La actriz Bella Thorne es la protagonista de una controversia por la venta por US$200 de unos supuestos desnudos que en realidad no lo eran.
La venta se realizó en el sitio web de subscripción OnlyFans, lo que llevó a que la plataforma pusiera un límite a los precios que los creadores pueden cobrar.
La exactriz de Disney se disculpó con los creadores de la plataforma, quienes dicen que sus ingresos se verán afectados.
OnlyFans, sin embargo, le dijo a la BBC que los cambios en los precios «habían estado en proceso por un tiempo».
La web se ha vuelto popular como un sitio donde los creadores de contenido pueden publicar y vender fotos, videos y mensajes de textos provocativos e íntimos.
OnlyFans cobra una comisión del 20% por cada transacción.
La plataforma tiene 60 millones de usuarios y 750.000 creadores de contenido a nivel mundial, según los datos más recientes.
Si bien algunos creadores de contenido son trabajadores sexuales, muchos otros son modelos, bailarines, cantantes, músicos y comediantes que no producen ningún contenido con desnudos.
Durante el fin de semana OnlyFans puso un límite de US$100 para cada propina o contenido de pago. Antes, los creadores podían cobrar la cantidad que quisieran.
El cambio generó una reacción negativa entre los creadores.
«Se han establecido límites de gasto para proteger a todos los usuarios de OnlyFans y permitirles utilizar la plataforma de forma segura», dijo una portavoz del sitio.
«Los límites establecidos recientemente en las propinas y las publicaciones de pago son un cambio que ha estado en proceso durante un tiempo y no se ha implementado en respuesta a ningún creador o fan».
La plataforma agregó que realizó cambios en sus políticas teniendo en cuenta «la seguridad y el apoyo» de sus usuarios y creadores de contenido.
«Ella no tiene derecho a hablar por nosotros»
Thorne, de 22 años, batió récords en OnlyFans cuando creó una cuenta la semana pasada.
Consiguió más de 50.000 seguidores y US$2.000.000en una semana, al cobrar US$200 por fotos en las que supuestamente estaba desnuda.
Pero Thorne en realidad no aparecía desnuda en las imágenes y miles de sus suscriptores exigieron reembolsos a la plataforma.
La actriz se disculpó con los creadores de contenido el sábado 29 de agosto y afirmó en Twitter que quería «eliminar el estigma detrás del trabajo sexual».
También le dijo al diario Los Angeles Times que estaba investigando un nuevo papel para una película del director Sean Baker, pero él ha negado estar involucrado en algún proyecto con la actriz.
Thorne enfureció aún más a los creadores de contenido al decir que se estaba reuniendo con OnlyFans para discutir los límites de precios en nombre de ellos, cuando muchos dicen que sus propias solicitudes de aclaración sobre el tema han sido ignoradas por la plataforma.
«Bella Thorne no tiene derecho a hablar por nosotros y nunca podría conocer los desafíos que enfrentamos todos los días», le dijo a la BBC Stephanie Michelle, una cosplayer profesional que vive en Los Ángeles.
Tiene 550 fanáticos y gana US$8.000 al mes, cobrando una tarifa de suscripción de US$30 a los usuarios. También se sostiene con la venta de fotos, videos y mensajes de texto que oscilan entre US$5 y US$200.
Michelle dice que su trabajo en OnlyFans es la única forma en que puede mantener a su familia, debido a la pandemia, y teme que en el futuro muchos otros creadores de contenido tengan dificultades para llegar a fin de mes.
Kelly Jean, cosplayer profesional y streamer en la plataforma Twitch en Londres, tiene 4.600 seguidores en OnlyFans.
Kelly está en muchas plataformas de redes sociales y usa OnlyFans para mantener sus seguidores, ofreciendo paquetes de fotos sugerentes por valor de US$10.
«Va a hacer que la gente sospeche más de mi contenido, pero podemos esperar que Bella Thorne atraiga a más gente a la plataforma y la haga ver como algo normal para otros que no hacen contenido desnudo, como yo», dice.
OnlyFans dice que un número récord de personas solicitaron convertirse en creadores de contenido en la plataforma en la última semana, después de que Thorne se uniera a ella.
