Después de años acusándolo de ser estar al servicio del «imperialismo», el régimen de Nicolás Maduro solicitó este martes ayuda al Fondo Monetario Internacional para hacer frente a la pandemia del covid-19 en medio del desplome de los precios del petróleo.
Maduro envió una carta a la directora del Fondo, Kristalina Georgieva, en la que le solicita financiación para hacer frente a la emergencia.
El organismo, sin embargo, anunció este mismo martes que la petición no podrá ser procesada.
«Lamentablemente, el Fondo no está en condiciones de considerar esa solicitud», dijo un portavoz del organismo multilateral a la agencia EFE.
«El compromiso del FMI con los países miembros se basa en el reconocimiento oficial del gobierno por parte de la comunidad internacional, como se refleja en la membresía del FMI. No hay claridad sobre el reconocimiento en ese momento», agregó el funcionario a través de un comunicado.
Aunque Maduro ejerce el poder efectivo sobre el territorio y las instituciones del Estado venezolano -con la excepción de la Asamblea Nacional-, medio centenar de países, incluidos Estados Unidos y la Unión Europea, consideran al opositor Juan Guaidó como el legítimo mandatario del país suramericano.
Esta situación obedece a que Maduro se reeligió para un segundo mandato en mayo de 2018, en unas elecciones tachadas de fraudulentas por los gobiernos mencionados.
En la carta difundida por su canciller, Jorge Arreaza, Maduro solicitó al FMI «una facilidad de financiamiento» por 5.000 millones de dólares del fondo de Emergencia del Instrumento de Financiamiento Rápido (IFR, en inglés).
Maduro afirma que los fondos serían destinados a «robustecer los sistemas de detección y respuesta» del coronavirus en Venezuela y asegura que la pandemia representa una «emergencia de salud pública de importancia internacional que requiere la unión de todos los países».
El coronavirus llevó al mandatario a poner al país en cuarentena y cerrar las fronteras aéreas con Europa, Colombia, Panamá y República Dominicana.
Qué decía antes Maduro sobre el FMI
La misiva al FMI supone la rectificación a la política de críticas y hostilidad al organismo multilateral que durante años ha mantenido el régimen venezolano.
La carta de Maduro se refiere al FMI como «Honorable organismo», lo que contrasta con los términos que desde el gobierno se solían utilizar.
Su predecesor, Hugo Chávez, llegó a pedir su disolución y el pasado mes de noviembre Maduro reiteró sus frecuentes críticas al abogar contra «el modelo de exclusión, privatización, empobrecimiento, individualismo del capitalismo salvaje y neoliberal del Fondo Monetario Internacional».
El distanciamiento del régimen venezolano del FMI se ha acompañado de sus incumplimientos en el pago de la deuda del Estado, lo que ha agravado las dificultades financieras de Venezuela.
¿A quién ayuda el FMI?
El pasado 4 de marzo, el FMI ofreció ayuda a los países miembros para hacer frente a la pandemia, a través de servicios financieros de emergencia con rápido reembolso.
Normalmente, los programas de financiación de emergencia del Fondo suelen acarrear condiciones para los países que reciben los préstamos.
El FMI afirma en su página web que el acceso al financiamiento «se determina según las circunstancias particulares de cada país, tomando en cuenta sus necesidades de balanza de pagos, la solidez de sus políticas macroeconómicas, la capacidad de reembolso al FMI, el monto del crédito pendiente del FMI y el historial del país de uso del crédito del FMI».
Igualmente, el país candidato debe cooperar con el organismo en «los esfuerzos por resolver las dificultades de la balanza de pagos y describir las políticas económicas generales que se propone aplicar».
El régimen de Maduro acumula deuda impagada desde 2018 y hasta ahora ha rechazado toda colaboración con el FMI, ya que lo consideraba una «injerencia».
Pero, según las explicaciones ofrecidas este martes por el portavoz del FMI, lo que ha pesado en la negativa han sido las dudas en torno a la legitimidad de Nicolás Maduro, a quien Estados Unidos y la mayoría de países europeos y latinoamericanos consideran un gobernante ilegítimo.
La entonces directora del FMI, Christine Lagarde, dijo el pasado abril que los estados miembros del FMI no habían decidido aún si reconocer a Guaidó como mandatario.
Cuán grave es la amenaza del coronavirus para Venezuela
La pandemia del nuevo coronavirus que causa covid-19 es un enorme desafío a escala mundial, con graves consecuencias sanitarias y económicas.
Con 33 casos confirmados por las autoridades, en Venezuela hasta este martes 17 de marzo, el virus se encuentra con un país sumido desde 2014 en una grave crisis económica que le ha hecho perder más de la mitad de su Producto Interno Bruto, a lo que se suma el efecto de las sanciones impuestas por Estados Unidos para forzar la salida de Maduro del poder.
El desplome de los precios del petróleo que ha seguido a la pandemia, y que ha llevado al crudo por debajo del coste de producción en Venezuela, también tendrá gran impacto para el país.
En los últimos meses, el régimen había permitido una apertura económica con una dolarización de facto que supuso la rectificación de la que fue su política económica durante años y había permitido tomar algo de aire a parte del sector privado.
Pero los efectos de estas medidas han sido, según la mayoría de expertos, muy limitados y no han alcanzado al grueso de la población.
El sistema sanitario venezolano, por otra parte, sufre graves carencias, según muchos de sus profesionales y diversas ONG. En los últimos meses el régimen comenzó a permitir el trabajo en el país de organizaciones humanitarias como Médicos Sin Fronteras y la Cruz Roja.
La Organización Panamericana de la Salud considera a Venezuela uno de los países de Latinoamérica en los que la propagación del virus conlleva un mayor riesgo, por lo que anunció el envío de una misión especial al país.
Y, de acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, uno de cada tres habitantes de Venezuela se encuentra en situación de inseguridad alimentaria.
El virus lo cambió todo
Por Guillermo Olmo, corresponsal de BBC News Mundo en Venezuela
Su hostilidad al FMI era casi lo último que quedaba de la vieja retórica revolucionaria en los mensajes del régimen de Venezuela, forzado por las circunstancias a flexibilizar su política económica.
Pero también esto lo cambió la amenaza del coronavirus.
Mientras en Europa levantan fronteras por todo el mercado único del que se enorgullecieron durante décadas y en Estados Unidos se preparan para introducir restricciones a la sacrosanta libertad de empresa en aras de la salud pública amenazada, en Venezuela la fobia al FMI no resistió el pánico a las posibles consecuencias, no solo sanitarias, de la pandemia.
Maduro se ha convencido de que para la Venezuela actual toda ayuda será poca, venga de donde venga.
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