Kim Jong-un y Donald Trump ya están en Singapur para su cita del próximo martes 12 de junio. Pero es bastante probable que los habitantes de Corea del Norte todavía no estén enterados.
El gobierno norcoreano siempre ha hecho grandes esfuerzos para controlar el tipo de información que llega a los ojos y oídos de sus habitantes y normalmente no ofrece noticias sobre eventos importantes hasta que han ocurrido.
Y, en este caso, la prensa de Corea del Norte también parece estar racionando la información sobre el histórico encuentro de Kim con el presidente de Estados Unidos, al punto de casi no haber hecho mención del mismo.
Durante el último mes, la idea de la cumbre solamente ha sido mencionada unas pocas veces: cuando Pyongyang amenazó con no acudir al encuentro a mediados de mayo y, unos días más tarde, cuando hizo un llamamiento para que sí se realizara.
Las informaciones en la televisión, en la radio y en los periódicos se refieren más bien a un «diálogo» con Estados Unidos como parte de unos esfuerzos de paz iniciados por Kim en su discurso de Año Nuevo.
¿Qué les dicen?
Los norcoreanos saben que la cumbre está prevista pero, a menos que hayan estado prestando mucha atención, no conocen ni el lugar ni la fecha del encuentro.
La fecha aparece muy adentro en el texto de un informe sobre la reciente reunión de Kim con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, ocurrida a finales de mayo, mientras tanto los norcoreanos no han recibido explicaciones acerca de las razones de la reciente visita a su país del ministro de Exteriores de Singapur.
Algunas partes de la información publicada por el diario estatal Rodong Sinmunsobre la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, a Pyongyang incluían algunas líneas sobre la preparación de la cumbre.
Pero merece la pena destacar que todos los comentarios sobre la cumbre eran atribuidos a Pompeo, manteniendo así la narrativa de que era Washington quien pedía el diálogo en lugar de Pyongyang.
Apenas una semana más tarde, el ministro de Exteriores de Corea del Norte amenazó con cancelar el diálogo, tras unas declaraciones de funcionarios estadounidenses que Pyongyang calificó como «siniestras» y «absurdas».
La prensa estatal calificó la posición estadounidense como una «comedia ridícula» y citó al ministro de Exteriores norcoreano diciendo que «él no seguirá interesado en semejante diálogo y no tiene otra opción que reconsiderar lo relacionado con la cumbre».
Pero nueve días más tarde, tras el anuncio de Trump de que todas las reuniones habían sido canceladas, la prensa norcoreana decía que la cumbre era una «necesidad urgente».
Parte de la caravana de Kim Jog-un a su llegada a Singapur.
«La cumbre histórica ocupa ahora un lugar importante en la agenda entre la República Popular Democrática de Corea (el nombre oficial de Corea del Norte) y Estados Unidos, y los preparativos para la misma se están llevando a cabo en su etapa final en medio de una gran preocupación para el mundo», señalaba el ministro de Exteriores según un reporte de la agencia de noticias oficial norcoreana.
La prensa estatal norcoreana no se ha prodigado en comentarios sobre la cumbre, pero es probable que se produzcan más comentarios, especialmente después de que Rudolph Giuliani, uno de los abogados de Trump, dijo que Kim «se puso de rodillas y rogó» para que se realizara la cumbre.
Esta frase representa exactamente el tipo de comentarios que normalmente despiertan la ira de Pyongyang.
¿Qué dicen los norcoreanos?
Es muy difícil conocer lo que opina la gente dentro de Corea del Norte, pero Daily NK -una página web publicada en Corea del Sur pero que asegura tener contactos dentro del vecino país- afirma que los ciudadanos están conscientes de que se prepara una cumbre con Estados Unidos.
Las fuentes sin identificar de esa página web en la provincia sureña de Hwanghae señalan que la gente supo por primera vez de los preparativos del encuentro al ver la información sobre el encuentro entre Kim y Pompeo en la prensa estatal.
Fue la primera vez que la prensa nacional cubrió un encuentro de alto nivel entre Corea del Norte y Estados Unidos, señaló Daily NK.
Antes de eso, los norcoreanos no sabían nada sobre el diálogo con Washington y las percepciones sobre la superpotencia siguen siendo negativas.
«Los norcoreanos han asumido desde hace tiempo que Estados Unidos es un enemigo de nuestro pueblo y solo recuerdan que el sistema de educación estatal les está diciendo que Estados Unidos es el ‘malvado planificador de la guerra’ y un ‘invasor'», dijo una fuente no identificada según el Daily NK.
¿Qué muestran los medios estatales?
La Televisión Central, el principal canal de TV de Corea del Norte, tiene una rutina diaria que te permitiría ajustar tu reloj.
La programación cambia rara vez e incluso los programas especiales son proyectados entre los boletines de noticias fijos que se transmiten a las 6 de la tarde y a las 9 de la noche.
La prensa estatal ha mantenido su habitual menú de halagos a la dinastía Kim, música marcial y películas cargadas de mensajes ideológicos.
Dado que las actividades en las que participa Kim rara vez son dadas a conocer a los ciudadanos hasta que él ya se encuentra a salvo y de vuelta en Pyongyang, no se espera que el comportamiento de los medios públicos del país vaya a cambiar ni antes ni durante la cumbre.