miembro de la Familia Real».
«Tratamos de mantener los estándares y prácticas más altos y mi actitud fue decepcionante, tan simple como eso», manifestó.
«¿En qué momento le pareció una buena idea alojarse en la casa de un condenado por delitos sexuales?», le preguntó Maitlis.
El príncipe justificó su decisión diciendo que en aquel momento, la casa de Epstein era «un lugar conveniente para quedarse», pero insistió en que, mirándolo en retrospectiva, «definitivamente, no fue la decisión correcta».
Pero me pareció que fue algo honorable y apropiado en ese momento. Y admito que mi juicio se vio probablemente influenciado por mi tendencia a ser demasiado honorable, pero así fue», sostuvo.