Troy, uno de los cinco hijos Sarah Goldam, trató de abrazar la estatua que estaba puesta sobre un pedestal, cuando la pieza cayó sobre él y ambos terminaron recostados en el suelo.
Afortunadamente el menor no sufrió mayores heridas, pero la escultura tiene daños irreparables en la cabeza y los brazos. El autor de la pieza, el artista Bill Lyons, exigió 132.000 dólares como compensación por la escultura, pero el museo cobró el dinero a Goldam, quien se rehúsa a pagarlos.
La madre argumenta que a diferencia de las demás esculturas en el Museo de Overland Park, la Afrodita no estaba protegida por un vidrio o cuerdas. «Si mi hijo lo hubiera hecho intencionalmente, sé que como soy madre responsable, buscaría el modo de pagarlo. Pero en este caso nuestro hijo de cinco años solo estaba jugando como cualquier niño y no hubo intención en hacer ningún daño», declaró la estadounidense en entrevista con el canal ITV.
«Esto fue un accidente. Yo no quiero disminuir el valor de la obra artística, pero no la puedo pagar», insistió Sarah en conversación con The Kansas City Star.
Sin embargo, la madre ha sido fuertemente criticada en redes sociales por no haber estado pendiente de lo que hacían sus hijos. «100% debe pagar la multa, debería haber controlado lo que hacen sus hijos»; «¡Debería haberle dicho a su hijo antes que nada que no se debería correr por ahí como si fuera un patio de juegos!», fueron algunos de los comentarios respecto a un enfrentamiento legal que apenas empieza.
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