Era la crónica de una muerte anunciada: lo adelantó un borrador de la Corte Suprema de Estados Unidos filtrado el 2 de mayo.
Ahora,revocada Roe vs. Wade, la decisión histórica de 1973 que garantizaba el derecho constitucional al aborto en EE.UU., queda en manos de los estados legislar si la interrupción del embarazo es legal o no y bajo qué circunstancias.
Inmediatamente después de conocerse el fallo del Supremo, Misuri y Texas han sido los primeros estados en restringir el aborto.
Lo ha hecho por medio de leyes desencadenantes, también conocidas como de activación o «gatillo», diseñadas para entrar en vigencia automáticamente o mediante una acción estatal rápida una vez eliminada la protección constitucional.
El fiscal general republicano de Misuri, Eric Schmitt, emitió este viernes una opinión que activó la ley antiaborto del estado, prohibiendo con ello el procedimiento excepto en casos de emergencia médica.
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La opinión «restaura de inmediato la historia profundamente arraigada de Misuri y la orgullosa tradición de respetar, proteger y promover la vida de los no nacidos».
En Twitter, Schmitt señaló que esto convierte a Misuri en el primer estado del país «en poner fin de manera efectiva al aborto». «Este es un día monumental para la santidad de la vida», agregó.
«Hoy la cuestión del aborto vuelve a los estados», dijo por su parte el fiscal general republicano de Texas, Ken Paxton. «Y en Texas, esa pregunta ya ha sido respondida: el aborto es ilegal aquí».
Además, Paxton dijo que cerraría su oficina y convertiría el 24 de junio en un feriado anual en memoria de los casi 70 millones de bebés «asesinados en el útero». «Nuestros corazones y oraciones están con todos ellos», añadió. «Nunca más debería suceder algo así en Estados Unidos».
Se prevé que varios estados sigan los pasos de Misuri y Texas. Y es que otros 11 tienen listas leyes desencadenantes:
- Arkansas, Idaho, Kentucky, Luisiana, Misisipi, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Oklahoma, Tennessee, Utah y Wyoming.
Y en al menos otros cuatro estados podrían revivir las prohibiciones del aborto anteriores a Roe vs. Wade o tendrían nuevas leyes que no han sido bloqueadas por tribunales:
- Alabama, Arizona, Florida y Wisconsin.
A eso se suman las legislaciones relacionadas con el fin de la gestación que los estados han ido discutiendo en los últimos años. En total, el Instituto Guttmacher, una organización privada sin ánimo de lucro que apoya el derecho al aborto, prevé que podrían ser 26 los estados en los que se terminaría eventualmente restringiendo el procedimiento.
Y en aquellos en los que exista más de una ley sobre el tema, serán los funcionarios locales los que decidirán qué prohibición aplicar.
Si todas estas normas estatales terminaran por entrar en vigor, limitarían el aborto a partir de:
- La concepción: Alabama, Arkansas, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Idaho, Kentucky, Luisiana, Michigan, Misisipi, Misuri, Ohio, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah, Wisconsin y Wyoming.
- La sexta semana: Carolina del Sur, Georgia e Iowa.
- La semana 13: Arizona, Carolina del Norte y Virginia Occidental.
Estados en los que ya se prohibía
Sin embargo, la existencia de Roe vs. Wade tampoco garantizó que se respetara el acceso al aborto en todo el país.
El precedente legal, que imposibilitaba a los estados prohibir el procedimiento mientras el feto no fuera viable fuera del útero (lo que hoy se considera ocurre alrededor de la semana 23 de embarazo), ya fue desafiado por Texas y Oklahoma con sendas leyes antes de ser invalidado.
La primera en entrar en vigor fue la de Texas, en septiembre del año pasado.
Desde entonces, la llamada «ley del latido» prohíbe interrumpir la gestación si el doctor puede detectar actividad cardíaca embrionaria o fetal, lo que ocurre usualmente a partir de la sexta semana, un punto en el que muchas mujeres aún no saben que están embarazadas.
No contempla excepciones para los casos de incesto o violación, aunque sí para cuando la vida de la mujer está en peligro, y persigue a quienes practican el aborto, no a quien se somete a él.
Inspirada en esa legislación, Oklahoma aprobó en mayo una aún más restrictiva, la más limitante del país hasta el momento: prohíbe el aborto desde el momento de la fecundación, salvo en casos en los que la vida de la madre esté amenazada o el embarazo sea consecuencia de una violación o del incesto.
Tres excepciones
En las leyes estatales la prohibición no es absoluta y en la mayoría se contemplan excepciones, aunque se limitan a cuando la salud o la vida de la mujer corre riesgo, o a los casos de violación o incesto.
