La salud del crítico del Kremlin Alexei Navalny se está deteriorando y está comenzando a perder sensibilidad en las piernas y las manos, indicó su abogado.
Vadim Kobzev dijo que Navalny, quien está en prisión después de que en febrero la justicia rusa lo obligara a cumplir una sentencia de cárcel por malversación de fondos suspendida desde 2014, fue diagnosticado con dos hernias discales.
La semana pasada inició una huelga de hambre para exigir un tratamiento adecuado para dolor agudo en la espalda y piernas.
La Casa Blanca indicó que los informes de que su salud empeoraba son preocupantes.
Kobzev, quien visitó a Navalny el miércoles, escribió en Twitter (en ruso): «Alexei camina por sí mismo. Siente dolor al caminar. Es muy preocupante que la enfermedad claramente esté progresando en términos de pérdida de sensibilidad en las piernas, las palmas y muñecas».
A principios de esta semana, Navalny, de 44 años, fue trasladado a la enfermería de la prisión en la ciudad de Pokrov con síntomas de una enfermedad respiratoria.
Se había quejado de tos y fiebre persistentes.
Su temperatura variaba y el miércoles disminuyó a 37° C después de alcanzar 39° C el lunes, según el abogado, quien agregó que Navalny estaba perdiendo 1 kg al día debido a una huelga de hambre.
En una publicación de Instagram, Navalny señaló que las autoridades de la prisión estaban tratando de socavar su huelga de hambre asando pollo cerca de él y colocando dulces en los bolsillos de su ropa.
También el miércoles, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, declaró que el gobierno de Joe Biden consideraba que el encarcelamiento de Navalny era «por motivos políticos y una gran injusticia» y pidió su liberación inmediata.
Anteriormente, el grupo de derechos humanos Amnistía Internacional dijo que Navalny había sido encarcelado en condiciones que equivalen a tortura y que podrían estar «matándolo lentamente».
Los activistas dicen que la prisión es conocida por sus condiciones especialmente duras.
Los abogados de Navalny, que lo han visitado bajo custodia, señalan que no hay médicos en la prisión y que la unidad médica en el lugar está a cargo de un solo paramédico.
La semana pasada, el servicio penitenciario de Rusia negó las acusaciones de Navalny de que no estaba recibiendo el tratamiento adecuado y dijo que se le había brindado «toda la asistencia médica necesaria de acuerdo con sus indicaciones médicas».
Pero el lunes el abogado indicó que recientemente hasta tres personas de la unidad fueron llevadas al hospital con tuberculosis, una afirmación que el servicio penitenciario ruso negó.
Navalny recibió una sentencia suspendida por malversación de fondos en 2014, una condena que se considera que tiene motivaciones políticas.
Fue trasladado en avión a Alemania para recibir tratamiento después de haber sido envenenado en Siberia con el agente nervioso Novichok.
Cuando regresó a Rusia en enero, fue detenido de inmediato y un tribunal lo encarceló por violar los términos de libertad condicional de la sentencia suspendida mientras estaba siendo tratado en Alemania.