Migrantes explicaron los motivos por los que intentaron cruzar a la fuerza a Texas, Estados Unidos, a través del puente internacional Santa Fe, en la mexicana Ciudad Juárez.
La estampida, que solo llegó hasta la mitad del paso binacional porque las autoridades estadounidenses activaron sus protocolos de seguridad con alambres de púa y estructuras de concreto, ocurrió el pasado domingo 12 de marzo.
Los extranjeros aseguraron estar muriéndose de hambre, que los han golpeado y robado su dinero del lado mexicano. Alrededor de 1.200 migrantes eran venezolanos, de acuerdo con un reporte del medio mexicano SDP Noticias.
Dijeron que tienen miedo de seguir en ese país, donde esperan la asignación de la cita para solicitar el asilo en Estados Unidos a través de CBP One, una aplicación móvil que el gobierno de Joe Biden puso a disposición para que los aspirantes las programen y envíen información por adelantado para presentarse en algunos puntos de entrada terrestre.
Another video from our contact. We’re told some crowd control measures were used (unclear which side of border), and a chunk of the group was repelled, and is now gathering at another smaller bridge, while some are trying to cross in the river. Waiting for more details from CBP. pic.twitter.com/PEFeHlF4KH
— Bill Melugin (@BillMelugin_) March 12, 2023
Pero los migrantes aseguraron que no han recibido respuestas de las autoridades y que se encuentran varados en Ciudad Juárez, sin trabajo ni comida. Los oficiales fronterizos de Estados Unidos, agregó SDP Noticias, les pidieron esperar a que avance el proceso.
“Por favor, ayúdennos”
“¡Llevamos mucho tiempo, por favor, ayúdennos! ¿Hasta cuándo?”, suplicó uno de los extranjeros.
En las imágenes difundidas en redes sociales se observan cómo los migrantes, incluidas madres con niños, corren a toda prisa por el puente dando gritos como “¡A USA!”.
“Todos corrimos y nos habían puesto una barrera ahí con alambres. Nos tiraron gases lacrimógenos y todo. Y bajaron muchos del puente”, relató Jackson Solís, un venezolano de 23 años de edad, a la agencia de noticias Efe.
El joven lleva seis meses en la ciudad mexicana esperando conseguir una cita para solicitar asilo en Estados Unidos, adonde quiere ir a trabajar.
Solís contó a la AFP que duerme en la calle porque no tiene dinero para pagar un alojamiento y que para comer depende de la caridad de las personas.
Algunas madres con niños expresaron desesperación y aseguraron que hubo quienes sí lograron cruzar, pero que se trató en su mayoría de hombres viajando solos.
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