Son salvedades que están actualmente codificadas en la Enmienda Hyde —una disposición legislativa aprobada en 1976 y en vigor desde 1980— como las únicas razones por las que el gobierno federal pagará los abortos a través de Medicaid, el programa a través del cual las personas de menos ingresos reciben servicios de salud.
Ya las contempló en 1959 el American Law Institute, un grupo independiente de juristas, cuando comenzó a redactar una legislación modelo sobre el delito del aborto.
Y han sido apoyadas durante décadas incluso por aquellos que trabajaron para conseguir la revocación de Roe vs. Wade, así como por la mayoría de los estadounidenses (incluidos los de los estados mayoritariamente republicanos), tal como han mostrado año tras año las encuestas.
Sin embargo, estas leyes estatales no hacen excepciones para las víctimas de violación o incesto:
- Alabama, Arkansas, Dakota del Sur, Kentucky, Luisiana, Michigan, Misuri, Oklahoma, Ohio, Tennessee y Texas.
El senador estatal que patrocinó la legislación de Arkansas, Jason Rapert, republicano y presidente de la Asociación Nacional de Legisladores Cristianos, dijo que fue su fe lo que lo impulsó a ello.
Explicó que había escuchado testimonios de víctimas de violación e incesto que expresaron «la angustia mental por la que pasaron cuando lidiaron con el hecho de que terminaron con la vida de su propio bebé» y que ahora se oponen al aborto. «Lo que ha hecho Texas es absolutamente increíble», dijo Rapert en septiembre refiriéndose a la «ley del latido».
Por su parte, la legislación de Misisipi —que prohíbe abortar más allá de la semana 15 y a cuyo favor votó la Corte Suprema, invalidando así de facto Roe vs. Wade— permite poner fin a la gestación en casos de violación pero no especifica el incesto.
Y si bien todas las prohibiciones permiten una excepción para salvar la vida de la mujer, solo la de estos estados citan la protección de su salud («evitar un daño físico severo a la madre»):
- Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Kentucky, Michigan, Misuri, Virginia Occidental y Wyoming.
Para hacer la salvedad, los estados requerirían que tanto los médicos como los pacientes proporcionen documentación para justificar el procedimiento, en la que se incluya información como la edad gestacional del feto, la indicación de la actividad cardíaca y los registros médicos que atestiguan, como apunta la ley de Oklahoma, «el estado médico» o la condición de la mujer embarazada que impide su cumplimiento.
Protección al aborto
Paralelamente, hay estados que se han movido para fortalecer las protecciones existentes o ampliar el acceso al aborto este año.
De acuerdo al Instituto Guttmacher, estos cuatro estados han codificado el derecho al aborto a lo largo del embarazo sin la interferencia del Estado:
- Colorado, el Distrito de Columbia, Nueva Jersey y Vermont.
Y 12 explícitamente lo permiten mientras el feto no sea viable fuera del útero o la intervención sea necesaria para proteger la vida o la salud de la embarazada:
- California, Connecticut, Delaware, Hawaii, Illinois, Maine, Maryland, Massachusetts, Nevada, Nueva York, Oregón, Rhode Island, Washington y la capital federal del país.
Estos continuarían brindando el procedimiento no solo a las mujeres de su jurisdicción, sino a aquellas provenientes de territorios en donde esté prohibido.
Ya entre 2012 y 2017 al menos 276.000 mujeres terminaron sus embarazos fuera de su estado de origen, según un análisis realizado en 2019 por Associated Press en base a datos de informes estatales y de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU.
Asimismo, representantes de organizaciones con clínicas en Texas le confirmaron a BBC Mundo que desde que la «ley del latido» entró en vigor han tenido que rechazar «cientos, miles de pacientes porque no son elegibles», mientras los centros de salud que ofrecen servicios de interrupción del embarazo en Nuevo México, Kansas, Colorado, Misuri y Oklahoma han visto un incremento considerable de pacientes texanas.
Según datos recolectados por Planned Parenthood, una organización estadounidense sin ánimo de lucro que ofrece servicios de salud reproductiva, de educación sexual, de planificación familiar y de aborto en EE.UU. y en el mundo, entre el 1 de septiembre y el 31 de diciembre de 2021, el incremento era ya de un 800% en comparación con ese mismo periodo en 2020.
El Instituto Guttmacher calcula que unos 36 millones de mujeres en edad reproductiva vivirían en estados sin acceso al aborto.
Perfil promedio de quien aborta
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), en 2019 se llevaron a cabo 630.000 abortos en EE.UU., aunque en base a sus propios cálculos el Instituto Guttmacher asegura que la cifra real se acerca más a los 860.000.
En cuanto al perfil promedio de la mujer que buscó terminar el embarazo, los CDC indican que el 92,8% lo hizo durante el primer trimestre.