Decenas de miles de personas salieron a las calles el domingo en varias ciudades de Francia para reivindicar la libertad de expresión y rendir homenaje a Samuel Paty, el profesor de secundaria decapitado el viernes a plena luz del día en una comunidad a unos 30 km al noroeste de París.
El ataque, perpetrado por Abdoulakh A., un joven checheno de 18 años nacido en Moscú, ocurrió cerca del College du Bois-D’Aulne, en Conflants-Sainte-Honorine, donde el profesor dictaba clases.
A los arrestos del fin de semana se sumaron este lunes una serie de redadas en decenas de hogares de personas sospechosas de promover el radicalismo islámico.
Entre los que están siendo cuestionadas por la policía se encuentran algunos que se cree publicaron mensajes de apoyo al atacante y miembros de asociaciones que, según el gobierno francés, propagan mensajes que desafían al Estado.
En paralelo a la investigación policial, han comenzado a salir a la luz detalles del caso y de las semanas previas al asesinato de Paty.
Caricaturas en clase
La situación que dio origen al incidente del viernes, calificado por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, como un atentado terrorista islamista, tuvo lugar a principios octubre durante una clase de instrucción moral y cívica que dictaba el profesor Paty.
En estas clases, obligatorias en las escuelas de Francia, el profesor y sus alumnos debaten temas como la secularidad, la pena de muerte, el aborto y la libertad de expresión.
Para ilustrar el tema de la libertad de expresión, Paty, de 47 años y padre de un niño, mostró algunas de las controvertidas caricaturas del Profeta Mahoma.
A sabiendas de que estas imágenes podrían resultar ofensivas para sus alumnos musulmanes, Paty invitó a quien no quisiera verlas a no hacerlo o salir del aula.
La escuela recibió quejas después de la clase y pedidos exigiendo la renuncia del docente.
Uno de los padres subió incluso un video a redes sociales insultando al maestro y alentando a otros padres a sumarse a una campaña para que la institución tomase medidas disciplinarias contra el profesor.
Según informes, la escuela recibió «llamadas amenazantes» los días posteriores y Paty, que vivía cerca de la escuela y solía cruzar un bosque para llegar a su casa, cambió su ruta habitual por una que atravesaba una zona residencial más habitada, porque se sentía amenazado.
El ataque
Tras despedirse de sus alumnos -el viernes era el último día de clases antes del receso escolar de otoño- Paty se dirigió caminando a su casa.
A la salida, lo estaba esperando Abdoulahk A.
El atacante le pidió a un grupo de estudiantes que le indicaran quién era el profesor Samuel Paty y luego comenzó seguirle los pasos, explicó el fiscal antiterrorista Jean-Francois Ricard.
Lo atacó con un cuchillo provocándole múltiples heridas en la cabeza y luego lo decapitó. Después subió a Twitter fotos de la víctima decapitada con mensajes insultantes, reivindicando el ataque para vengar a Mahoma.
Los investigadores del caso encontraron un mensaje planificando el ataque en el celular del sospechoso escrito horas antes de que ocurriera, añadió el fiscal.
Antes de ser abatido por la policía -que llegó rápidamente alertada por el público- testigos dicen haber escuchado al agresor gritar «Allahu Akbar» (Dios es el más grande).
Junto al cuerpo del atacante se encontró un arma de fuego y un puñal.
Un segundo cuchillo de una hoja de 30 cm cubierto de sangre fue hallado a 30 metros de la víctima.
El atacante
Del atacante se sabe que tenía 18 años de edad, que era de origen checheno nacido en Moscú y que había llegado a Francia con estatus de refugiado.
Vivía junto a su familia en la localidad de Evreux, en Normandía, a 80 kilómetros del sitio atentado y, aparentemente, no tenía ninguna conexión con Samuel Paty ni con la institución educativa donde el profesor daba clases.
Según las autoridades, el joven había sido llevado con anterioridad a los tribunales, pero solo por delitos menores.
Cuatro miembros de su familia fueron detenidos por la policía.
Según le dijeron residentes de Evreux al medio Al Jazeera, Abdoulahk A. era un joven de bajo perfil que de niño se metía en peleas, pero que se había ido calmado en años recientes al volverse cada vez más religioso.
El asesinato de Paty se produce en momentos en que se está llevando a cabo el juicio en París contra 14 personas acusadas de ayudar a los dos atacantes islamistas que atentaron contra la revista satírica francesa Charlie Hebdo en 2015, por publicar caricaturas de Mahoma, las mismas que utilizó el profesor en su clase.
Y llega tres semanas después de otro ataque frente al antiguo local de Charlie Hebdo, que dejó dos heridos de gravedad.