«OnlyFans me está estafando»
Irina es una cosplayer y modelo que vive en Bielorrusia, con 35.700 seguidores en OnlyFans. Debido a la pandemia, el 90% de sus ingresos depende de la plataforma.
Cobra entre US$40 y US$200 por videos o fotos en lencería o que incluyan desnudez.
«Siento que OnlyFans me está estafando», dice. «Perderé alrededor de US$2.000 al mes de mis ingresos porque ahora no podré aceptar solicitudes personalizadas, ya que tienen un precio más alto que el contenido habitual. Con una propina máxima de US$100, es difícil explicarle a las personas por qué necesitan dar propinas varias veces».
Erika Heidewald, actriz y música de Los Ángeles, tiene solo 317 seguidores.
Ella explica que hay muchos modelos de negocios diferentes en OnlyFans, porque las personas tienen solicitudes muy variadas.
Erika podría vender una fotografía en traje de baño por US$20, o una foto de sus zapatos por US$100; o alguien podría pagarle US$200 «para enviarles mensajes de texto y humillarlos durante 20 minutos».
«Muchos de los grandes creadores tienen precios más bajos porque tienen muchos suscriptores, pero la mayoría de los creadores pequeños dependen de un número limitado de suscriptores leales. Es posible que solo vendan un par de videos al mes, pero por un valor suficiente para salvar vidas», le dice a la BBC.
«Bajar el precio máximo limita nuestro ingreso, también abarata el valor del contenido producido individualmente».
Otro punto de discordia es el hecho de que OnlyFans prometió previamente a los creadores que si recomendaban nuevos influenciadores, tendrían derecho a recibir el 5% de sus ingresos.
«Me siento un poco utilizada por OnlyFans», dice Kaya Corbridge, de 23 años, una trabajadora sexual de Lancashire que ganó más de un millón de dólares en la plataforma durante los últimos tres años y ahora es dueña de su propia casa.
Corbridge ofrece servicios que van desde US$7 a US$25 por «calificaciones de pene personalizadas», y chats con un costo entre los US$3 y US$300; hasta videos personalizados que cuestan US$50 por minuto.
Incluso ofrece un paquete de US$1.000 donde un usuario puede controlar lo que hace durante un día. Tiene 1,2 millones de seguidores en OnlyFans.
«Cuando comencé, inscribí a más de 500 creadores de contenido y los capacité, les ofrecí apoyo, promoción e incluso una guía que creé con la promesa y el contrato de que obtendría el 5% de sus ganancias de por vida», dice. «Muchos de nosotros hemos pasado años preparando nuestra futura competencia».
Corbridge estima que perderá US$12.000 al mes debido al cambio en la política de tarifas. Ella e Irina ahora están considerando mudarse a otras plataformas.
Según el experto en mercadeo de contenido digital Simon Penson, muchas plataformas tecnológicas han construido su éxito atrayendo a personas influyentes con lucrativas ofertas de monetización, y cambiando luego las reglas de juego.
«Facebook lo hizo, y también siempre lo vimos con personas influyentes en YouTube», dice Penson, quien en 2009 fundó Zazzle Media, una de los pioneras de la industria del mercadeo de contenido digital.
«Las personalidades más grandes tenían suficiente alcance para negociar los acuerdos con las plataformas de redes sociales».
«Pero los influenciadores pequeños y medianos que obviamente estaban ganando mucho dinero, no tuvieron un lugar en la mesa de negociaciones y fueron los que realmente se vieron afectados por los cambios de YouTube».
Los creadores de contenido aún no pueden dar la espalda a las plataformas en línea porque necesitan llegar al público, pero Penson dice que las cosas están cambiando.
«Estamos empezando a ver una era en la que los influenciadores, en lugar de depender de las plataformas de redes sociales para la monetización, se moverán hacia plataformas como Patreon, OnlyFans y VuePay, que proporcionan la tecnología en lugar de la audiencia.
«Los influenciadores tienen más poder del que solían tener; pueden utilizar su influencia para llevar a sus fans a los lugares donde quieren estar».