Inicio ● Publicaciones de Rodolfo Izaguirre
Ensayista, crítico cinematográfico y gerente cultural
La historia se refiere a la apacible pero endiablada relación de pasividad e intolerancia vivida en Londres por dos hermanos sesentones nacidos en algún pueblo de Inglaterra. George, jubilado de la compañía de transporte, gordo y mofletudo, se la pasa…
Un joven estudiante checoslovaco advirtió que era Robert Desnos (1900-1945) aquel hombre maltrecho, aquel despojo muerto de tifus en el campo de concentración nazi de Theresienstadt, en Checoslovaquia, justo cuando el ejército aliado lo liberaba del exterminio. El poeta surrealista…
He vuelto al Teatro Teresa Carreño porque han vuelto a él Teresa, Vicente Nebreda y yo. Nebreda, el célebre bailarín y coreógrafo venezolano (1930-2002) reconocido en cinco continentes, estuvo largos años ausente del teatro al que ofreció su inagotable energía…
Los secretos actúan como raros insectos capaces de derrumbar un árbol centenario con la misma facilidad con la que lo hacen crecer. Tienen cuerpos y miradas variables: son enormes y de físico ingrato o pequeños y propagadores de júbilo y…
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Los autores dicen que un libro es símbolo de conocimiento y sabiduría. También dicen que asociar al libro con el conocimiento y la sabiduría es caer en un manoseado lugar común, pero hay quienes sostienen que en un nivel mas…
Cuando muchacho, viajé directamente a París encerrado en mi tosco guacal tercermundista a estudiar leyes en una Sorbona polvorienta y todavía medieval. Dejaba atrás, voluntariamente, al país que me vio nacer y algunos de mis compañeros de l’École du Droit,…
Vuelvo a decirlo: mi verdadera historia comienza cuando la comadrona al yo nacer me alzó y dijo, sonriente, que yo parecía un cochino inglés y luego, en el liceo Fermín Toro, a finales de los años cincuenta, cuando tuve o…
A Salvador Garmendia le tocó, no sé por qué, recibir en el aeropuerto de Maiquetía a Ángel Rama, el escritor y ensayista uruguayo, la primera vez que visitaba el país. Salvador fue a mi casa a pedir prestado mi automóvil…
Tuve en mis accidentados y fracasados intentos universitarios a Milo Gabe, profesor de griego y latín de avanzada edad, ¿croata?, ¿húngaro? aventado a Venezuela quién sabe por cuál desgracia política o personal, que se refería al imperio austro-húngaro como si…
Dicen los diccionarios que se copian unos a otros que el ego es una «instancia psíquica mediante la cual una persona se reconoce ‘como yo’ y empieza a ser consciente de su propia identidad». Yo extravié la mía desde el…
Dejamos el automóvil en el embarcadero y subimos a la chalana que a esa hora del atardecer nos llevaría con sus pasajeros a Soledad, al sur de Anzoátegui cruzando el Orinoco. Aquel fue un día de gloria para el…
Fueron muchas las veces que acompañé a pie hasta el cementerio a mis amigos estudiantes muertos en duros enfrentamientos con la siempre inevitable y despiadada policía en tiempos democráticos o de dictadura. La marcha estudiantil comenzaba en las inmediaciones de…
Yo fui amigo de Juan Liscano y él me dijo una vez que la burguesía venezolana no lee. Conoce quienes fueron Haydn y Beethoven, pero no logra reconocer ninguna de las sonatas de Mozart, aunque sabe que compuso Cosi fan…
Es posible que haya publicado alguna vez este texto sobre Perán Erminy. Si lo hago de nuevo es por no haber dicho lo que tenía que decir en el homenaje que Carmen Sofía Leoni, Mariela Provenzali, Nicomedes Febres, Alfredo Schael,…
Me habría gustado seguir los cursos de literatura europea que dictó Vladimir Nabokov en la Universidad de Cornell en Estados Unidos, en los años cincuenta, recogidos en un volumen años más tarde por Ediciones B de Barcelona. La…
Estábamos Adriano González León, Salvador Garmendia, Luis García Morales y yo tomando cerveza en una taguara de Sabana Grande ponderando la excelencia narrativa y de lenguaje de El coronel no tiene quien le escriba, la primera novela oficialmente así declarada de…
Para Víctor Guédez Cuando cierro los ojos y presiono los párpados aparece una insólita oscuridad marcada con muchos puntos minúsculos y luminosos, y detrás de mis ojos y de mis miradas descubro lugares hermosos y asombrosamente apacibles que forman lo…
«si yo pinto mi perro exactamente como es, naturalmente tendré dos perros, pero no una obra…
Desde la librería Suma veíamos a Orlando Araujo saludar con el brazo extendido y el índice de su mano derecha indicando que iba hacia la avenida Solano de Sabana Grande y gritaba: ¡Sábado sensacional! en alusión al Vechio Mulino, el…