El ejército de Israel rescató el sábado a cuatro rehenes del centro de Gaza, en una operación que llevaba semanas planificada.
Para los israelíes fue una celebración y un alivio. Para los palestinos, esto trajo más sufrimiento. Los hospitales dijeron que decenas de personas, incluidos niños, murieron en el ataque al campamento densamente poblado de Nuseirat.
A media mañana las calles estaban llenas de gente comprando en un mercado cercano.
Apodado “Semillas de Verano”, el ataque se llevó a cabo durante el día, algo muy inusual, pero que según las Fuerzas de Defensa de Israel permitió tener la ventaja de un mayor elemento de sorpresa.
También significó un mayor riesgo para las fuerzas especiales de Israel, no sólo al entrar, sino especialmente al salir.
Un oficial de las fuerzas especiales resultó herido y murió en el hospital, informó la policía israelí.
«Fue a una escala como la de Entebbe», señaló el portavoz principal del ejército israelí, el contraalmirante Daniel Hagari, haciendo referencia al rescate por parte de Israel de 100 rehenes en Uganda en 1976.
Actuando según información de inteligencia, y después de cruzar a Gaza desde Israel, dijo que comandos especializados allanaron simultáneamente dos apartamentos residenciales en Nuseirat donde estaban retenidos los rehenes.
En uno de los apartamentos se encontraba como rehén Noa Argamani, de 26 años. En el otro estaban Shlomi Ziv, de 41 años, Andrey Kozlov, de 27, y Almog Meir Jan, de 22.
Hagari comentó que no estaban en jaulas sino en habitaciones cerradas y rodeadas de guardias.
Dijo que los comandos israelíes, después de haber entrado por la fuerza, tomaron a los rehenes y los envolvieron para proporcionarles escudos protectores, antes de llevarlos a vehículos militares que estaban afuera.
Cuando se marcharon, contó que se enfrentaron a una feroz resistencia de los combatientes palestinos.
Hagari explicó que el ejército de Israel planeó el ataque con gran detalle, construyendo incluso maquetas de los dos apartamentos para poder entrenarse.
Estados Unidos también proporcionó apoyo de inteligencia a Israel para la operación, según CBS News, socio de la BBC, que citó a dos funcionarios estadounidenses.
Un video grabado con un teléfono móvil muestra a la gente buscando refugio mientras los misiles entran silbando y se escuchan disparos.
Imágenes posteriores mostraron cadáveres esparcidos en la calle.
La redada claramente involucró fuerza masiva. Los médicos de los dos hospitales del centro de Gaza dijeron que habían contado más de 70 cadáveres.
Hagari estimó menos de cien, mientras que la oficina de medios de Hamás dijo que más de 200 personas habían sido asesinadas.
La BBC no ha podido verificar el número de víctimas.
«He reunido las partes del cuerpo de mi hijo, mi querido hijo», le dijo a la BBC Nora Abu Khamees, refugiada en Nuseirat, mientras se desmoronaba llorando.
“Mi otro hijo está entre la vida y la muerte. Incluso mi marido y mi suegra, toda nuestra familia está destruida. Esto es un genocidio”.
Areej Al Zahdneh, de 10 años, hablando en un hospital cercano, nos dijo que hubo ataques aéreos, tanques y disparos.
“No podíamos respirar. Mi hermana Reemaz recibió metralla en la cabeza y mi hermana Yara, de cinco años, también recibió metralla”.