Aunque algunos países del mundo -y de América Latina- apenas despegan en sus campañas de vacunación, otros ya han comenzado a administrar una tercera dosis a grupos de riesgo.
Es una decisión controvertida que las autoridades de Salud de algunas naciones justifican principalmente por la nueva emergencia de la variante delta -más contagiosa que las previas-, pero que no ha logrado aún el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, explicó que la posición al respecto de la organización se basa en las desigualdades que han marcado la distribución de vacunas a nivel global.
«No podemos y no debemos aceptar que países que ya se han servido de la mayoría de las vacunas utilicen aún más dosis, ya que los países más vulnerables siguen desprotegidos», dijo.
El funcionario pidió a las naciones que habían anunciado sus proyectos de comenzar a inocular dosis de refuerzo esperar al menos dos meses, como ventana de tiempo para que se alcance al menos el 10% de inmunidad en cada país con la distribución actual de vacunas.
Según la OMS, más del 80% de las dosis que se han producido hasta las fecha han sido usadas en los países con mayores ingresos, donde vive menos de la mitad de la población mundial.
Sin embargo, numerosos países, desde Israel, hasta Francia, Alemania, Rusia o Reino Unido han comenzado ya a aplicar -o han anunciado que lo harán- una tercera dosis a grupos de personas mayores e inmunodeprimidos.
América Latina tampoco ha estado ajena al debate.
Hasta la fecha tres países de la región han comenzado o anunciado que iniciarán en fechas próximas las campañas para administrar una tercera dosis -y algunos, como Uruguay, incluso una cuarta-.
Otros, como Argentina, han anunciado que valoran la posibilidad, aunque no proyectan hacerlo antes de fin de año.
En la mayoría de los casos, se trata de naciones que utilizaron algunas de las dosis producidas en China, cuya eficacia para reducir los contagios y la enfermedad sintomática ha sido cuestionada por autoridades de salud y estudios recientes.
En BBC Mundo te contamos cuáles son los países de América Latina que, hasta ahora, han comenzado o anunciado que irán por una tercera dosis.
República Dominicana
República Dominicana fue el primer país de la región en comenzar a inicios de julio pasado una campaña para vacunar con una tercera dosis a grupos de riesgo de su población.
Según datos oficiales, más 300.000 personas han sido vacunadas por tercera vez en el país de más de 11 millones de habitantes, mientras cerca del 60% de la población ha sido inmunizada anteriormente con dos dosis.
«Lo que buscamos es una cobertura extra contra las variantes, para aumentar los anticuerpos entre los pacientes y evitar reinfecciones y hospitalizaciones», dijo el ministro de Salud Pública, Daniel Rivera, en una conferencia de prensa el mes pasado.
Según indicó el Ministerio, las terceras dosis serán principalmente de Pfizer y AstraZeneca y, aunque inicialmente fueron destinadas a trabajadores de la salud y personas con afecciones subyacentes, la prensa local señala que la mayoría de la población que lo desee puede acceder actualmente a ellas.
El país caribeño comenzó la campaña de vacunación en pasado febrero, en su mayoría con la vacuna china Sinovac, y desde mediados de junio administra también Pfizer a los menores de edad a partir de 12 años.
Chile
Chile, que tiene una de las tasas de vacunación más altas del continente, fue el segundo país de la región en iniciar una campaña de vacunación para inocular una tercera dosis.
A partir de este miércoles los chilenos que recibieron el ciclo completo de la vacuna china Sinovac son elegibles para recibir una dosis de refuerzo, aunque el calendario se organizará por edades y por la fecha de la segunda dosis, según anunciaron las autoridades de Salud.
«Empezamos con las personas mayores porque son ellos los más expuestos a contraer el virus», explicó el ministro de Salud, Enrique Paris.
El gobierno indicó que el refuerzo se debía a los riesgos de la variante delta y a estudios que muestran que la inmunidad para los vacunados disminuye con el paso de los meses.
«Considerando la evolución en el tiempo, y tomando el riesgo que significa la variante delta, que está golpeando con mucha fuerza en muchas partes del mundo, y después de recibir las recomendaciones tanto nacionales como internacionales, hemos decidido iniciar un reforzamiento de la vacunación en todas aquellas personas que han recibido sus dos dosis de vacuna Sinovac», dijo el presidente Sebastián Piñera.
Según explican medios locales, la decisión de administrar la nueva dosis en Chile se adoptó luego de que un estudio del Ministerio de Salud en julio mostrara que la efectividad de Sinovac para prevenir los contagios sintomáticos disminuyó un 5% en relación con junio.
Hasta la fecha, cerca del 72% de los chilenos recibieron la dosis china.
El análisis también incluyó a la vacuna de Pfizer, la segunda más usada en el país sudamericano, que disminuyó su efectividad en un 3%.
Tanto Sinovac como Pfizer mantienen alto niveles de efectividad para prevenir las hospitalizaciones, el ingreso a las Unidades de Cuidados Intensivos y la muerte, concluyó el estudio.
Sin embargo, de momento solo se aplicará el refuerzo, principalmente con AstraZeneca y Pfizer, a los vacunados con Sinovac.
Chile, cuya meta es inmunizar a 15,2 de sus 19 millones de habitantes, ha vacunado con una dosis a un 88% de la población y a un 82% con las dos dosis.
Uruguay
A finales de julio, Uruguay, otro de los países con más alta tasa de vacunación de la región, también anunció que administrará a partir del 16 de agosto una tercera dosis.
Será destinada a todos los que hayan recibido la vacuna china y quienes tienen la de Pfizer o AstraZeneca, pero que se encuentren en grupos de riesgo (estos recibirán una tercera de Pfizer).
«Se ofrece una tercera dosis de vacuna Pfizer a las personas que hayan recibido esquema primario con CoronaVac (Sinovac), con el objetivo de reforzar la inmunidad. Esto es debido a la caída natural de los anticuerpos neutralizantes y al riesgo de las variantes de preocupación que ya han ingresado a nuestro territorio», indicó en su página web el Ministerio de Salud Pública (MSP).
A diferencia de otros países, Uruguay ha comenzado a programar también una cuarta dosis, que la recibirán particularmente las personas con inmunosupresión moderada y severa por distintas patologías.
Según datos oficiales, cerca del 73% de la población del país de más de 3 millones de habitantes tiene una dosis aplicada y al 65% ya recibió ambas.
La pasada semana, el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, había confirmado que su país no postergaría la aplicación de una tercera por el pedido de la OMS.
«Nosotros vamos a seguir con nuestro programa, nuestra guía, nuestro asesoramiento y nuestro rumbo», dijo.
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