El ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Borrell, comunicó este martes al embajador Mario Isea la repulsa de España por la muerte del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo, e instó a las autoridades a poner en marcha “una investigación independiente”.
En un comunicado, el ministerio indica que Borrell expresó la condena del gobierno de España por el “trágico fallecimiento” que fue “presuntamente debido a los malos tratos que le habrían infligido mientras se encontraba bajo custodia” de las fuerzas de seguridad venezolanas.
El capitán de la Marina de Venezuela fue detenido el 21 de junio junto a tres soldados y dos agentes de policía, por una presunta implicación en una conspiración, y su muerte fue confirmada el sábado por el régimen de Nicolás Maduro.
El ministro demandó a Isea que “las circunstancias del fallecimiento del capitán sean objeto de una investigación independiente, expedita y rigurosa” con el fin de que “todos los eventuales responsables de su muerte, sin exclusión, sean sometidos a la actuación de la justicia”, según las autoridades españolas.
En respuesta, Isea informó al ministro sobre “la detención preventiva de dos funcionarios adscritos a la Dirección General de Contrainteligencia Militar como presuntos responsables de la muerte” de Acosta.
Borrell recordó que la embajada “aún no ha dado respuesta adecuada a la solicitud análoga que le formuló” cuando le convocó en octubre de 2018, luego de la muerte del concejal de Primero Justicia, Fernando Albán, cuyo fallecimiento, añade Exteriores en la nota, ocurrió bajo custodia del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, al precipitarse por una ventana “en extrañas circunstancias”.
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