Hace exactamente un año, el París Saint-Germain rompió todos los límites conocidos en el fútbol con la contratación del brasileño Neymar, pagando al Barcelona los US$270 millones de su clausula de rescisión.
Fue el traspaso que estableció una nueva realidad en el mercado de transferencias de jugadores en Europa, en el que los precios de los futbolistas ha subido considerablemente en los últimos 12 meses.
Estos ha obligado a los clubes adaptarse a las nuevas condiciones de un mercado que sigue siendo dominado por los equipos de la Liga Premier inglesa, de lejos la que más dinero genera en el mundo.
Efecto Cristiano
Según los los datos del sitio especializado Transfermarkt, el club que más ha gastado en el mercado de fichajes de este año no proviene de la isla británica, sino desde el calcio italiano.
El Juventus de Turín ha invertido hasta ahora cerca de US$300 millones en un pool de jugadores liderados por el portugués Cristiano Ronaldo, quien dejo al Real Madrid después de nueve años vestido de blanco para fichar por la Vecchia Signora por US$135 millones.
Junto a él llegó su compatriota Joao Cancelo y el defensor Leonardo Bonucci, quien regresó a Turín tras un año en el AC Milan. A ellos se suma el traspaso de Douglas Costa, que se hizo efectivo tras jugar un año a préstamo con el conjunto italiano.
En segundo lugar aparece el Liverpool, tras convertir al brasileño Alisson Becker en el portero más caro del mundo, y el París Saint-Germain, que completó el traspaso de Kylian Mbappé tras haber llegado el año pasado procedente del AS Mónaco.
Los cinco primeros lo completan, por ahora, el AS Roma y el Atlético de Madrid, aunque es posible que el Barcelona escale posiciones si llega a concretarse su búsqueda por un jugador para el centro del campo.
Llama la atención el noveno lugar del Real Madrid y el décimo primero del Manchester United, los considerados equipos más valiosos del planeta en las últimas dos décadas según la revista Forbes.
Cambio de roles
El orden, sin embargo, cambia se se considera un período de tiempo más largo.
Aunque la actual posición de los actuales campeones de Europa -el Real Madrid- se entiende gracias a lo que parece un cambio en su política de fichajes, el que también es evidente si se consideran los últimos cinco años.
Mientras el Real Madrid ocupa en ese período el décimo lugar con una inversión en jugadores de aproximadamente US$634 millones, el Barcelona se ubica en el segundo puesto con más de US1.000 millones, lo que claramente evidencia la inversión de los roles entre los dos grandes del fútbol español.
Otra era la época en la que el conjunto catalán se vanagloriaba de contar con jugadores proveniente de su cantera de la Masia y el Madrid rompía el mercado con la contratación de los llamados galácticos.
Y el Barça escolta en la lista al Manchester City, que en el último lustro ha gastado US$1.170 millones, más que nadie durante ese período.
Los actuales campeones de Inglaterra, sin embargo, están manteniendo un bajo perfil en la actual temporada al ocupar apenas la casilla número 17 entre los clubes que más dinero han invertido.
De hecho, el gasto de los ciudadanos de Manchester -que hasta el momento asciende a poco más de US$80 millones, tras la contratación del argelino Riyad Mahrez- ha sido incluso US$15 millones menor que el del Manchester United, que todavía busca reforzar su plantilla según palabras del propio José Mourinho.
El técnico portugués ha reiterado en numerosas ocasiones desde que llegó a Old Trafford que el club no está en posición de luchar contra su rival de ciudad por la diferencia económica que existe entre ambos, pero lo cierto es que el United ha sido el tercer club que más ha gastado en los últimos cinco años.
Sumando todo lo que invirtió tras la salida de Alex Ferguson en 2013, el Manchester United roza los US$1.000 millones en fichajes.
Los dos clubes del norte de Inglaterra también son los que presentan el peor balance entre el gasto que realizan y lo que logran recuperar en la venta de jugadores.