¿Alguna vez pensaste en cuánto realmente necesitas decir para expresar una idea?
Es probable que como usuario del español no repares en cuán «eficiente» es el idioma.
O si hay algunas lenguas más «económicas» que otras, es decir que con pocos sonidos o palabras -dependiendo si es oral o escrito- se puede expresar más de un concepto o idea.
Pero si bien los lingüistas consultados negaron rotundamente que exista un ranking de idiomas «económicos», se pueden observar características que ayudan a describir el grado de eficiencia de algunas lenguas.
«Personalmente pienso que hay lenguas más económicas que otras. Entendiendo por economía aquella que dice mucho con poco«, enfatiza Adolfo Elizaincín, profesor emérito de la Universidad de la República, en Montevideo, Uruguay.
Sin embargo, el lingüista aclara a BBC Mundo que pese a que en «las lenguas indoeuropeas más o menos compartimos algunas formas de ver las cosas, hay otras familias de lenguas que son totalmente distintas».
Los más y los menos
En un artículo publicado en la revista estadounidense The Atlantic, el lingüista John McWhorter, profesor de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, sostiene que «si hubiera un premio para el idioma más complejo -económicamente hablando-, se lo ganaría el cabardiano, también conocido como circasiano que se habla en la región del Cáucaso».
Según explica McWhorter en la oración «el hombre me vio», la palabra para «ver» en cabardiano es «sǝq’ayǝƛaaɣwǝaɣhas’«.́
Pero esa palabra, que parece muy difícil aunque es muy común en esa lengua, encierra más conceptos.
Sǝq’ayǝƛaaɣwǝaɣhaś, además de «ver» también, de alguna manera, repite que ‘fui yo el que fue visto’, aunque la oración incluya el ‘yo’ por separado; que el ver fue más significativo para ‘mí’ que para otros; que la observación fue realizada por más de una persona, a pesar de que la oración mencionaba en otra parte ‘hombres’; que este evento no sucedió en el presente sino específicamente en el pasado; y que existe intencionalidad del hablante en decir lo que está diciendo.
En el otro extremo, el profesor de Columbia destaca que entre las lenguas «más económicas» podrían ubicarse ciertos dialectos coloquiales de Indonesia que son orales, no escritos.
McWhorter menciona en el artículo que en el dialecto Riau que se habla en Sumatra, «ayam» significa pollo y «makan» significa comer, pero «Ayam makan» no significa solo «el pollo está comiendo».
También puede representar que «los pollos están comiendo«, «un pollo está comiendo», «el pollo estará comiendo», «el pollo come», «el pollo ha comido», «alguien está comiendo el pollo», «alguien está comiendo por el pollo«, «alguien está comiendo con el pollo», «el pollo que está comiendo», «donde el pollo está comiendo» y «cuando el pollo está comiendo».
Todo depende del contexto de la frase.
Vosotros vs ustedes
Incluso dentro de un mismo idioma ocurren particularidades en torno a la eficacia o economía.
«En el Río de la Plata y en general en toda América se ha perdido relativamente la forma ‘vosotros’ para la segunda persona plural», explica el profesor Elizaincín.
«De manera que en el español americano no se puede hacer la distinción entre cercanía y lejanía cuando se refiere a varias personas, como sí se puede hacer en el español de España, donde existe vosotros (para cercanía) y ustedes (cuando no hay familiaridad)».
Esto no quiere decir que en el español americano no se pueda hacer esa diferencia pero se necesitan más recursos y «es mucho menos económico que usar los pronombres vosotros y ustedes», dice el profesor de la Universidad de la República, Uruguay.
En ese sentido es más «económico« el español de España aun cuando tenga una palabra más porque con ella muestra una distinción fundamental.
Sin embargo, en el español del Río de la Plata, sí se puede distinguir entre la cercanía y la lejanía en el singular con tú, vos y usted.
«Así, el español de Montevideo es contradictorio porque para dirigirse a una sola persona hay un sistema muy económico, pero para dirigirse a varias personas no hay. Y eso es un problema», aclara Elizaincín.
El inglés, la superlengua
Otra característica a destacar de los idiomas es que pueden ser eficientes en algunos aspectos de su estructura pero no en su totalidad.
«El latín es una lengua eficiente porque expresa muchísimas cosas a través de procedimientos gramaticales, morfológicamente (conjugación de verbo) y tal vez no tanto en procedimientos del tipo sintáctico», opina Elizaincin.
Pero para el lingüista, el inglés es uno de los idiomas más eficientes y lo califica como «una superlengua».
«El inglés bautiza rápidamente a las cosas, les da un nombre. Y otras lenguas más perezosas como el español esperan a ver cómo el inglés dice tal cosa», le dice a BBC Mundo.
Y eso ocurre por ejemplo en el área de la tecnología.
«Como la innovación tecnológica viene de sociedades que hablan o usan el inglés, entonces la innovación misma se identifica con la palabra o la forma inglesa con la que nace», describe.
«Siempre hay un idioma que se impone sobre los demás. La historia es así. Porque en el pasado hubo un Imperio romano, hoy nosotros hablamos español», concluye.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional