El mausoleo de Lenin en la Plaza Roja de Moscú celebra su centenario este jueves 1 de agosto.
Desde su inauguración, el mausoleo ha sido escenario de numerosos desfiles ceremoniales y militares.
A lo largo de los años, el cuerpo embalsamado de Lenin ha sido evacuado y devuelto, y durante un tiempo, el cuerpo de Joseph Stalin también fue enterrado allí, pero posteriormente fue retirado.
En la década de 1970, se instalaron cristales antibalas sobre el sarcófago de Lenin para protegerlo de intentos de vandalismo.
Durante la década de 1990, hubo importantes demandas para que el cuerpo de Lenin fuera enterrado.
Aquí tienes cinco cosas que quizá no sabías sobre el mausoleo de Lenin.
1. ¿De quién fue la idea?
Los historiadores coinciden en que la idea de conservar el cuerpo de Lenin se le ocurrió por primera vez a Joseph Stalin en el verano boreal de 1923.
Por aquel entonces, un dirigente de la Cheka soviética (predecesora de las agencias de seguridad KGB y FSB) murió mientras cumplía una misión en Járkiv y un joven científico llamado Vladimir Vorobyov lo embalsamó.
Los comunistas que vieron el cadáver en Moscú quedaron impresionados por su buen estado de conservación.
En noviembre de ese mismo año, Stalin convocó una reunión de dirigentes del partido para discutir la inminente muerte de Lenin, aunque éste seguía vivo pero con una enfermedad terminal.
Stalin argumentó que el cuerpo de Lenin debía ser embalsamado y conservado.
La oposición, todos ellos asesinados posteriormente en la década de 1930, rechazó esta idea.
León Trotsky declaró que las reliquias no tenían cabida en el marxismo, mientras que Nikolai Bujarin insistió en que momificar al líder de la revolución sería un insulto a su memoria.
La esposa de Lenin, Nadezhda Krupskaya, también pidió que el cuerpo de Lenin no se convirtiera en objeto de veneración.
Sin embargo, Stalin, que iba camino del poder absoluto, fue más insistente.
Citó cartas de colectivos obreros, aunque ahora es imposible determinar si se trataba de iniciativas auténticamente populares u orquestadas por el entorno de Stalin.
La idea principal expresada en estas cartas era que Lenin debía estar siempre con ellos.
2. ¿Quién lo construyó?
La primera versión del mausoleo de Lenin, de sólo 3 metros de altura, se erigió en menos de tres días para su funeral. El arquitecto fue Alexei Shchusev, que también diseñó las versiones posteriores.
Lenin murió el 21 de enero de 1924 y la ceremonia de despedida duró hasta finales de marzo. Se cree que millones de personas pasaron por el primer mausoleo.
En el verano boreal de 1924, la idea de embalsamar a Lenin y exponer su cuerpo a la vista del público estaba en pleno apogeo.
Shchusev comenzó a diseñar un nuevo edificio, mientras los científicos Alexei Vorobyov y Boris Zbarsky trabajaban en el embalsamamiento.
El 1 de agosto de 1924 el mausoleo se abrió al público.
Estaba construido en madera, pero su tamaño y forma se asemejaban a los de la versión actual.
El mausoleo de granito se terminó en el otoño boreal de 1930.
Su forma de panteón era la que más se acercaba a la visión de Stalin, enfatizando la singularidad y grandeza de la Unión Soviética.
La gente hacía largas colas para pasar solemnemente ante el cuerpo del líder del proletariado mundial.
3. Lenin compartió su mausoleo con Stalin
En 1953, tras la muerte de Stalin, se decidió que su cuerpo también sería enterrado en el mausoleo de Lenin.
Desde el principio hubo problemas: la piel del cuerpo de Stalin, especialmente la de su rostro, estaba en muy mal estado, lo que complicó el proceso de embalsamamiento.
Se colocó una nueva inscripción «LENIN STALIN» sobre la antigua, que a veces la lluvia borraba, dejando al descubierto las letras históricas «LENIN» que había debajo.
Tras la restricción del culto a la personalidad de Stalin y a las represiones masivas de su época, el cuerpo del líder soviético fue retirado del mausoleo en 1961 y enterrado cerca del muro del Kremlin.
Cuando Leonid Brézhnev murió en 1982, corrió una broma popular: la inscripción «LENIN» del mausoleo sería sustituida por «LЁNIN» (un juego de palabras con el nombre de Brézhnev).
4. Un lugar de guerra ideológica y vandalismo
Después de la guerra y hasta el colapso de la URSS, el mausoleo fue un lugar de peregrinación, visitado tanto por dignatarios extranjeros como por escolares soviéticos.
En mayo de 1945, durante el Desfile de la Victoria, las banderas nazis del ejército alemán fueron arrojadas al suelo frente al mausoleo para significar la victoria de la URSS en la Segunda Guerra Mundial.
El primer cosmonauta del mundo, Yuri Gagarin, fue recibido por el entonces líder soviético Nikita Jruschov en el podio del mausoleo.
Desde la década de 1950 hasta finales de la de 1970, el cuerpo de Lenin fue objeto de más de una docena de ataques con piedras, un martillo y un mazo, e incluso cócteles molotov.
Por lo general, los culpables eran capturados y enviados a tratamiento psiquiátrico obligatorio.
En 1973 un artefacto explosivo mató a varios visitantes. El cristal sobre el sarcófago de Lenin se reforzó entonces con vidrio antibalas.
5. Los restos de Lenin
Tras el colapso de la Unión Soviética, el presidente Boris Yeltsin, que despreciaba las ideas comunistas, optó por pronunciar sus discursos en la Plaza Roja no desde el mausoleo, sino desde una plataforma especialmente instalada en las inmediaciones.
A principios de la década de 1990, el laboratorio responsable del mantenimiento del cuerpo de Lenin perdió su financiación especial.
Desde entonces, varios documentales sobre el mausoleo y la conservación del cuerpo de Lenin se emitieron en canales de televisión rusos.
Estas películas afirmaban que el cuerpo de Lenin sólo había conservado el 23% de su cantidad original, y que el resto había sido sustituido por añadidos artificiales.
A día de hoy, el mausoleo de Lenin sigue siendo la atracción turística más popular de Rusia.
En Google Maps y en el sitio web turístico TripAdvisor, tiene una valoración media de más de cuatro estrellas sobre cinco.
Las reseñas van desde «a mi hijo le asustó su cara amarilla» hasta «merece la pena visitar este lugar para cualquiera que haya oído hablar de la época soviética, ya sea de primera mano o por boca de sus abuelos o padres».
Mausoleos con cuerpos embalsamados de líderes sólo quedan en los países comunistas del este y del sudeste asiático. Entre ellos están los del líder comunista chino Mao Zedong y el vietnamita Ho Chi Minh.
En Corea del Norte, los cuerpos de Kim il-Sung y su sucesor Kim Jong-il también se conservan embalsamados en un mausoleo.
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