El enfrentamiento del papa Francisco con los sectores conservadores de la Iglesia católica que se se oponen a aspectos progresistas de su agenda se ha vuelto público en las últimas semanas.
En el centro del debate están temas como el aborto, la comunidad LGBTIQ+ o el sacerdocio de mujeres.
En días pasados, Francisco decidió destituir al obispo estadounidense Joseph E. Strickland de la diócesis de Tyler, en el estado de Texas, por malos manejos administrativos
Pero es bien conocido que Strickland, abierto seguidor del expresidente Donald Trump, es reconocido por ser una de las principales voces críticas de Francisco.
Sumado a esto, el Papa tomó otra decisión respecto a un crítico de su gestión: desalojar de su residencia en el Vaticano al cardenal estadounidense Raymond Burke, quien también ha sido un feroz opositor a la gestión del pontífice argentino.
Burke, quien ha llegado a decir que “existe la sensación de que la iglesia está sin timón”, está retirado y vivía en Roma en una residencia adecuada para cardenales y obispos jubilados.
“Francisco ya tiene 87 años, con algunos problemas de salud y probablemente esté interesado en asegurar su legado contra las maquinaciones de quienes buscan socavar sus reformas y su visión para la Iglesia Católica Romana global”, señaló la periodista Harriet Sherwood en el diario británico The Guardian.
Pero, ¿cuáles son los temas en los que Strickland y Burke han puesto sus principales ataques?
1. Matrimonio homosexual
Tal vez el tema que más ha causado revuelo en los últimos meses ha sido la sugerencia del papa Francisco de bendecir a las parejas del mismo sexo.
“Una bendición es la búsqueda de las personas para estar en presencia de Dios, pero nunca debe ser confundido con el sacramento del matrimonio”, dijo Francisco en una carta publicada el pasado mes de octubre.
El matrimonio homosexual sigue siendo considerado un pecado dentro de la doctrina de la Iglesia y Strickland y Burke han sido enfáticos en rechazar cualquier apertura con lo que ellos denominan es la “agenda homosexual”.
“Deben juzgarse los actos y en este caso son pecaminosos y contranaturales. Es imposible encontrar elementos positivos en un acto malo«, dijo Burke en una entrevista con el portal Vida Nueva.
Hace poco además envió una “dubia” (un documento oficial que los sacerdotes pueden producir para preguntar por decisiones que se toman sobre la doctrina de la Iglesia) al papa Francisco donde cuestionaba las ideas de darle apertura a las parejas del mismo sexo.
Strickland también se ha enfocado en criticar las posiciones de la iglesia sobre este tema.
El obispo señaló en una carta publicada el pasado mes de agosto que: “La verdad se basa en la Palabra Divina de Dios revelada en la Sagrada Escritura y la Sagrada Tradición, y custodiada por el Magisterio de la Iglesia. Por lo tanto, cualquier intento de permitir la bendición de las uniones entre personas del mismo sexo sería un ataque al Sagrado Depósito de la Fe”.
Para la teóloga y abogada canónica estadounidense Dawn Goldstein realizar tal acusación «es en efecto declararse en cisma con respecto al Papa«, le dijo a BBC Mundo.
Además, el ahora exobispo de la diócesis estadounidense de Tyler también hizo una crítica a la apertura de la iglesia hacia las mujeres trans.
“El movimiento transgénero es otra cara de la agenda LGBTIQ+ y también está en desacuerdo con la comprensión católica del ser humano. Este movimiento busca alterar fundamentalmente la forma en que nuestro mundo ve la identidad biológica y dada por Dios de cada persona”, señaló.
2. Divorciados y aborto
Otro tema que ha causado una gran cantidad de fricciones ha sido la apertura que ha tenido Francisco con las personas divorciadas que se han vuelto a casar para que puedan recibir los sacramentos.
De acuerdo con la Iglesia católica, una persona que se divorcia y se vuelve a casar por lo civil no puede recibir los sacramentos pues se supone que el matrimonio es indisoluble (a menos que la propia Iglesia lo anule) y estaría viviendo en pecado con su nueva pareja.
Francisco ha dado indicios de que quiere que se abran las puertas de la Iglesia católica a las personas divorciadas, pero Burke se ha negado a considerar un cambio.
“El matrimonio es indisoluble. Si me caso con alguien, no puedo vivir con otro», ha expresado Burke.
Y añadió: “El pilar de la Iglesia es el matrimonio. Si no enseñamos y vivimos bien esa verdad, estamos perdidos. Dejamos de ser la Iglesia».
Sobre el aborto, uno de los temás más polémicos dentro del seno de la Iglesia, Burke también ha tomado una postura radical.
Burke dijo que los políticos católicos que apoyan la legalización del aborto, como John Kerry o el presidente de EE UU, Joe Biden, que es un católico confeso, no deberían recibir la eucaristía.
Francisco no ha sido ambigüo sobre el tema del aborto (“Es un homicidio”, ha dicho en varias entrevistas), pero sí ha tomado posturas como la de permitir a todos los sacerdotes que otorguen la “absolución sacramental” a este pecado.
Hasta hace algunos años esa facultad solo estaba permitida a unos sacerdotes especiales, debido a que el aborto es considerado un pecado grave que causa la excomunión.
Un cambio podría facilitar el regreso de fieles que se alejaron por esta postura.
3. Mujeres sacerdote
En distintas declaraciones, el papa Francisco ha notificado la importancia de abrir la jerarquía de la iglesia a las mujeres.
Aunque existe un movimiento que promueve incluso su ordenación sacerdotal, hasta el momento la idea que ha tenido más alcance es la ordenación de diáconos mujeres para que administren la eucaristía y tengan otras tareas sacramentales.
Los diáconos en la Iglesia Católica son el primer grado de la ordenación sacerdotal, que es seguido del presbiterado (sacerdote) y el episcopado (obispo).
“Es urgente garantizar una mayor participación de las mujeres en puestos de gobierno en la Iglesia”, dijo Francisco al final del pasado Sínodo de Obispos.
Y pidió una investigación para que se pudieran ordenar diáconos a las mujeres.
A raíz de este anuncio, Strickland volvió a enfilar baterías contra la posibilidad de permitir la ordenación a las mujeres.
“La Sagrada Tradición y el Magisterio Ordinario de la Iglesia han afirmado a lo largo de los siglos que la Iglesia no tiene autoridad alguna para ordenar mujeres como sacerdotes”, escribió el obispo en una carta pastoral publicada el pasado mes de septiembre.
“Esto no se puede cambiar, porque Cristo instituyó un sacerdocio masculino para representarse a sí mismo como el esposo y a la Iglesia como su esposa”, aseveró.