Desde que se convocó hace dos años, el contrato para el desarrollo de la nube digital del sistema defensivo de EE UU se había convertido en uno de los contratos más apetecibles para las empresas tecnológicas del mundo.
Y a pesar de que el favorito para obtenerlo era Amazon, el gigante de las ventas por internet que es propiedad de Jeff Bezos, Microsoft se quedó finalmente con el negocio.
El contrato para crear la Empresa Conjunta de Infraestructura de Defensa (Jedi, por sus siglas en inglés) tiene un presupuesto estimado de US$10.000 millones y está destinado a hacer que el Departamento de Defensa sea mucho más hábil y avanzado en términos tecnológicos y digitales.
Amazon se declaró «sorprendido» por la decisión y aclaró en un comunicado que «un análisis enfocado solo en comparar las ofertas hubiera llevado a una conclusión diferente«.
La empresa de Bezos, que tiene 10 días para apelar la decisión, señaló además que está evaluando sus opciones después de conocerse el veredicto a favor de Microsoft.
Desde un principio, Amazon Web Services, un departamento dentro de Amazon especializado en estos servicios, fue considerada la favorita para quedarse con el contrato de Jedi -el más grande en tecnología digital de la historia del ejército de EE.UU.-, debido a que tiene una capacidad de almacenamiento de datos más amplia.
De hecho, Amazon controla casi el 40% del sector en EE.UU., mientras que Microsoft solo llega al 15%.
Por ejemplo, todos los contenidos de Netflix están albergados dentro de los sistemas de Amazon y durante años la compañía de Bezos ha ofrecido también un servicio similar a la CIA.
Pero Bezos, además de ser el dueño de Amazon es el propietario del diario The Washington Post, que ha mantenido una línea muy crítica con el presidente Donald Trump, quien lo tacha constantemente de hacer «fake news».
Así es que Trump ha extendido los ataques al dueño de diario, Bezos, y a su mayor empresa, Amazon. Varios analistas señalan que este enfrentamiento de Trump con Bezos puede haber influido en la decisión.
Pero el Pentágono señaló que había ofrecido un «trato justo» a cada uno de los concursantes, entre los que también estaban Oracle y Google (aunque este se retiró hace un año).
Por su parte, el director ejecutivo de Microsoft, Toni Townes-Whitley, señaló que estaba «orgulloso» de lo que había logrado la empresa.
«Es un orgullo para Microsoft que el Departamento de Defensa haya escogido nuestra tecnología de nube digital para satisfacer las urgentes y críticas necesidades actuales de los combatientes», dijo.
¿Cómo se quedó Microsoft con el contrato?
El Departamento de Defensa desea reemplazar su vetusta red de computadoras por un sistema de nube digital simple y único, donde puede controlar sus contenidos.
De acuerdo al contrato, Microsoft deberá proveer análisis basados en inteligencia artificial y alojar y manejar secretos militares clasificados, entre otros servicios.
Se espera que Jedi le dé al ejército de EE UU un mejor acceso a la información desde cualquier campo de batalla en el mundo.
Y es aquí donde la decisión se vuelve controversial: Amazon Web Services ya hacía ese trabajo desde hace algunos años.
Pero los cuestionamientos de parte de Trump no solo para Amazon sino también respecto del proceso de adjudicación del contrato, habrían jugado a favor de Microsoft.
«He recibido fuertes quejas sobre el contrato del Pentágono y las aspiraciones de Amazon», dijo el mandatario estadounidense en julio pasado.
Por esa razón es que muchos analistas señalaron al presidente Trump como el responsable de que Amazon no se quedara con la adjudicación.
«Está claro que el presidente de Estados Unidos no quería que este contrato se adjudicara a uno de los competidores«, le dijo Franklin Turner, abogado de la firma McCarter & English, al diario The Washington Post.
«Como resultado es bastante probable que veamos una serie de reclamos y apelaciones a la decisión basados en que el proceso no se llevó a cabo en igualdad de condiciones», agregó.
En esto está de acuerdo Dan Ives, gerente de Wedbush Securities, quien también señala que será un «cambio de paradigma» para Microsoft.
La adjudicación de un contrato de esta magnitud impulsará el precio de las acciones de Microsoft y «traerá implicaciones financieras positivas para la compañía en los años venideros», le dijo Ives a la BBC.
Una caída para Amazon
Leo Kelion, editor de tecnología de BBC
Amazon está decepcionado por haber perdido este contrato, sobre todo después de haber sido considerado como el favorito.
Pero después de los comentarios del presidente Trump acerca de que recibió «tremendas quejas» sobre el estatus de favorito de Amazon en julio y tras la posterior demora en anunciar la adjudicación, parecía que Microsoft podía conseguir el contrato.
Y es curioso que eso haya ocurrido justo después de que el secretario de Defensa, Mark Esper, se retirara inesperadamente -él mismo- del proceso de adjudicación, tras pasar meses involucrado en el mismo.
La razón que dio fue que su hijo trabajaba para IBM, una de las empresas oferentes.
Esta decisión significa además que Microsoft se convierte en un gran beneficiario de los fondos del Departamento de Defensa.
Porque no solo se beneficiará de Jedi, sino que también se hará cargo de otro contrato conocido como Deos.
Aunque el proyecto ha tenido sus retrasos, consiste en que los empleados del Departamento de Defensa utilicen Office 365, que está en la nube, para sus necesidades de correo electrónico, calendario, videollamadas y otras tareas.
Pero Microsoft deberá lidiar con los problemas que le traerá su nueva cercanía con las fuerzas armadas.
Algunos de sus empleados se han negado a desarrollar una versión de su proyecto de realidad aumentada para uso del ejército de EE.UU. y la idea de que ahora se provea un servicio de aprendizaje y otros sistemas -que ayudan a «mejorar la capacidad mortífera» del ejército- podría ser fatal para las relaciones públicas de Microsoft.
En cambio, si llega a ser cierto que Amazon perdió este contrato porque Bezos es dueño de The Washington Post, podría alimentar las peticiones para que Amazon Web Service se convirtiese en una empresa separada de Amazon.
Esto, con el fin de evitar la preocupación que tienen los organismos reguladores del mercado sobre el ya extenso alcance que tiene el «imperio Amazon» en la vida de los estadounidenses.