La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya califica al nuevo coronavirus surgido en China de pandemia, pero, por fortuna, ha recalcado que se trata de la primera pandemia que podemos controlar.
Como ya habrás oído, para conseguirlo hay que tomar precauciones como lavarse las manos seguido, intentar no tocarte mucho la cara, taparte la boca y la nariz con un pañuelo desechable a la hora de toser o estornudar o hacerlo en el codo para evitar esparcir el virus que causa la enfermedad covid-19.
En muchos hogares y empresas se ha reforzado la limpieza, sobre todo en elementos que se tocan con frecuencia como los pomos de puertas o barandillas.
Pero hay otro objeto que utilizamos innumerables veces al día y tal vez no se te ocurrió limpiarlo tan a menudo: el celular.
Lo llevas en el bolsillo, lo metes en el bolso, lo dejas sobre el escritorio… algunos ni siquiera van al baño sin su compañía. ¿Has reflexionado sobre la cantidad de gérmenes que puede llevar encima tu teléfono?
Y ahora, existe la posibilidad de que a estos se les sume el nuevo coronavirus, una probabilidad que crece o disminuye según donde vivas y lo extendido o no que esté allí el virus.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), la agencia estadounidense encargada del área sanitaria, hasta el momento no ha quedado documentada la transmisión del nuevo coronavirus a través de superficies.
Según los CDC, el contagio se da «de forma más común» a través de las gotitas respiratorias que soltamos al toser o estornudar que a través de objetos que no tienen ni vida ni sustancias.
Aún así, la página web de la agencia, dependiente del Departamento de Salud de EE.UU., recuerda que hay «evidencia» que «sugiere» que este nuevo virus puede permanecer viable durante horas y hasta días sobre superficies de varios materiales; por lo que recomienda limpiar y desinfectar aquellas que estén visiblemente sucias.
Limpiar y desinfectar sin hacer daño
Como explican los CDC, existe una diferencia entre limpiar y desinfectar, procesos que se deben hacer en ese orden. Con el primero, retiras la suciedad y reduces el número de gérmenes, y con el segundo, matas a muchos de los que todavía quedaban tras la limpieza.
Apple recomienda en su página web apagar el teléfono y retirar todos los cables antes de limpiarlo. Luego, utilizar una tela con tratamiento antipelusa (por ejemplo, la que te regalan las ópticas cuando te compras lentes nuevos) ligeramente humedecida para retirar la suciedad.
Samsung sugiere en su portal web hacerlo con una tela suave y seca, y solo humedecer una esquina un poco si es necesario. Según el fabricante surcoreano, en este último caso se deben hacer movimientos de arriba a abajo y luego pasa la esquina seca para retirar la humedad.
Ambas compañías recomiendan no recurrir a productos de limpieza y Apple también desaconseja los que aplican aire comprimido para no dañar el celular.
Evita que se humedezcan las zonas abiertas del aparato, como la entrada del cable del cargador o del auricular.
¿Y para desinfectar?
Según Apple, puedes usar toallitas húmedas que contengan un 70% de alcohol isopropílico para las superficies exteriores del iPhone. La lejía está totalmente desaconsejada.
Si no tienes uno, considera comprar algún protector de pantalla, así podrías limpiar este con mayor tranquilidad de no estar desgastando la pantalla.
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