La Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, Holanda, determinó este lunes que el gobierno de Chile no tiene la obligación de negociar con Bolivia que este país tenga una salida soberana al mar.
«La Corte, por 12 votos contra 3, concluye que la República de Chile no contrajo la obligación de negociar un acceso soberano al mar para el Estado Plurinacional de Bolivia», dijo el juez Abdulqawi Ahmed Yusuf, quien leyó el fallo de la CIJ.
«Sin embargo, este fallo no debe interpretarse como algo que impida buscar una forma de entablar un diálogo sobre este asunto entre ambas naciones», matizó el juez.
Este es el resultado de una demanda hecha por Bolivia en 2013 ante la CIJ en contra de Chile, la cual buscaba obligar a este país a negociar «de buena fe» la salida «soberana» de Bolivia al mar.
La Paz aseguraba que Chile no había cumplido con sus promesas y obligaciones suscritas y que hubo acercamientos para negociar un «acceso soberano», como un acceso terrestre y un puerto bajo su control.
En el estrado de la sede de la CIJ en la Haya estaba presente el presidente de Bolivia, Evo Morales.
En septiembre 2015, la CIJ se declaró competente para dirimir la demanda. Su decisión es inapelable.
Bolivia y Chile no tienen relaciones diplomáticas formales desde 1978. Actualmente, Bolivia llega al Pacífico a través de los puertos chilenos de Arica y Antofagasta.
Desestimación
Bolivia perdió el acceso al mar después de la llamada «Guerra del Pacífico» (1879-1884), que libró contra su vecino Chile.
Por esa razón, la estrategia de Bolivia, que había presentado la demanda en 2013, se basó en varios documentos firmados por los representantes de ambos gobiernos desde el final del conflicto, que también involucró a Perú.
Los más importantes fueron el Acuerdo de Paz firmado entre ambas naciones en 1904, así como un intercambio de documentos que ocurrió en 1951, el llamado «acuerdo de Charaña» de 1975, un memorando de 1961 del embajador chileno en La Paz, Manuel Trucco, y la «Declaración de Algarve» del año 2000.
De acuerdo a Bolivia, en el lenguaje expresado en los documentos mencionados se asume que Chile tenía un compromiso «legal» para negociar una salida y no lo había cumplido.
Cada uno de esos documentos fue mencionado en la lectura del fallo, a la vez que fueron desestimados por la Corte.
«Los documentos presentados por Bolivia no establecen una obligación de Chile para negociar», destacó Yusuf.
La siguiente parte de la lectura del fallo se concentró en los casos y la jurisprudencia previa que existía para darle la razón a Bolivia en su exigencia.
Entre otros puntos, se citaron los artículos de la Carta de Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos (OEA), que indican que los conflictos internacionales entre Estados deben ser solucionados de manera pacífica.
Estos argumentos también fueron desestimados por la Corte.
Reacciones
A la salida de la sede la CIJ, el presidente boliviano Evo Morales ofreció las primeras declaraciones después de conocerse la decisión.
«A pesar de que no hay una obligación de negociar, hay una invocación por parte de la Corte a seguir con el diálogo», dijo el mandatario.
«Bolivia nunca va a renunciar a [salir de] su enclaustramiento y va a continuar su empeño para conseguir de nuevo una salida soberana al Océano Pacífico», añadió.
Por su parte, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, calificó el fallo de «triunfo histórico» e indicó que era un «gran día para Chile y para el derecho internacional».
«El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha creado falsas expectativas a su pueblo y nos ha hecho perder cinco valiosos años», dijo el mandatario en una declaración a los medios.
«Nuestros compatriotas pueden tener la seguridad que este presidente sabrá defender lo que nos pertenece: nuestro territorio, nuestro mar y soberanía», agregó.
La frustración en Bolivia
Por Boris Miranda, enviado especial de BBC News Mundo a La Paz
El fallo de la CIJ era esperado con mucha expectativa en Bolivia, donde se organizaron vigilias en varias ciudades para seguir la lectura del mismo a través de pantallas gigantes.
Desde la madrugada del lunes se juntaron cientos de personas con banderas y carteles.
Antes del inicio de la lectura, en la principal plaza de La Paz todo era optimismo y buen ánimo, con cantos y música.
Pero a medida que el juez Abdulqawi Ahmed Yusuf descartaba uno a uno los argumentos bolivianos, los presentes cambiaron de semblante y comenzaron a irse de a poco.
En el momento en que se leyó la conclusión del fallo, la resignación ya era una sensación generalizada en el lugar.
Algunos de los presentes se retiraron gritando «¡mar para Bolivia!» como desahogo, pero la inmensa mayoría se fue en silencio.
La misma frustración es compartida en otras partes de la capital boliviana.
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