Eran mayores y hábiles, maledicentes incuantificables, misántropos otros, adustos varios, oportunistas algunos, pero, de nuestro domicilio ultimomundista cuando persuadían, a sus alumnos, amigos, discípulos, narradores, poetas, artistas plásticos, actores, cineastas, obreros, científicos, investigadores, personal de servicio doméstico y bohemios de…