Los funcionarios de justicia en España liberaron accidentalmente de prisión a un multimillonario narcotraficante holandés en una aparente confusión burocrática.
Karim Bouyakhrichan, presunto líder de la Mocro Maffia, fue detenido en Marbella en enero tras una investigación de cinco años por lavado de dinero.
Pero desapareció este mes después de ser liberado accidentalmente en medio de la confusión que generó una solicitud de extradición de Países Bajos.
Las autoridades españolas siguen confiando en que lograrán encontrar al presunto jefe del cártel.
En declaraciones a los periodistas el martes, el ministro de Justicia, Félix Bolaños, admitió que la fuga era una «noticia preocupante», pero insistió en que las fuerzas de seguridad «entregarán a esta persona a la justicia lo antes posible».
Se usa el término Mocro Maffia para hacer referencia a varios de los cárteles traficantes de cocaína más grandes de Europa. Se cree que han contrabandeado droga por valor de miles de millones de euros desde América del Sur a la UE durante los últimos 15 años.
Se dice que utilizan los enormes puertos de Ámsterdam y Rotterdam para transportar cocaína por todo el continente, mientras dirigen operaciones de blanqueo de dinero en Europa, Oriente Medio y Marruecos.
Los medios de comunicación de Países Bajos también han vinculado a los cárteles con las amenazas que se formularon contra la heredera del trono de ese país, la princesa Amalia.
La semana pasada se reveló que las amenazas de secuestro por parte del mundo del crimen organizado de Países Bajos habían obligado a la princesa heredera a vivir en España durante al menos un año.
Karim Bouyakhrichan
Bouyakhrichan, también conocido como Taxi, fue arrestado en enero junto con otros cinco hombres después de ser acusado de blanquear dinero mediante la compra de 172 propiedades en España por valor de más de 50 millones de euros (US$53 millones).
El hombre, de 46 años de edad, era uno de los delincuentes más buscados de Europa y la Interpol lo perseguía desde hacía al menos cinco años. Se cree que su hermano, Samir, fundó una rama de Mocro Maffia, una organización holandesa-marroquí con sede en los Países Bajos y Bélgica, antes de ser asesinado a tiros en 2014.
Se alega que Bouyakhrichan tomó el control del imperio de su hermano después de su muerte. Se cree que su arresto este año calmó una lucha de poder entre facciones rivales del crimen organizado, que habían visto morir a varios hombres.
Al enterarse de la detención de Bouyakhrichan, las autoridades de Países Bajos presentaron una solicitud de extradición que fue inicialmente aprobada por un tribunal nacional en Madrid.
Sin embargo, los funcionarios locales de Málaga, donde se encontraba detenido el jefe del cartel, insistieron en que primero debía enfrentar los cargos en España. Los medios nacionales informaron que posteriormente el tribunal nacional de Madrid anuló la decisión.
El 22 de febrero, el tribunal de Málaga aceptó una apelación presentada por el equipo de defensa de Bouyakhrichan y ordenó su liberación en espera de extradición si pagaba una fianza de 50.000 euros (US$53.000).
El medio español El País informó que los jueces aceptaron que existía la posibilidad de que el jefe del cártel pudiera huir del país, pero argumentaron que serían suficientes medidas «menos gravosas» como la fianza, el retiro de su pasaporte y la obligación de presentarse ante el tribunal cada 15 días.
El periódico añadió que Bouyakhrichan se presentó periódicamente ante los tribunales hasta el 1 de abril, tras lo cual desapareció.
El ministro Bolaños se negó a comentar el martes sobre el error burocrático al ser interrogado por los periodistas.
Vincent Veenman, portavoz de la Fiscalía de Países Bajos en La Haya, dijo que se «desconocía» por qué Bouyakhrichan había sido liberado de prisión.
Pero insistió en que la cooperación con la justicia española es «en general buena» y añadió que «cada año se entregan decenas de sospechosos».
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